𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 28;

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"𝗜𝗻𝗳𝗶𝗲𝗿𝗻𝗼 𝗽𝘁 3"

;Jungkook

Conducia de regreso a casa con la sangre hirviendo en mi interior, no podía calmarme a pesar de que Adele se veía alterada. Puede que no haya sido su culpa pero la furia estaba en mi y no me dejaba pensar con claridad.

Tampoco quería lastimarla con palabras, por ende me limité a conducir en silencio, jamás me permitiría decir algo en contra de ella, porque no era su culpa. Pero cuando vi que ella estaba siendo tocada por otras manos que no eran las mías, cuando vi como ese idiota beso su cuello, me perdí.

Llegamos a casa y ella simplemente pasó junto a mi, seguramente enojada.

— ¡No vuelvas a gritarme como lo hiciste en la fiesta! — estaba completamente enojada.

— ¡¿Y cómo esperas que reaccione?! — sin querer yo también eleve el tono de mi voz.

— ¡Como un hombre normal! — me respondió alterada de la misma manera.

— Reaccioné como cualquier hombre lo hubiese hecho si mira como otro pone las manos sobre su mujer — sofocado, me empecé a quitar el saco y la corbata — ¿tu estarías contenta si me hicieran eso a mi? ¿Llamamos a Suhua y que me toque de la misma manera para ver si no reaccionas así?

— Te estás comportando como un imbécil — su voz ya no estaba tan alterada, pero las palabras que escupía eran símbolo que la furia aún estaba en ella — traté de apartarme, pero soy una mujer y no tengo tanta fuerza.

— Pudiste gritar — me acerqué a ella, con prisa y la arrinconé contra la pared.

— ¿Y armar un escándalo? — trato de separarse de mi lado pero no se lo permiti.

— ¿Que te dijo ese imbécil? — en realidad si lo había escuchado, solo quería oírlo de su boca.

— Se que lo escuchaste — las lágrimas regresaron a sus ojos — no me hagas repetirlo.

— Ve a dormir — me separe de ella y busque nuevamente las llaves del auto — regreso más tarde.

— ¿A dónde vas?

— A solucionar esto — rápidamente salí de casa, dando un portazo una vez que estuve fuera.

Conduje por la ciudad directo a la casa donde vivía WooSeok, aún estaba furioso y talvez no pensaba las cosas bien.

Tan pronto como llegue a su casa llamé desesperadamente a su puerta, hasta que me mostró su estupida cara con una sonrisa en el rostro.

— Ah, Jeon, tanto tiempo — trato de parecer simpático — no me digas, ¿vienes a aceptar la propuesta que le hice a tu mujercita? ¿Tan desesperada está por ser... — no le deje terminar porque uno de mis puños se estrelló en su boca. Lo agarré del cuello de su camisa y lo empujé al interior de su casa.

— ¡Escuchame bien idiota, es la ultima vez que te acercas a ella! — apreté mis dientes y solté cada palabra con furia, el volvió a sonreír.

— ¿Quien me va a obligar? ¿Tu? — le solté el cuello para darle otro golpe, esta vez más fuerte, haciendo que perdiera el equilibrio y cayera al suelo.

— No sabes de lo que soy capaz — me puse sobre él, agarrando otra vez su cuello — no quieres conocerme.

— No me das miedo.

— ¿Y qué te parece si de casualidad le pasa algo a tu hermana? — pareció meditarlo.

— Intentalo — me levanté de donde estaba y el intento hacer lo mismo.

𝐋𝐚𝐬 𝐥𝐮𝐦𝐛𝐫𝐞𝐫𝐚𝐬 𝐝𝐞𝐥 𝐨𝐜𝐚𝐬𝐨©|𝐉𝐞𝐨𝐧 𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤|Where stories live. Discover now