El ninfa del rey

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-¡Bakugo katsuki! ¡¿Crees que volverás a salir después de el alboroto que causaste?!- decía la reina Bakugo, reprochándole a su hijo.

-¡Déjame en paz! ¡si yo quiero ir de aquí al fin del mundo lo hare! - le gritoneaba su hijo, no se iba a quedar callado.

-Hijo , no es que queramos castigarte, solo que metiste en problemas al joven Midoriya, la cual no fue lo correcto - El plan de la madre de katsuki es prohibirle salir y ver si se merece a al joven izuku, iba a usar todas sus armas para que se quede en el castillo.

-¡No les debe de importar lo que haga o no! - grito de vuelta, le molestaba que lo cuestionaran o que le dijeran que no a las decisiones que el tomaba.

-¡Katsuki si te largas, te casare con la mujer que yo quiera!- La ara del rubio cambio un poco y eso hizo que mitsuki tuviera mas confianza de sus palabras.

Aun así Katsuki no iba a desistir, ya se le metió una idea a la cabeza y no se la iban a sacar - ¡Aun así me iré y ni se te ocurra casarme que hare una rebelión! - Por mas que lo contradigan el no cederá.

-¡Si Eijirou te sigue, no podrá entrar en la guardia real!- el pelirrojo presente se le fue el color de la piel, ¿como podría proteger al reino en el que creció si no se convirtió en guardia real? 

-¡No lo metas en esto! ¡Me iré, no lo trates de evitar! - el rubio estaba dispuesto a irse, había girado su cuerpo con destino a la puerta.

-¿planeas sacrificar a tu amigo katsuki? - su madre sabia que katsuki apreciaba mucho a eijirou, que podría ser uno de sus puntos débiles.

-¡Escúchame bien pelos de mierda! ¡quédate y haz lo que quieras no me sigas! - si tenia que hacer esa búsqueda solo, lo haría, pero no iba a retroceder, se dio cuenta que lo hizo mal y si así enmendaría sus estúpidos errores lo haría. des

-¡si es así lárgate, pero ya te dije que hare , pero si quieres regresar tendrás que casarte con la mujer que yo escoja! - katsuki no paraba en nada, cada vez estaba mas cerca de la puerta y sin hacer ningún ruido el pelirrojo lo seguía- ¡es mi ultima advertencia!

se escucha como se abre una puerta, sabe que un pie fuera y ya lo arriesgaría todo, pero ahora no era hora de pensar, era tiempo de hacer.

-¡Niño tonto! ¡Lo perderás todo!- gritaba la rubia.

-¡Katsuki, hijo! ¡piénsalo un poco!- su padre iba a salir corriendo tras de el, pero antes de eso su esposa lo había agarrado por el brazo.

Antes de salir el rubio soltó una frase- jódanse - antes de que cerraran la puerta se alcanzo a ver el dedo levantado del rubio y en su cara una sonrisa egocéntrica.

por adentros todavía del castillo, los padres de katsuki se quedaron sonriendo, su madre mas ya que sus sospechas se habían confirmado.

-¡Mis reyes, me da una lastima defraudarlos, pero mi amigo es mas importante y jure protegerlo! - el de cabello café sonrió, y dio gracias a que su hijo pudiera encontrar un amigo tan leal como el pelirrojo.

-Antes de que vayas, toma esto - la mujer le da un mapa, las mozas habían murmurado y los murmuros fueron susurros a sus oídos.

el pelirrojo da una inclinación para salir por su amigo rubio, quizá ya no era un príncipe, pero era la misma persona a la que le juro lealtad hace ya tantos años.