Caja de Pandora

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Diez días atrás:

Una bola de luz descendió delante de todos, y cuando se posó en el suelo, deslumbró el estadio entero. Cuando la iluminación cesó, en el lugar donde hacía un momento había una bola flotante azul ahora había un chico. Su rostro resultó familiar para algunos jugadores del Raimon. Parecía Mark, pero más joven, hasta tenía esa bandana en la cabeza. Aunque tenía algunas diferencias con el entrenador del Raimon; éste chico portaba una especie de auricular en su oído izquierdo y tenía el pelo pincho en su totalidad y de un color entre negro y verde.

Mark por un momento tuvo un ataque de recuerdos, había visto a aquel chico, "¿Pero donde?".

—¿Quién eres? ——preguntó Kevin de manera amenazante, cauteloso después de todo lo ocurrido. Después de todo, este nuevo individuo podría ser un aliado del científico.

—¡Me llamo Canon Evans!

—¿Evans? —repitió Arion—. ¿Eres un primo de Mark?

"¿Evans?" Se preguntó Mark. No conocía a ningún familiar que fuera así, y sin embargo, le sonaba mucho. Se obligó a pensar pero solo recibía destellos de un partido de hacía años: la final del Fútbol Frontier, pero algo andaba mal, no era el Zeus a quienes recordaba. "¿Que me está pasando?".

—No. No soy el primo, ni sobrino de Mark... —Canon parecía dubitativo de si explicar algo o no.

—¿Entonces?

—Yo... Soy el bisnieto de Mark.

—¡¿El qué?! Es una broma, ¿no?

Mark seguía perdido en sus recuerdos. ¿Quiénes eran esas personas a las que recordaba? Un chico con cabello gris y una marca en la cabeza, un hombre alto con dientes de jabalí y un parche en el ojo, dos enanitos de piel rosada con una "más" y un "menos" en la cabeza... "Esas no son las personas a las que me enfrenté. ¿Por qué las recuerdo?" Sabía que la final fue contra Byron, pero ahora ya no estaba seguro.

—No es una broma, lo juro —aseguró Canon—. Vengo del futuro porque aquí tengo una importante misión. Para proteger el fútbol.

—¿Ah, sí? ¿Y cual es? —Kevin seguía desconfiado ante aquel chico y Canon entendía que así fuera.

—Vengo a impedir que el Inazuma Japón juegue el partido contra Los Cyborgs.

—¿Y así defiendes el fútbol? No me la cuelas, chico. Japón defenderá este deporte. Son los mejores del mundo, después de todo —sentenció Kevin. Pero Canon no se daría por vencido fácilmente.

—Mire, Kevin. —Esto sorprendió por un segundo al creador del torneo, no le había dicho su nombre en ningún momento. Instantáneamente pensó en el auricular que llevaba Canon y se imaginó que había captado toda la conversación o que le transmitían información—. Si el Inazuma juega este partido, aquellos individuos ganarán por cinco a uno, y eso les dará mucha reputación a sus mejoras. Así que los equipos grandes empezarán a comprarlas para mejorar a sus equipos y de esta manera el futbol dejará de convertirse en un deporte de superación para ser uno de dinero... Y eso que en parte ya lo es.

—Entonces si sabes tanto di ¿Qué debemos hacer?

—Bueno, durante mi viaje hasta aquí estuve reflexionando junto a un amigo mío llamado Elzes Killard y acabamos concluyendo en que la mejor manera de defender el fútbol es que forméis un equipo con los mejores jugadores del torneo. O al menos con grandes jugadores de cada selección. De esta manera creemos que tendréis alguna oportunidad.

—¿Y tú? —le preguntó Kevin.

—¿Yo? No creo estar a la altura señor. Solo venía a advertiros.

Inazuma Eleven Go: ¡Mundial, allá vamos!Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα