Siniestro [OFFGUN]

Capítulo 26

New entró a la oficina con paso enérgico, por primera vez llegaba a tiempo.

Aunque estaba algo molesto porque Tay rechazo su oferta la noche anterior, eran mas grandes las ganas de verlo que las de discutir con él.

Me esta volviendo loco, pensó sonriendo.

— Buenos días — saludó al entrar, cerrando la puerta tras de si.

— Buenos días — respondió Tay, detrás de su escritorio, donde yacía tirado con un montón de carpetas.

— Oh, que efusividad — comentó el menor, acercándose a su escritorio para dejar su chaqueta sobre el respaldo de la silla.

Después se acercó al escritorio de Tay y se apoyó en él, con los brazos cruzados.

— Me esperaba un saludo más cálido.

Tay levantó su mirada y se sonrojó.

Tenia que aceptar que no pudo dormir mucho por estar pensando en New, y tenerlo tan cerca como para poder rodearlo y besarlo, era una gran tentación, pero ya había gente en la oficina y no quería que los vieran.

— Estamos trabajando — dijo regresando su mirada a los papeles.

— Una lastima, yo anoche perdí tiempo pensando en ti — soltó antes de alejarse del escritorio del mayor para regresar al suyo.

El moreno levantó la mirada al escuchar aquella confesión.

¿Pensando en mi? ¿Acaso hizo lo mismo que yo? 

Pero eso le dio la seguridad para creer que el mas joven no se había ido de fiesta con nadie y no sabía porqué aquello lo calmaba.

— Quise llamarte cuando salí pero supuse que te habías enfadado — dijo Tay mientras escribía en su libreta.

New apoyó los codos en la mesa y la cabeza en sus manos, observándolo desde allí.

— Si me hubieras llamado no estaría enfadado — bajó la vista unos segundos y luego volvió a posar sus orbes en Tay — ¿Qué tienes que me vuelves loco? No puedo estar un segundo sin querer tenerte a mi lado.

Tay se detuvo y se sonrojó por completo ante esas palabras. 

Se sintió como un mentiroso al no aceptar sus impulsos y haber preferido quedarse en el trabajo, pero para él aquello también era importante.

— Lo siento — dijo quitándose los lentes mientras se ponía de pie — Soy un caso perdido, ¿eh? — jugó un poco con sus manos antes de hablar — Tú siempre estás presente en mi mente — sus mejillas se encendieron más — Anoche... yo... deseaba... bueno...

El joven observó cada gesto, y trató de no sonreír cuando lo vio sonrojarse, se veía demasiado lindo, le dieron ganas de levantarse y rodearlo con los brazos, atraerlo hacia sí y besarlo, pero se contuvo y sólo lo miró.

Aunque sabía lo que quería decir, se hizo el tonto, y se quedó callado para que continuara.

— No me mires así — dijo Tay recostándose un poco sobre el escritorio — Sabes que... que es lo que... bueno, no quiero que pienses que sólo quiero eso de ti, es...

Se dio cuenta que no estaba explicando nada, no podía expresar muy bien sus emociones.

New al fin le dedico una sonrisa con ternura.

— Sé lo que quieres decir, tranquilo — le contestó con la voz tintada de cariño.

— ¿No soy muy buen en esto, eh? — dijo llevando una mano a su cabeza, mientras sonreía con timidez — Pero debo aceptar que eres el único que ha visto esta faceta en mí.