CAP. 15

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¿Quién iba a querer muerto a Matthew?

Es cierto que Matthew tenía muchos "enemigos" por el poder que tenía en los negocios. Pero no creo que ninguno de ellos llegue a tanto.

Estoy en la cafetería del hospital, mirando fijamente el vaso con café que tengo sobre la mesa. Mientras pienso en lo que me contó Cassandra.

Le dieron la libertad esta mañana, ¿Cómo lo consiguió? No sé, pero algo me dice que el dinero tuvo algo que eso . Luego de que saliera de la cárcel fueron a comer y luego al centro comercial para comprarle regalos a Zian. De camino acá un auto se les acercó y disparó varias veces haciendo que ellos perdieran el control.

Paso las manos por mi rostro, para luego apoyar mis brazos en la mesa y mi cabeza sobre estos. Alguien se sienta frente a mi, al levantar la vista me encuentro con Sidney.

- Deberías irte, aquí no haces nada.

- No sé qué pasa por tu cabeza en estos momentos, pero venir a pelear conmigo no ayuda tampoco -murmuro.

- Es que no estoy peleando, te estoy exigiendo que te vayas. Las desgracias de Matthew vinieron por tu culpa- aprieto los puños al escucharla.

- ¿Y quién eres tú para exigirme? -murmuro con rabia- y en eso te equivocas, la única que llevó desgracias a su vida fuiste tú.

- Escúchame bien, zorra... -se pone de pie, la imito poniéndome de pie.

- No, escúchame tú más bien, perra. Si tú no hubieras abierto tu maldita boca aquel día, tal vez hasta hubiéramos estado juntos. Pero te pusiste a gritar como la maldita desquiciada que eres. No vengas a exigirme nada, cuando la única desgracia eres tú.

Tomo el vaso con café con intenciones de lanzarselo, pero luego lo dejo nuevamente sobre la mesa y me voy dejándola con las palabras en la boca.

Vuelvo con Cassandra, mientras Dominik se encarga de todos los papeleos necesarios para el funeral. Ahora mismo, ni ella, ni yo tenemos mente para esas cosas. No la encuentro en la sala de espera, por lo que empiezo a buscarla por todos lados. La encuentro en la capilla del hospital, está de rodillas y con las manos en su rostro. Logro escuchar pequeños sollozos.

Me acerco lentamente y me siento a su lado. Cuando logra calmarse, hace algo que siempre hacia cuando necesitaba mi apoyo en sus momentos tristes. Se acuesta sobre el suelo y apoya su cabeza en mis piernas, mientras con uno de sus brazos abraza una de mis piernas.

Suspiro llevando una de mis manos a su cabello, lo peino con mis dedos.

- Estoy sola, Jessica -murmura- A mamá no le importa nadie más que ella, él único que se preocupaba por mi era papá... Y tú. Los perdí a todos por mi egoísmo, me volví la viva figura de mi madre..

- Cassandra, no es momento para sentirte así. Debes ser fuerte.

Estaba siendo hipócrita, porque yo no estaba siendo fuerte. Siento que en cualquier momento todo a mi alrededor se va a desmoronar.

- Ni siquiera puedo estar cerca de mi hermano, la culpa no me deja... Fui tan injusta con él. Ver a papá está mañana tan ilusionado, me hizo tan feliz... Tenía esa sonrisa tan hermosa, estaba realmente feliz de saber que los vería a ambos. El te amaba, Jessica. Por más que buscara refugio en otros brazos, papá te amaba -solloza.

Debo mirar a otro lado para disimular las lágrimas en mis ojos. Todavía me niego a creerlo.





 Todavía me niego a creerlo

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« El te amaba, Jessica »

« Papá, te amaba »

Esas palabras se repiten en mi mente conforme me acerco al ataúd, está cerrado pues según nos contó el doctor su rostro quedó destrozado y era mejor no verlo así. Él sufrió todos los golpes por proteger a Cassandra.

Zian lleva su cabeza apoyada en mi hombro, es como si sintiera todo lo que pasa.

Cassandra me pidió que dijera algunas palabras. Sidney intento negarse, pero Cassandra la mandó a callar. Cuando estoy por pasarle mi hijo a Dominik, ella se acerca.

- ¿Puedo tomarlo? -me pregunta. Sus ojos y nariz están muy rojos, se le han puesto dos ojeras terribles bajo los ojos. De un día para otro su físico cambio completamente.

- Claro -asiento.

Cassandra toma a mi hijo en sus brazos, se miran durante unos segundos. Ella rompe a llorar y lo abraza, mi hijo como si supiera que ella necesita un abrazo, rodea su cuello con sus bracitos y apoya su cabeza en la mejilla de Cassandra.

Mis ojos vuelven a llenarse de lágrimas, Tiara se acerca a ambas. Le da el pésame a Cassandra dándole un pequeño abrazo y luego me abraza a mi. Con mi amiga no puedo fingir, ella sabía toda nuestra historia y como me sentía al respecto.

- Siento tanto esto, amiga -susurra en mi oído- Me imagino como te sientes, nunca dudes en apoyarte en mi hombro si lo necesitas.

Asiento y me alejo. Me seco las lágrimas y me pongo delante de las personas que están allí, saco una hoja de papel de mi bolso. Escribí lo que quería decirle.

- Yo... -aprieto mis labios, mis padres están en primera fila. Papá, aunque finge estar bien, puedo notar el dolor en sus ojos- Siendo sincera no se cómo empezar, lo he escrito todo aquí -levanto la hoja de papel- Pero esto es solo una mentira que escribí para aliviar el dolor. Pero no siento nada de esto, no siento que dejará de doler menos si me miento -las lágrimas vuelven a salir y está vez no me preocupo en quitarlas- Para muchos, incluyéndome, lo nuestro fue un error, que nos costó bastante caro. Pero aunque muchos de ustedes no lo crean, lo poquito que pudimos estar juntos, nos amamos. Fue un amor problemático, si... Pero gracias a ello hoy tengo al regalo más hermoso que me hayan podido dar -miro a mi hijo, que descansa en los brazos de su hermana- yo... Lo siento tanto -miro el ataúd- siento tanto que las cosas hayan pasado así. Me enfoque tanto en olvidar el pasado, que no me di cuenta que lo que debimos hacer era perdonarnos y de alguna manera arreglar... -sollozo, niego con la cabeza- No puedo seguir, lo siento.

Dominik se acercó para abrazarme, Luz a tomado a mi hijo, pues era la hora. Lloro en silencio viendo como el ataúd descendia. Los recuerdos me invaden y las ganas de llorar se hacen más intensas. Mi cuerpo se estremece a causa del llanto.

¿Cómo se supone que supere esto?

Me suelto de agarre de Dominik y me acerco a dónde está Cassandra arrodillada, tomando con fuerza el césped debajo de ella. Las fuerzas abandonan mi cuerpo y termino cayendo de rodillas junto a ella.

Papá intenta acercarse a mí.

- ¡No me toquen! ¡No quiero que me den palabras de aliento cuando muchos aquí no lo querían! -sollozo, me siento culpable y es algo que no puedo evitar- Perdóname, matthew. Pero ¿Que se supone que debía hacer? Solo buscaba una mejoría para todos... Perdóname.

Pero se que él ya no me escucha, ya no me dirá cómo se siente.

Ya no lo veré sonreír otra vez.

Lo siento, sigues siendo PROHIBIDO. ✓Where stories live. Discover now