La Caída De La Princesa Al Atardecer [Dee Y Heavy X (T/N)]

"Contenedor de emociones"

(T/N) POV
Al llegar a casa, mis padres tomaron asiento en la estancia y claro que esperaban a qué yo también lo hiciera para conversar de lo sucedido, así que me senté en el sofá frente a ellos.

-Primero punto a discutir ¿Quien era ese chico del que estabas colgada?- Pregunta mamá frunciendo el ceño.

-Es Heavy, va en mi salón de clases y es hermano de Dee- Respondí intentando estar calmada porque podrían pensar que miento, hasta para hablar debo ser cuidadosa.

-¿Y hace cuánto salen a escondidas?- Se cruza de brazos- No lo conocemos y no vino a pedirnos permiso como lo haría un hombre decente.

-¿Que? No, no salgo con el, somos mejores amigos junto con Dee, pero el me abrazaba porque me sentía triste- Dije con obviedad.

-Que conciderado- Responde rodando los ojos- Eres una dama, tu cuerpo es el templo de Dios y debes respetarlo- Habla con firmeza y autoridad.

-No sé que crees que hacemos, pero te aseguro que era un inofensivo abrazo.

Ella mira hacia otro lado negando con la cabeza.

-El director nos explicó que te peleaste y la razón por la que lo hiciste, en lo que a mi concierne estuvo bien, si esa chica no hacía caso por las buenas debías defenderte- Está vez habla papá más tranquilo, a lo que mamá le mira incrédula.

-No hablas encerio, ahora por lo que hizo tiene una marca en su expediente, si se acumulan la pueden suspender o expulsar- Se queja mamá molesta.

-Si querida, entiendo eso, pero no podemos dejar que solo la molesten y ya, a veces hace falta una mano firme- Apoya papá.

-Ni que discutir contigo, eres hombre- Ella rueda los ojos.

-Bien, es todo, puedes irte- Dice papá levantándose y nosotras dos también lo hacemos.

-Una cosa más- Levanta su dedo índice mamá- No quiero volver a verte cerca de ese tal Heavy o está vez yo seré la de la mano firme, no me importa que sean hermanos ¿Quedó claro?- sentencia.

Moria de coraje por dentro pero me límite a asentir con la cabeza y me di la vuelta para dirigirme a mi habitación. Está vez no reproché porque su decisión había sido rotunda y definitiva, pero si me salgo de noche a escondidas para ir a bares y hacer pijamadas con hombres, definitivamente no dejaré de hablarle a Heavy solo por sus estúpidos prejuicios, menos cuando he llegado tan lejos con el.

Toqué mis labios y sonreí para mí misma al recordarlo, esa noche no había podido dormir, incluso cuando con el tiempo aprendí a callar mi mente para poder descansar, de lo contrario todo el tiempo parecería búho de todos los pensamientos que pasan por mi cabeza. Es más, la desafiare tanto que le pediré a Heavy ser mi novio, si eso haré.

Cuatro días después mi madre estaba calmada, todo era tranquilo, pero por alguna razón Heavy se la pasaba evitandome, o sea si hablábamos como de costumbre, pero en cuanto yo intentaba tocar el tema del amor o sobre lo que había pasado ese día, el cambiaba de tema o decía que tenía que irse.

Supongo que no siente lo mismo; agaché la cabeza con tristeza mientras iba pasando por los corredores de la escuela al llegar, pero algo me hizo dudar, de pronto yo captaba la atención de todos, algunos me miraban con burla, otros con desaprobación y algunas chicas con molestia. ¿Que carajo está pasando aquí?.

Llegué al salón de clases y claro, todos mis compañeros posaron sus miradas en mi; extrañada e intentando ignorarlos tomé asiento en mi lugar y de pronto llega Heavy, me saluda y el también toma asiento. Me di la vuelta para hablar con el, pero el sonido de los altavoces me interrumpe.