∆Capitulo 40∆

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Me sentí mareada, las náuseas se apoderaron de mí, el cuerpo de mi pequeña amiga tirado en el fango, muerto, sin vida, era la conjunción de todos mis miedos y pesares en un solo hecho, su muerte.
A partir de ahí, me pareció que todo comenzó a sucederse en cámara lenta. Vi a Lilith caer de rodillas a un lado de su hija y proferir un grito de ira; por el contrario Alouqua se quedó estática, la súcubo parecía haber quedado en trance ante el hecho, casi no respiraba, solamente podía observar el cuerpo sin vida de su pequeña hermana.
A lo lejos vi a Rafael ponerse en pie, sosteniendo su vientre, seguramente había sido apuñalado; a su lado emergía Belial, quien con su pierna sangrante apenas podía mantenerse en pie. Moví mi cabeza en otra dirección, Kelian tenía a Benjamín contra el suelo, mientras apoyaba su rodilla en medio de la espalda del nephillim.
Habíamos ganado, pero por ello habíamos pagado un precio muy alto, demasiado alto. Recorrí con mi visión el campo de batalla, eran innumerables los cuerpos tendidos sobre el pasto y la grava; demasiados cuerpos, demasiadas vidas, demasiado.
Volví la vista a mi madre, sus ojos aún con vida dejaban entrever el dolor que estaba padeciendo. Su vientre había sido cruelmente abierto, y sus pequeñas manos ahora trataban de mantener la herida cerrada para mantenerse con vida aunque sea unos pocos instantes más.
Por el rabillo del ojo vi una figura negra acercarse a gran velocidad, y caer de rodillas del otro lado del moribundo cuerpo de mi madre. “¡Alejandra!”, le oí gritar mientras se agachaba sobre su cuerpo y la abrazaba rompiendo en llanto, un llanto desgarrador.
Observe la escena mientras las lágrimas brotaban cual manantiales de mis ojos. Agramon, el rey del miedo estaba llorando y temblando por la inminente muerte de mi madre.
Yo sabía que ambos suspiraban el uno por el otro, pero hasta ese momento no me había percatado de cuánto. Varios minutos de llanto se sucedieron, podía ver el alma de mi madre escapársele con cada segundo que pasaba.
Rafael se había acercado a mi lado y se encontraba en cuclillas, sosteniéndome para que no me derrumbara. Agramon levanto su mirada para encontrarse con la mía con una velocidad totalmente inhumana, y con los ojos cargados de lágrimas y la voz encogida, hablo de manera entrecortada.
-Hay, hay una forma de salvarla- balbuceo.
-¿¡Que!? - exclame con ansiedad- ¿cuál?, ¿porque no estamos salvándola?-dije con desesperación.
-Porque implica una gran decisión Maite, la vida de Alejandra cambiaría radicalmente y para siempre- hablo sombríamente.
-¡Pero seguiría con vida!- exclame fuera de mis cabales.
Vi a Agramon mirar a Rafael, quien mordía su labio inferior, y luego pasar su mirada a Lilith quien aún se mantenía abrazada al frio cuerpo de su pequeña. Fue entonces que lo entendí, la única forma de conservar su vida, era quemando su alma; la única forma de mantener a Alejandra con nosotros era que se convirtiera en una vampiresa.
-Háganlo- dije fríamente, sabiendo lo que conllevaría mi decisión- háganlo, conviértanla, pero sálvenla por favor- rogué.
-¿Segura?- pregunto Agramon con un destello de esperanza en sus ojos y yo asentí.
El automáticamente se levantó y camino hasta Lilith, y luego de un cruce de palabras, y de variasmiradas al cuerpo de mi madre dadas por la diablesa; Lilith se levantó del lugar donde yacía, y se acercó a nosotros a paso lento.
-Deberían alejarse- nos dijo a Rafael y a mí, y él se puso en pie, ayudándome a hacerlo también y luego nos alejamos unos metros.
Vimos como Lilith se arrodillaba a un lado del cuerpo de mi madre, y le susurraba algunas palabras, a las que mi madre asintió casi imperceptiblemente.
Luego de ello la diablesa le regalo una sonrisa, dejando ver sus afilados dientes y protuberantes colmillos y se corvo sobre el cuerpo de mi madre, mordiéndola en su cuello.
Tuve que apartar la mirada, y me acurruque entre los brazos de mi arcángel favorito. Rafael me estrecho contra él, a pesar de la herida corto punzante de su vientre. A lo lejos oí la voz de Kelian, quien dejaba escapar algunos improperios a Benjamín, mientras que, junto con Cimeria, lo encarcelaban en una especie de jaula fabricada con magia.
