—Bastante bien, Mony. Solo necesitaba despejarme un poco. —Ella asiente con una sonrisa comprensiva y comienza a jugar con una servilleta que hay sobre la mesa.
—No quiero sonar entrometida, pero oí que estás viviendo en la mansión sobre la colina. Y, bueno, me dio curiosidad saber si las leyendas son ciertas. —Ladeo la cabeza y la observo con absoluta y pura confusión.
—No sé nada sobre esas leyendas. —Ella abre levemente la boca y frunce el ceño.
—Vaya, que extraño... —Hace silencio por unos segundos, y yo tampoco tengo nada para decir, así que cierro la boca—. Está bien, te lo resumiré. Básicamente, se dice que esa mansión está maldita—El recuerdo de Mark diciendo aquello mismo en el jardín de mi hogar me revuelve el estómago—. La leyenda cuenta que los últimos empleados que pisaron la mansión han visto el fantasma de un miembro de la familia que allí vivía vagar por el lugar. Dicen que los atormentaba y les comía el alma por venganza—Hace una pausa para acercarse a mí y susurrar—: Hay mucha gente que cree que la casa está endemoniada y que ese ente es el causante de todo—Hago una mueca, está claro que gran parte de esa leyenda es simplemente eso, una leyenda.
¿Hank comiendo almas? ¿En serio?
—¿Sabes qué le pasó al ente de la mansión? —pregunto. Sé que no debo entrometerme en la vida de Hank, pero la curiosidad que siento ahora es enorme.
—¿Te refieres a cómo murió? —Asiento, y ella se remueve incómoda en su asiento—. Bueno... No nos gusta hablar mucho de aquellas épocas, fueron tiempos muy dolorosos para nuestros antepasados—Se muerde el labio—. Fue repentino. Lo único que sé es que desapareció, pero por qué... Eso es un misterio para todos—Un escalofrío me recorre el cuerpo al imaginar todas las posibilidades. De repente, siento su mirada puesta sobre mí, la curiosidad plasmada en su rostro mientras camina hacia aquí.
Tengo que acabar con esta conversación ahora.
—De todos modos, no creo que ese ente fuera el único vagando en esa casa. —Mony se levanta y se alisa el vestido, yo la observo entre aliviada, porque se irá sin que se lo tenga que pedir, y curiosa por su comentario—. Después de todo, Hank Hawthorne no fue el único que murió allí.
Hank llega a la mesa y toma asiento mientras ve como Mony se aleja y desaparece en la cocina. Yo me encuentro en un trance, una especie de shock por la nueva información.
No he sentido ningún otro ente en la mansión. Además, creo que Hank me hubiese comentado el hecho de que haya otro fantasmita andando por allí, no me parece del tipo que se guarda las cosas.
Espero.
—¿Se encuentra bien? Está un poco pálida. —Sacudo la cabeza en un intento de desarmar el nudo en mi cabeza y luego asiento torpemente, bajo su mirada inquisidora—. El lugar es acogedor, creo que vendré más seguido—Sonrío y recuerdo algo que me hace mirarlo a los ojos.
—Estuve pensando y se me ocurrió la idea de que, si quieres salir al pueblo o a donde sea algún día, puedes pedírmelo y abriré la puerta por ti. —hablo, entusiasmada con mi idea. Hank alza una de sus comisuras en una sonrisa que casi llega a rozar lo dulce.
Vaya, así que sabes sonreír.
—Muchas gracias, señorita, pero me temo que si hace eso luego no podré volver a entrar. No tengo forma de comunicarme con usted para que me abra la puerta. —Dejo caer mis hombros con decepción, quería ayudarlo con eso.
Siempre está tan serio, triste y solo. Quiero verlo sonreír. De alguna manera, la idea de hacer feliz a ese ente de aura apagada me llena de emoción.
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Loop
RomanceLoop. "Mors ultima linea rerum est". ¿Qué tan lejos puede llegar el alma del cuerpo? ¿Y qué tanto tardaría la muerte en alcanzarla? *Por favor, no copies ni uses contenido que no te pertenece. Sé original. *Está prohibido la copia, adaptación total...
