Siniestro [OFFGUN]

Capítulo 20

"Quien menos esperas resulta ser un maldito bastardo, y tú no eres menos"

Off se encogió más sobre si mismo.

"Duele... me duele... mucho..."

No podía apartar la voz de Gun de su mente, su cara de odio mezclada con el miedo.

¿Por qué? ¿Por qué tuve que hacerlo? 

No lo entendía, no era él mismo, de pronto había sentido como si nada le importara, había perdido el control.

"¡Lo eres! ¡Eres un monstruo!"

— Soy un monstruo... — susurró en la oscuridad de su habitación, cerrando los ojos con fuerza.

Se llevó las manos a los oídos, ojala pudiera olvidar por un segundo la voz de Gun.

***

Joss jugaba con el bolígrafo entre sus dedos, estaba con la vista fija en la ventana que ya mostraba las primeras estrellas.

Off había llegado no hacía mucho, con el rostro lleno de espanto y el cuerpo temblando.

No había tenido tiempo de preguntarle nada, pues el chico había subido y se había encerrado en su habitación.

El olor de otra persona impregnaba su cuerpo, pensó mientras giraba más rápido el bolígrafo, no puedo equivocarme.

Se levantó de la silla y suspiró, corriendo un poco las cortinas para observar la quietud de la noche.

Sabía que algún día Off podría sentir curiosidad por buscar a alguien que llenara su triste existencia, pero estaba seguro que aunque esa persona había aparecido, él ya lo había estropeado, se notaba por el peso que había aumentado en el alma de éste.

Poco a poco eres menos consciente de tu fuerza, pensó, no tienes la capacidad de control que tenía ella.

Salió del estudio y subió las escaleras en dirección a la habitación de Off.

Encontraba un indescriptible placer en atormentar la vida de su hermano.

Off no tardó en oír los pasos por el pasillo, se cubrió mas, deseando que pasara de largo, que no entrara, pero sabía que venía hacia su cuarto.

Parecía divertirse cuando él se encontraba mal, siempre hallaba la manera de hacerlo sentir peor.

— Así que encontraste un juguete — dijo abriendo la puerta — Vaya, no pensé que tuvieras esos... instintos.

Como siempre, Off lo ignoró, o al menos trató de hacerlo, porque sus palabras siempre le llegaban.

— Realmente lo estropeaste, ¿no? — pregunto entrando de lleno, sentándose en una silla frente a la cama — Pero no eras realmente tú, ¿cierto?

Cerró los ojos con fuerza, su hermano siempre parecía saberlo todo.

Le dieron ganas de gritarle que se callara, que no siguiera con eso, sabia que si continuaba no lo soportaría.

Se aferró con fuerza a las sábanas, dándole la espalda.

— Sí... era tu verdadero ser, tu verdadera naturaleza.

Se acercó y aspiró cerca del cuerpo de su hermano, dibujando una sonrisa burlona.

— Lo obligaste — murmuro sonriendo —  El dolor y el odio de ese chiquillo aun están sobre tu cuerpo.