"Gustos culposos"

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Han pasado dos semanas desde mi discusión con Dee y cuando entramos por el helado decidí contarle lo que había pasado cuando estaba en la secundaria, pero como Heavy bajó por helado el también está al tanto.

Ahora mismo nos encontrabamos jugando Heavy y yo a Terror en silent hill en la pantalla de su estancia, pero de pronto se escucha que tocan el timbre de la puerta. Heavy puso pausa para ir a ver quién era, pero baja Dee a velocidad de la luz y lo detiene; Heavy sin tomarle importancia vuelve al sofá junto a mi, pero no pude evitar ver hacia la puerta.

Un repartidor le había entregado un paquete, nada del otro mundo, pero me deja intrigada que Dee se apresura a pagar e intenta esconder la caja de nuestra vista. Después cierra la puerta y así como bajó volvió a subir.

-Hag no se cómo salir de aquí, por lo general Dee es quien me ayuda con los acertijos- Dice Heavy quejándose.

-Allí hay un piano pequeño para niños, intenta descifrarlo- Dije anonada viendo hacia las escaleras.

-Ninguna tecla hace nada- Comienza a picar todas las teclas al azar.

Le quité el control, busqué en el celular del personaje las notas de voz y había una con un patrón, así que tomé el piano con sonidos de animales y presioné exactamente los mismos que se escuchaban en el audio, entonces la puerta para salir a la cabaña se abre para que el jugador pueda seguir su curso y le entregué de nuevo el mando a Heavy.

-¿Viste lo que hizo Dee?- Pregunté ansiosa.

-Si pusiera atención a todo lo que hace Dee, probablemente estaría lleno de traumas- Responde burlón sin dejar de ver la pantalla.

-El recibió un paquete, pero se notaba tenso, como... Si quisiera ocultar algo de nosotros- Entrecerré los ojos pensativa.

Heavy me mira curioso y también mira el techo frunciendo el entrecejo pensativo.

-¿Sugieres que debemos averiguar qué es lo que oculta?- Pregunta dudoso.

-No, no, claro no- Respondí rápidamente- Pero claro que podría ser cualquier cosa, nada de que preocuparse- Me encogí de hombros riendo nerviosa.

Ambos volvemos a prestar atención al juego, pero después de unos segundos ambos nos levantamos rápidamente del sofá para subir al cuarto de Dee.

-A estás alturas ya debió haber abierto el paquete, solo debemos abrir la puerta de imprevisto para que no tenga tiempo de esconderlo- Susurré a su oído.

-Hazlo tu, yo vivo con el y se vengará de mi por abrir la puerta sin tocar- murmura Heavy.

Rodé los ojos y asentí. Sin hacer ruido giré suavemente la perilla de la puerta y la abrí de pronto, pero para nuestra mala suerte, la caja seguía sellada sobre la cama, mientras que Dee estaba en el ordenador pero después gira para verme confundido y molesto.

-Eh... Siento molestar, p-pero necesito un...- Hablé nerviosa mientras buscaba una excusa con la mirada- ¡Un lápiz! Si, un lápiz ¿Tendrás uno que no necesites?

El alza una ceja incrédulo para después buscar en su lapicera y me entrega uno.

-Gracias- Respondí fingiendo felicidad- Hem...- Miré el paquete de nuevo- Oh wow, que linda caja ¿Puedo...?

-No verán su contenido (t/n)- Responde despreocupado- Ahora sal porque debo hacer unas cosas.

Hice una mueca de desgano y salí como cachorro regañado hacia la habitación de Heavy, quien me esperaba con una sonrisa burlona.

-Esto no ha acabado, sabré que hay allí aunque sea lo último que haga- Dije con decisión mientras golpeaba mi puño con la palma de mi mano. Heavy y yo nos sorprendemos cuando escuchamos el sonido del seguro de la puerta.

La Caída De La Princesa Al Atardecer [Dee Y Heavy X (T/N)]Where stories live. Discover now