Inazuma Eleven Go: ¡Mundial, allá vamos!

Regreso

 —Nos volvemos a Japón. —Escucharon decir de repente a Travis en la hora del desayuno, lo que provocó algún que otro atraganto.

—¿Cómo? —se dignó a preguntar Riccardo.

—Lo qué oís.

—Pero aún queda una jornada por delante. Podemos no estar eliminados.

—No nos vamos porqué estemos eliminados —respondió el seleccionador—. Volveremos a Japón ya que hemos tenido la suerte de que la última jornada nos toca descanso. ¿Acaso no queréis ver a vuestra familia y amigos? —Esta pregunta dejó dubitativos a muchos jugadores—. Si volvemos ahora tendremos una semana por delante hasta que se juegue el partido, si resulta que no logramos pasar de ronda ya estaremos allí en Japón y no tendremos que soportar colas enormes para coger el avión, si por otra parte ganamos será mucho más fácil volver que salir. Además, yo tengo cosas que hacer en Japón y quiero ver a mi hija.

Muchos jugadores estuvieron de acuerdo aunque algunos como Biel y Sol se quejaron, ya que querían aprovechar al máximo la estancia en la isla del fútbol y no podrían hacerlo si se fueran una semana antes de lo previsto.

—Yo no os obligo a volver, pero sí que os aviso de que yo y los que me acompañen nos iremos y si quedamos eliminados no volveremos. Eso significa que os las tendréis que apañar vosotros mismos para llegar al avión a tiempo cuando sea el momento. —Esto no agradó a los chicos que pensaban cómo Sol pero sí que les convenció. Lo de tener que ir solos al aeropuerto no era algo que les gustase—. Vale, ahora que ya lo hemos decidido os aconsejo que os despidáis de todos los amigos que habéis hecho por aquí, puede ser que no los volváis a ver en mucho tiempo, incluso puede ser que no los veáis nunca más. Saber cuando algo puede ser lo último es mejor que encontrártelo luego, aprovechar eso.

Los chicos hablaron entre ellos para saber a quienes ir a despedir: Sol quería ir a despedirse de Lautaro y José, aunque éste último fuera su gran rival y se enfrentasen cada dos por tres al final le había cogido cariño y le caía bien. Cronus decidió ir a despedirse de Byron y de paso podría hablar con Pietro para zanjar por completo el asunto del Zeus y el Monte Olimpo, sabía que lo había perdonado ya, pero quería asegurarse. Arion e Iggie decidieron ir juntos con Skie para despedirse tanto de Matías como de Joaquín. Vlad convenció a su hermano para ir a hablar con los congoleños y poder disculparse por jugar de forma tan agresiva y buscar tantos goles durante la primera parte.

Lucian se acercó a Biel.

—Oye ¿Vamos a despedirnos de Lizzie? —le propuso.

—Bueno, de Lizzie y de Bruno.

—Claro, claro. Cuándo digo Lizzie me refiero a los dos. —Biel le dedicó una mirada un poco extraña.

—Vale —acabó contestando—, pero antes me gustaría irme a despedirme de una persona ¿Nos vemos en el área japonesa en una hora? —Lucian le dijo que ok.

Biel se marchó por la puerta antes que cualquier otra persona, menos de Rex que salió al mismo momento. Biel le preguntó de quién se tenía que despedir y Rex le dijo que de muchas personas, pero no concretó en ninguna, «Que raro, creía que no tenía amigos.».

Rex se dirigió antes que nada al área belga. La primera persona de la cuál se quería despedir era Carlson, porque para él había sido el mejor amigo que había hecho. Tal vez no hubieran quedado tantas veces como otras personas solían hacer, pero así eran ellos.

Cuando Rex llegó al albergue de los belgas se sorprendió al ver que estaba vacío, se le ocurrió acercarse al campo de entrenamiento belga y sí estaban ahí. «Creía que entrenaban únicamente de tardes...».