Luego le oí acercarse, pues podía escucharle hablar con alguien por lo bajo, y cuando se paró a mi lado y al de Rafael, pude sentir su calor, pude sentirle tan cerca, como si nos estuviéramos abrazando. El arcángel se apartó del abrazo y me miro para transmitirme seguridad, y luego se marchó, pues él tenía sus propio heridos para atender.
Kelian coloco con dificultad una mano en mi hombro, para consolarme y yo temblé ante su toque.
En ese momento vi como el cuerpo de mi madre quedaba completamente sin vida y como Lilith lacargaba en brazos y caminaba hasta nosotros.
-Debo llevármela al infierno- me explico- debe nacer nuevamente en él- sonrió débilmente- allí estará a salvo, lo prometo.
-Está bien- conteste yo, y sentí un par de brazos rodearme por la espalda en un confortante abrazo.
Lilith asintió, y luego pronuncio el hechizo en idioma infernal y desapareció, junto con el cuerpo de mi madre. Las piernas se me volvieron a aflojar, y solo el abrazo de Kelian me mantuvo en pie; comencé a llorar y así continué por lo que fueron alrededor de diez minutos.
-Ella estará bien- susurro Kelian en su abrazo, pues yo me había acurrucado contra su pecho- te prometo que estará bien.
-Lo sé, sé que lo estará- susurre y el apretó aún más su abrazo.
Luego de otros cuantos minutos, me solté de sus brazos y camine hasta Lilian, para darle el último adiós a mi querida amiga. Llore a su lado, y luego de recobrar la compostura volví sobre mis pasos, y luego me dirigí donde estaban concertados los generales de ambos ejércitos. Kelian, Cimeria yAsmodeus por un lado, los cuatro arcángeles, dos serafines y una dominación por el otro.
Cuando me acerque, todos posaron su mirada en mí, y luego de un minuto de silencio, fue Miguel quien hablo.
-No habrá juicio- me informo- será directamente ejecutado aquí mismo.
-¿Quieres estar presente al momento de la ejecución?- pregunto Uriel con una mueca, pues no sabían si sería capaz de soportarlo.
-Por supuesto, he visto ya muchas muertes, no me voy a perder la que más deseo- dije apretando los dientes y todos asintieron.
Nos pusimos en camino de inmediato hasta donde estaba la improvisada celda de Benjamín, y allí estaba el, sentado en el suelo del mismo, como una sonrisa de maniático en la cara. Levanto su mirada y la fijo en nosotros, de manera que a mí me hizo estremecer.
Luego de ello, Kelian deshizo la celda, y lo obligo a pararse tirándole por el pelo.
-Debí matarte cuando tuve loportunidad, maldito desgraciado- rugió la Bestia a modo de susurro contra el oído de Benjamín, pero este solamente se rio.
Miguel tomo su espada, la cual colgaba de su cinturón, la desenfundo, pero en el momento en que la iba a blandir contra el condenado, este último hablo.
-Que lo haga el- dijo con una voz enfermiza- que lo haga mi padre si se atreve- reto y todos se miraron entre sí, puesto que solo los demonios sabían quién era el padre de este nephillim, vi a Rafael tomar aire, sería difícil para el enfrentar todo esto.
-Lo haré con gusto- dijo con una sonrisa, un tanto fingida entre sus labios.
Todos los miembros del bando celestial que pudieron escucharlo clavaron su mirada en él, Miguel por su parte lo miro sorprendido, pues nadie se esperaba que el nephillim que casi había destruido
la Tierra fuera el hijo del intachable arcángel Rafael.
Rafael desenfundo su espada, y Miguel se hizo a un lado para cederle el lugar.
-Vaya padre, nuevamente cara a cara- sonrió Benjamín.
-Tú llevaras mi sangre pero de ninguna manera eres mi hijo- bramo Isaías.
-Oh vamos papi, no te hagas el duro- rio el nephillim.
-Ríe, que te queda poco en este mundo como para que lo hagas- mascullo.
-Oh no padre, ¿es que aún no lo sabes?- sonrió- usted podrá matarme, pero no me desaparecerá de la faz de la tierra- sonrió de costado.
-¿De que estas hablando?- Rafael frunció el ceño.
-De su querida novia, ¿cómo se llamaba?, ah sí, Verónica, la traidora que se alió con Lucifer, el padre de la marmota que me está sosteniendo- Kelian lo golpeo en la cabeza y luego de sacudirla el siguió hablando- ¿es que usted no lo sabe aún, padre?.
-¿Qué pasa con Verónica?- rugió apoyándole la espada en el pecho a su hijo- habla de una vez-grito.
