𝐋𝐚𝐬 𝐥𝐮𝐦𝐛𝐫𝐞𝐫𝐚𝐬 𝐝𝐞𝐥 𝐨𝐜𝐚𝐬𝐨©|𝐉𝐞𝐨𝐧 𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤|

𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 𝟭𝟬;

"𝗠𝗮𝘀 𝗿𝗲𝗰𝘂𝗲𝗿𝗱𝗼𝘀"

;Adele

Flashback;

Era verano, el sol golpeaba fuerte el rostro y cuerpo de todos, pero el día parecía precioso sin importar cuánto sol había. Estaba sentada bajo un gran árbol de cerezo en el patio de la universidad de negocios de Seúl, con Jungkook a mi lado recitando parte de su proyecto de defensa para graduarse en finanzas.

No me importaba si no entendía, me gustaba escucharlo hablar a profundidad del tema que le apasionaba. Cuando hablaba conmigo y me contaba sus metas, todo lo que yo hacía era escuchar atentamente, también me hablaba de sus preferencias, incluido su amor eterno hacia Iron Man, no solo eso, también compartía sus sueños conmigo, no me importaba escucharlo incluso si era el sueño más terrible del mundo, lo escuchaba, como cuando me dijo que había soñado que una gigantesca araña lo había perseguido enredandolo con su telaraña al final.

No me importaba nada cuando se trataba de él, todo lo que me importaba eran sus ojos iluminados por la pasión con la que hablaba de las cosas, incluso si eran pequeñas, su corazón le daba la importancia que solo las cosas gigantescas debían tener. Por esa razón me gustaba mucho.

— Y bien, ¿qué te parece? — me pregunto sacandome de mis pensamientos, pensamientos que le pertenecían a él también.

— Me gusta — le contesté sonriendo.

— Algo me dice que no estabas prestando la atención correcta — me reclamó mientras unía sus labios en un lindo puchero.

— Mi atención estaba en otro lado.

— ¿Debería leerla de nuevo? — me respondió mientras regresaba a la primera página.

— Solo si logras atraparme — le dije con diversión mientras cogia mis cosas para salir corriendo.

— Sabes que soy competitivo — me grito luego de que salí corriendo.

El también tomo lo que tenía en el piso y empezó a correr tras mío. Pase por cada pasillo de la universidad a la velocidad máxima que mis pies me permitían, todos me quedaban viendo raro pero a mi solo me importaba la persona que venía atrás de mí. La felicidad que sentía incluso corriendo me abrazaba en una cálida brisa, sentía la adrenalina corriendo por mi cuerpo y eso solo podía significar que estaba enamorada de él.

Sabia que así era, sabía que mi corazón lo pertenecía a él desde el momento que lo vi, me enamoré de él tan pronto como empezamos a hablar. Me gustaba por muchas razones, y no, no era por la manera en la que me trataba, tampoco era por su apariencia física, me gustaba por la tranquilidad que me brindaba, por la manera en la que yo podía ser feliz si el estaba a mi lado.