CAP. 30

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Escucho a alguien hablar a mi lado, pero no quiero despertar. Pues después de muchos días, por primera vez me siento tan tranquila. Sin miedo a lo que puede pasar.

Pero conforme pasan los segundos voy recordando lo que pasó. Las ganas de llorar me invaden, llevo una mano a mi vientre a la vez que abro los ojos.

Matthew está junto a la ventana, es de noche. Está fumando un cigarro.

Quiero preguntarle si perdí a mi bebé, quiero saber que pasó después de que lo escuche llamar a su hija.

Me doy cuenta de que tengo un suero conectado a mi brazo.

- Haz despertado -apaga el cigarro, para acercarse a mí. Me encojo dónde estoy, ya no confío ni un poco en él, me a destruido por completo- ¿Por qué no me lo dijiste?-se sienta junto a la cama.

Ya lo sabe.

- ¿Lo perdí? -me atrevo a preguntar.

- No -niega con la cabeza- Tuviste una amenaza de aborto.

Lloro, pero está vez de felicidad. Acaricio lentamente mi vientre.

- Es de él ¿No? -lo miro- Por eso tus ganas de volver con él. ¿Ya lo sabe?

- No me hagas más preguntas, no quiero que te enojes y termines violandome otra vez.

- Jessica.

- Me dañaste, física y mentalmente. Me jodiste de todas las maneras posibles -mi voz se quiebra- Nunca me imaginé que llegarías a tanto, nunca pensé... Que te odiaria con la misma fuerza con la que alguna vez te amé.

- No digas eso. Las cosas se puede solucionar..

- Hay solo dos maneras, o me dejas ir o me matas de una vez por todas. Porque estar aquí contigo es una maldita tortura.

Mis palabras lo hieren, lo sé. Y de alguna manera eso me hace sentir tan bien.

Se pone de pie.

- El doctor dijo que debes mantener absoluto reposo -pasa una mano por su cabello- debo salir unos días a resolver un par de cosas, me voy mañana en la mañana. Cassandra cuidará de ti mientras no estoy, por favor mantente en reposo.

- ¿Ahora sí te preocupas por mi?

- Deja de tentar la maldita suerte, Jessica.

- Vete al diablo, Matthew.

Deja salir un suspiro y sale de la habitación, cerrando la puerta con algo de fuerza. Dejo salir el aire que no sabía tenía retenido y acaricio nuevamente mi vientre.

- Debes ser fuerte mi amor, por mi y por papá. Él aún no sabe, por favor quédate con nosotros.





Matthew se fue hace una hora, Cassandra vino a decirme. Luego de que se fue un doctor vino a ver cómo seguía, cambió el suero, y a realizarme algunos exámenes. Luego de diez minutos que se fue la puerta vuelve a abrirse, es Cassandra. Pero está vez no viene sola, viene con Luz.

En cuanto nos vemos, ambas empezamos a llorar. Cassandra rueda los ojos, pero eso es lo que menos me importa. Luz se acerca a mí y me abraza con cuidado.

- Me alegro tanto de que estés bien -murmuro.

- Me alegra verte a ti bien -Se sienta junto a la cama.

- Te traje para que la cuides, no para que te sientes -le dice Cassandra, la miro con odio- No puedo estar todo el tiempo pendiente de ti y del engendro que llevas dentro de ti.

- Cállate, perra.

- Si si, lo que digas. No intenten nada, la casa está resguardada y la mínima idea de salir de aquí lo harán, pero con una bala en la cabeza.

- ¿Quieres lárgate? Tu maldita voz de Chihuahua me molesta.

Ahora es ella quién me mira con odio, sale de la habitación. Escucho como le pone seguro a la puerta.

- ¿De que hablaba?

- Es una larga historia -suspiro.

Empiezo a contarle todo, incluyendo lo que Matthew me hizo y lo que pasó después. No pude guardarmelo para mí, una vez empecé hablar no pude callarme. Luz se pone cada vez más roja por la rabia.

- ¡Ese hijo de puta! -aprieta sus puños con fuerza- ¡ESE COBARDE!

- Luz por favor, baja la voz. No quiero que...

- ¡Que lo sepan! Es un maldito violador -sus ojos se llenan de lágrimas- Te violó, Jessica. Debemos sacarte de aquí rápido. ¿Que es lo próximo que hará? ¿Matar a ese bebé en tu vientre? ¿Hacerle daño a su propio hijo? Es un enfermo.

- Dominik me está buscando, está dando una gran recompensa -logro decir.

- ¿Cuánto?

- 100,000 mil dólares.

- Eso es mucho -muerde suavemente su dedo pulgar- Creo que...

- No, ahora no podemos -suspiro, ella me mira como si me hubiera vuelto loca- Matthew está a la defensiva luego de ver lo que ofrece Dominik, de saber que me está buscando. Nos estarán vigilando y si damos aunque sea un paso en falso, estaremos jodidas.

-Tienes razón -muerde su labio inferior.

- Me ganaré su confianza -susurro.

- ¿Cómo? -susurra igual.

- El quiere que seamos una familia otra vez, eso le daré.

- Es demasiado arriesgado, Jessica. Él te obligará a renunciar a Dominik.

- Y lo haré si es necesario, mientras estemos aquí.

- ¿Y lo ayudarás a buscar pruebas contra tu suegro?

- ¿Y si es cierto que Aaron está metido en cosas turbias?

- Esto es muy jodido ¿Sabes?

- Mataré dos pájaros de un tiro.. y espero no me toque hacerlo tan literal.

Luz me mira queriendo decir algo, pero al ver lo decidida que estoy solo asiente y toma mi mano. Le agradezco por su compañía y ayuda, al menos ahora no me sentiré tan sola.

Ahora solo me toca pensar en como haré las cosas, como voy a descubrir lo que hace Aaron y como me voy a salir de las garras de Matthew Anderson.

Lo siento, sigues siendo PROHIBIDO. ✓Where stories live. Discover now