-El niño que trae es su vientre- sonrió
-¿Qué pasa con él?- rugió Rafael, se notaba la furia en su mirada.
-Es mi hijo- sonrió, y luego dio un grito ahogado.
La sangre broto de su pecho cual rio, bañando los pies ya ensangrentados de los demás, Kelian soltó el cuerpo agonizante del muchacho, aventando lo hacía un costado, y profiriéndole una patada de rabia.
El arcángel por su parte cayó de rodillas, soltando su espada, y hundiendo su cara entre sus manos. Pude oírle romper en llanto, también vi como sus compañeros no sabían si consolarle u apresarlo por todo lo sucedido, entonces yo fui quien se agacho frente a él, tapando la visión del cuerpo inerte de su malvado hijo.
Lo estreche con fuerza contra mí, y paso un buen rato de aquella manera, abrazado a mí, sollozando por todo y por nada. Un viento se arremolino en el campo de batalla, donde los soldados ya habían comenzado a apilar los cadáveres para incinerarlos luego.
De un momento a otro, una figura se materializo frente a nosotros. Vi como el gesto de Miguel y los demás ángeles se contraían, y como el horror comenzaba a reflejarse en su mirada. Pero eso a nuestro visitante no le importo.
Él se acercó y le tendió una mano a Isaías para ayudarle a ponerse en pie, y el novio de mi mejor amiga acepto sin recelo aquella mano extendida.
Los dos hombres se miraron fijamente, primero con algo de recelo, hasta que el visitante le regalo al destrozado Rafael una luminosa sonrisa y con un tirón de su brazo, estrecho a Rafael en un abrazo, un abrazo que solo pueden dar los hermanos.
-Todo esto ha sido mi culpa, perdóname hermano- hablo el visitante con la voz claramente contraída.
-Nada de esto tiene que ver contigo, tú no has sido quien sembró la semilla de rencor en mi hijo-contradijo con seguridad.
-Pero por mi culpa has tenido a ese niño- recordó.
-Todo pasa por alguna razón, Luci- sonrió.
Lucifer se apartó divertido del abrazo y miro a su hermano menor con gesto divertido.
-¿Cuantas veces tengo que decirte que no me digas Luci, Isaías Rafael? - y al decirlo ambos rieron con agrado.
-El resto de la eternidad- contesto su hermano, y Lucifer negó con la cabeza, luego la alzo y miro directamente a Miguel
-Miguel- saludo cordialmente, como si Miguel no fuera quien lo había desterrado del Cielo con ayuda de Dios.
-Satanás- contesto este, pero Lucifer no pareció ni inmutarse, y volvió su atención a su hermano menor.
-Tu novia esta en mis dominios- le comunico a Rafael- estará allí hasta que de a luz, pues es arriesgado para tu nieto que vuelva a pasar las defensas del Infierno.
-Está bien, confió en que está en buenas manos- sonrió, luego vi a Lucifer asentir y desaparecer sin más.
Los demonios que habían formado mi escolta fueron desaparecidos uno a uno, al igual que muchos integrantes del ejército celestial. Agramon y Alouqua se acercaron a despedirse de mí antes de  desaparecer, y luego de un rato, solo quedábamos en el campo de batalla, aquellos encargados de incinerar los cuerpos, los cuatro arcángeles, la Bestia y yo.
Kelian se acercó a mí para comentarme algo, pero le hice mantenerse callado, pues vi por el rabillo de mi ojo a Miguel y los demás, acercarse a Rafael, quien estaba parado en medio de la nada, aun
conteniendo la respiración.
-No sé qué haremos contigo hermano- le dijo Miguel- sabes que luego de lo que aquí ha sucedido, nada podrá ser igual.
-Podemos hacer como si no hubieran escuchado nada- sugirió mi ingenioso arcángel favorito con una sonrisa fingida.
-¿Y pasar por alto que tenías un hijo con una mortal que casi destruyo la Tierra?, ¿o que tienes una novia mortal?, ¿o que te relacionas con el mismísimo Demonio?- dijo Miguel fríamente- lo siento hermano pero deberás pagar por ello.
Kelian y yo vimos como Rafael asentía con resignación y bajaba la mirada, estaba resignándose a su suerte, yo no podía permitirlo.
-¿Para esos cargos, cual es la pena que sería impuesta, Kelian?- le pregunte a la Bestia en un susurro.
-Sé que por solo uno de ellos, la pena es el destierro del cielo, creo que por todos ellos la pena ha de ser la muerte- susurro.
-Debemos detenerlo, Rafael no puede morir- dije yo con la voz contraída.
