Regates en Duelo

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Era día de partido e Iggie no sabía como tomárselo.

Había decidido que éste iba a ser el último encuentro que disputaría con la selección japonesa, estaba seguro que algún otro jugador podría hacerlo mejor que él y para ser una carga para el equipo prefería apartarse de la mejor de las maneras.

Estaba súper nervioso, la única vez que se había sentido algo similar en su interior fue jugando aquél partido de Inazuma Japón A contra Inazuma Japón B. El defensa se rio por dentro. Le parecía gracioso que las dos veces que más nervios había pasado fuera por dos cosas totalmente contrarias, la primera porque quería entrar en la selección y la segunda porqué quería salir de ella. También le pareció curioso lo mucho que podía cambiar alguien de parecer en prácticamente un mes.

Después de estar un rato decidió dejar de perder el tiempo rememorando su trayectoria, eso no cambiaría nada y prefería concentrarse para el partido que tendrían por delante, iba a ser uno excesivamente duro, sus sentimientos al igual que sus nervios le jugarían una mala pasada más de una vez y esa no era la impresión que quería dejar en el público antes de apartarse. 

Había podido ver con sus ojos a Matías Medino en plena acción y era fácilmente el mejor regateador del torneo, además que Joaquín García era increíble en la parte defensiva. Le pareció muy extraño que el defensa chileno le diese consejos sobre como mejorar defensivamente justo un día antes del partido, pero los aceptó de buen grado. Esos consejos le acompañarían a lo largo del tiempo, fuera del FFI.

Pasaron una mañana ajetreada, siempre era un caos los días de partido. Nadie se preparaba las cosas antes, solamente lo hacían Bay, Cronus, Riccardo y él. Alessandro también solía hacerse el equipaje un día antes, pero eso fue antes de que se lesionara y se tuviera que ir del equipo. Iggie sintió lástima por él y no pudo evitar pensar que ojalá hubiera sido él mismo quien se hubiera lastimado, así aún estarían aquí tanto él como Aitor.

Después de un buen rato estuvieron todos a punto, todos menos Biel, que siempre tardaba más que los demás en prepararse. Aprovecharon ese tiempo para subir todos al autobús. Pasaron más diez minutos antes que el tardón acabase de prepararse y subiera al vehículo.

El defensa español estuvo buscando con quien sentarse, algunos ya tenían compañero de asiento, pasó por delante de Lucian que estaba solo y le miró para que le cediera el asiento que tenía al lado, pero el delantero contestó girando la cabeza súbitamente para otro lado, cosa que desilusionó y entristeció mucho a Biel dejando en el aire un gemido débil.

Se giró para buscar otro sitio y entonces vio a alguien que levantó la mano justo al final del autocar, era Iggie.

—Si quieres puedes sentarte a mi lado. —dijo el defensa de hielo amablemente, Biel no lo dudó y fue hacia allí para tomar asiento.

Pasó un rato donde no dijeron nada de nada, solo oían a los demás hablar mientras que ellos estaban callados, fue muy violento para Biel así que intentó romper esta incomodidad.

—Oye, al final has decidido algo sobre... Ya sabes. —lo dijo de esta manera ya que sabía que pocos conocían la intención de Iggie de dejar el equipo, y prefería que se enterasen por palabras del propio jugador que por las suyas propias.

El chico bajito afirmó con la cabeza mientras hizo un gesto con las dos manos que significaba que se marchaba.

—¿Estás seguro que eso es lo que quieres? —dijo Biel intentándolo convencer de lo contrario sin decirlo claramente.

—Sí —respondió con un tono aún más bajito—, llevamos una semana y un partido ya aquí y no noto que sea mejor, así que prefiero acabar con esto y que otro haga lo que tengan que hacer por mí.

Inazuma Eleven Go: ¡Mundial, allá vamos!Where stories live. Discover now