Siniestro [OFFGUN]

Capítulo 3

Tay se estiró por centésima vez.

Todo aquél monte de papeles lo tenían agobiado.

Tantos casos, tantas muertes y ningún sospechoso.

Se levantó con pesadumbre hasta llegar al pasillo, donde estaba la vieja cafetera.

Se sirvió bastante de aquél líquido caliente y reanimante para continuar con su trabajo.

Hasta el momento todo era muy aburrido.

El no tener a un sospechoso sin duda lo desanimaba bastante.

— ¡Buen día!

La voz recorrió todo el pasillo y Tay no pudo evitar encogerse un poco.

Allí estaba su padawan con su característico buen humor matutino.

New apareció con una sonrisa en los labios y se acercó a su compañero de trabajo.

— ¿Qué tal todo? — dijo estirándose con despreocupación.

Se fijo en el café que reposaba en la mano de Tay y sin molestarse en preguntar lo cogió y comenzó a beberlo.

¿Siempre es así?

Aunque había sido educado bajo las normas de la etiqueta desde pequeño, parecía que le gustaba llamar la atención, era osado y hasta cierto punto mal educado, aunque si había que comportarse, también sabía hacerlo.

Simplemente, había decidido que le gustaba molestar a Tay por el simple hecho de haber sido tan descortés el día anterior.

— Iba de maravilla — contestó el moreno apretando las manos.

—  Guacala, no tiene azúcar — se quejo New haciendo una mueca de disgusto.

— Así es como lo toman los hombres — sentenció Tay, sonriendo mientras caminaba hacía la oficina.

New apretó el vasito en sus manos ante el comentario de su colega.

Aunque no lo pareciera, aquél asunto de ser "compañeros" lentamente desencadenaba una guerra de palabras y acciones que no les llevarían a nada.

— ¿Y? — dijo el joven cruzándose de brazos — ¿Ya tienes algún sospechoso?

— Ninguno — contestó Tay revolviendo las carpetas, mientras lanzaba otras a una gran caja de cartón — Parece que alguien quiere cometer el crimen perfecto.

— ¿No, en serio? — New sonrió con ironía — ¿Cómo es que el gran detective no puede con este caso?

— En ningún momento he dicho que no puedo — sentenció Tay confiado y sonriente — Dije que "alguien quiere cometer el crimen perfecto", pero eso es imposible, más aún si soy yo quien investiga, nadie escapa de mí.

New puso los ojos en blanco, aquél tipo, definitivamente, no le caía bien.

— Estas demasiado confiado ¿No crees? — comentó — Como si fueras el mejor detective de Asia.

Y de hecho, Tay no estaba lejos de serlo.

New lo sabía, y en cierta parte uno de los motivos por el que no le caía bien era porque lo había admirado antes de conocerlo.

Los casos que había resuelto Tay Tawan, habían dado la vuelta a todo el continente, pues eran casos que nadie más había resuelto.

Y New estaba ansioso por conocerlo, pero lo había decepcionado enormemente.

— Estoy seguro de que no tienes ni idea de por donde empezar.

Arrancándote la cabeza, pensó Tay mientras sonreía, para aminorar el molesto comentario del crío que tenía por compañero.