-La única forma de evitarlo es que deserte en este momento y se vaya conmigo- explico con una mueca.
-Intentemos que lo haga- susurre.
-Tu velas por los intereses de tu bando, lo mismo que Mc Donalds por los intereses de Burger King, ¿lo sabes?- dijo el alzando una ceja.
-Menuda comparación- exclame- vamos.
Nos apresuramos a llegar donde Rafael, a quien Miguel estaba colocándole un par de esposas de magia blanca. Al llegar Kelian rompió las esposas con un golpe de su magia a lo que todos se sobresaltaron.
-¡Pero que rayos!- exclamo Miguel.
-No van a llevárselo antes de que yo hable- sonrió Kelian.
-¿Quién te crees tú para entrometerte en los asuntos del Cielo?- rugió Miguel.
-La Bestia- sonrió Kelian de costado- Rafael, no tienes por qué ser condenado a la muerte, yo puedo ofrecerte otra cosa- ofreció.
-¿Me estas pidiendo que deserte Kelian Wagensbergky?- dijo alzando una ceja.
-Exactamente Isaías Rafael- dijo sonriendo la Bestia, y Miguel, furioso por la situación, soltó algunos improperios.
-Rafael tiene bastante más dignidad que eso- escupió Gabriel, quien observaba incrédulo desde una distancia prudencial.
- La verdad hermano, es que no, ya me canse de su estúpida pacatería y sus asfixiantes reglas, y no, no me voy a dejar ejecutar por haberme enamorado y llevarme bien con mi hermano- sentencio- sobrino- dijo mirando a Kelian- me voy contigo- sonrió.
-Me parece la más sensata de sus decisiones tío, estoy ansioso por saber qué clase de demonio te vuelves- sonrió.
-Seguramente alguien valioso para tu ejército- sonrió Rafael.
En ese momento el cielo pareció rasgarse, una luz cegadora provino de el y Rafael empezó a levitar de forma extraña y a convulsionar. Poco a poco sus bellas alas blancas se tornaron negras, y una sombra se introdujo dentro de su cuerpo.
Me tape la boca con las manos ante el asombro y pocos segundos después, el ex arcángel cayo precipitándose al suelo, sin que nada detuviera su frenética caída. Luego de ya estar sobre la grava y el paso, se puso lentamente de pie, y sonrió.
-Demonio de la guerra, máster de la orientación y guía, además de un regalo, demonio de pasiones-sonrió torcido, poseía esa sombra que poseían todos los demonios que había conocido hasta ahora-no está nada mal para unos nuevos dotes.
-Un máster- sonrió Kelian caminando hasta su tío y chocando los cinco- a Verónica le encantara verte, tienes un aspecto mucho más guay -le sonrió a su tío y este le devolvió la sonrisa de forma cálida.
-No puedo creer que hayas traicionado a tu gente- rugió Miguel.
-Si fueran mi gente, no me ejecutarían por creer en la paz y el amor- contesto y luego de eso, Kelian pronuncio el hechizo y ambos se desvanecieron en el aire.
Miguel volvió a lanzar unos cuantos improperios al aire y luego todos me miraron fijamente, como si supieran que todo había sido mi idea. Yo me encogí de hombros antes sus miradas y les sonreí
ampliamente.
-¿Nos vamos?- dije sonriendo y ellos resoplaron.
Nos tomamos de las manos, y luego de pronunciar el hechizo en latín, nos vimos a nosotros mismos en las puertas del cuartel general, donde Luvia me esperaba con marcada ansiedad. Al verla corrí hacia ella, y nos envolvimos en un apretado abrazo.
Comencé a llorar, a llorar por todo, ¿cómo le contaría todo lo sucedido a mi guardiana?, en una sola tarde ambas nos habíamos quedado sin Alejandra, ni Rafael, ni Lili. En especial a la última, a quien jamás volveríamos a ver, pero que recordaríamos hasta el fin de nuestros días.
-Tengo demasiado que contarte Luvia- confesé.
-Sé que algo malo, muy malo ha sucedido, lo presiento, vamos a tu casa y me lo cuentas- dijo con la voz contraída, yo asentí, y tomadas del brazo, ambas comenzamos a caminar hacia mi casa, a paso lento, como si demorando lo inevitable pudiéramos cambiarlo.

Holaaaaa
Cómo están?
Feliz Domingo 💜

Bueno, se salvó Alejandra!!
Y se reveló el Rafa!!
Estaré leyendo sus reacciones 😎😎❤️

Tres Mundos:El fin de los tiempos. [En Corrección]Where stories live. Discover now