Siniestro [OFFGUN]

Capítulo 36

Aún era temprano pero Joss ya se había despertado.

Estaba al lado de su hermano, que dormía plácidamente. 

Se veía tan indefenso, tan calmado, nadie podría imaginar lo que ocultaba aquel rostro tan hermoso y apacible. 

Llevó una mano a sus cabellos para apartarlos y contemplarlo. 

La cama estaba tibia y acogedora, tanto que no quería levantarse a pesar de que su estómago pedía comida a gritos.

Off despertó por las suaves caricias, abrió los ojos despacio, esos ojos color azabache que miraron con confusión a Joss, aún en la bruma del sueño. 

No dijo nada, sólo lo observó profundamente mientras los recuerdos de la noche anterior llegaban a su mente. 

Y también de los sueños de esa noche, sueños en los que Joss era siempre atento, un modelo de hermano mayor, sueños en los que no había nada oculto tras la fachada de chico perfecto.

— Buenos días — saludo el mayor acariciando su mejilla.

— Buenos días — contestó Off con la voz ronca, sonriendo casi imperceptiblemente.

— Se siente genial estar así, ¿cierto? — dijo Joss pegándose más a él, abrazando las sábanas — La calidez se cuela por la ventana, todo es apacible.

— Sí — susurró el menor sin poder contenerse de pegarse a Joss para sentir una vez más el calor de su pecho. 

Cerró los ojos, aun le costaba asimilar el comportamiento de su hermano mayor, deseando que aquel momento durara años.

— ¿Qué tal si comemos algo? — dijo pegando su nariz a la de su hermano — Muero de hambre.

Off abrió los ojos y asintió, incorporándose al fin con gestos vagos, entristecido porque se acabara aquel preciado momento. 

Claro que eso no lo mostró.

— Dejemos que entre la claridad — dijo tomando a Off de la cintura, pegándolo a él — Y ahora, un beso de buenos días.

Acercó su rostro y encontró los suaves labios del chico, perdiéndose en ellos un momento.

Off, dócilmente, entreabrió los labios dando paso a la lengua de su hermano, deshaciéndose ante aquel contacto prohibido.

— Me encanta cuando me besas así — dijo Joss tomándolo de la barbilla — Yo...

Se separó de repente, sabiendo que si continuaban en contacto, terminaría haciéndolo suyo una vez más. Y extrañamente, en aquella ocasión no quería dañarlo. Debía calmarse.

— Vamos — dijo abriendo la puerta — Los sirvientes ya estarán preparando el desayuno.

Off no dijo nada, se levantó para seguirlo. 

Aún estaba algo adormilado, pero no tardó en sospechar el motivo por el cual su hermano había reaccionado de aquella manera. 

Estaba seguro de que era por Tul y eso lo llenaba de celos.

Desde que había llegado, Joss apenas se acercaba a él. 

Por una parte lo agradecía, pues ya no tenía que ser sometido a aquellos "castigos" que su hermano le imponía semanas atrás. 

Pero no podía ni ver a Tul, lo odiaba con toda su alma. 

No soportaba esas muestras de cariño que tenía hacia Joss, incluso delante suyo. 

Y lo que peor llevaba era que veía como su hermano mayor lo miraba con cariño, deseo, y porqué negarlo, quizás algo de amor. Y eso lo mataba.

Joss llegó al comedor e hizo un gesto al mayordomo para que sirvieran la comida de inmediato.