Capitulo final.

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-a ver, a ver, aquí va otro. –Dije y vi como mi novio giró los ojos. -¡Oh, vamos, Liam!, este va a gustarte.

-¿Por qué tendría que gustarme?, todos tus chistes son terribles. –Se cruzó de brazos. –Pero supongo que puedo darte otra oportunidad. –Sonreí.

Estábamos en la estación de trenes. Él y Zayn habían ido a recogernos a mí y a Dorian, solo que este no se quedaría porque tenía que ir a ver a su familia a otra ciudad, él y Zayn llevaban platicando como media hora y yo ya me estaba aburriendo así que me puse a contarle mis “terribles chistes” a Liam.

-Okay, okay, uh, ¿Sabes cuantas cucarachas se necesitan para cambiar una bombilla?. –Lo pensó.

-No, no lo sé, ¿Cuántas?.

-No lo sé, cuando enciendo la luz se esconden. –Terminé con una carcajada y Liam abrió los ojos.

-¡Oh, no lo hiciste!. –Seguí riendo. –Eso fue malísimo, juro haberlo escuchado en alguna película.

-Amas mis chistes.  –Dije deslizándome en la banca para sentarme más cerca de él. Liam sonrió y entrelazó sus dedos con los mios.

-Eres muy malo contando chistes, amor. –Reí bajo. –Pero joder, así te amo, mucho. –Aclaró y yo le robé un pequeño beso. –Me gustó más en el Kungfu-panda. –Dijo y yo volví a carcajearme.

-Listo, podemos irnos. –Escuché decir a Zayn y ambos nos giramos. Entrecerré los ojos al verlo sonrojado, miré a Liam y de nuevo a él.

-¿Qué pasó, Zayne?.

-Nada. –Contestó frio.

-Tardaron mucho. –Dijo Liam y yo asentí. -¿De qué hablaron tanto?. –Zayn se pasó una mano por el cabello y luego suspiró.

-Le pedí su número de teléfono, ¿vale?, ¿contentos?. –Reímos. –Joder, ¡que no se rían!, me lo ha dado y también un beso antes de marcharse. –Dijo orgulloso y yo elevé una ceja.

-Ojala te deje en la Friendzone.-le dije refiriéndome a lo suyo con Dorian y el sonrió grande.

-Sabes que no lo hará.

Pasamos a dejar a Zayn a su casa y luego fuimos a la mía para saludar a mi padre. Comimos con él pero luego tuvo que irse a una cita, ¡UNA C.I.T.A!, oh dios, eso no lo venía venir. Igual estaba feliz por el y quien sea que fuera la mujer con la que salía.

Subimos a mi habitación y nos sentamos en la cama, iba a poner música desde los aparatos pero Liam negó con la cabeza y me dijo que quería escucharme tocar la guitarra. Sonreí y le dije que sí. No podía negarle nada.

-¿Qué quieres que toque?. –Pregunté mientras afinaba algunas cuerdas y el sonrió para luego sacar su billetera y de allí un papel doblado.

-Esto.

Tomé el papel entre mis manos y sonreí al desdoblarlo. Definitivamente jamás dejaría de amarlo.

-Sabes que no tiene letra aún. –Le dije poniendo el papel de la “Liam’s song” sobre la cama para verlo mejor.

-Piensa en algo ahora. –sugirió y yo le sonreí de lado.

Entonces comencé a tocar y el me miraba. Me concentré en todas las cosas que me gustaban sobre él y comencé a cantar sin saber de dónde venían las palabras. Le canté sobre sus labios y de cómo los considero tan besables. Le canté sobre sus besos, sobre cómo se sentían las yemas de sus dedos al tocarme… y en cómo sus ojos son irresistibles. Pensándolo bien, ese era un buen titulo para la canción.

Me recosté en la cama con Liam encima de mí. Disfruté sus besos por todo mi cuello y aproveché para acariciarle la espalda. Gemí bajo al sentir su mano dentro de mi pantalón, dios, necesitaba quitarle la ropa.

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