CAP. 16

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Una semana después.








Zian está jugando con uno de los peluches que Matthew había comprado para él. Solo unos pocos juguetes se salvaron y Cassandra se los trajo hace unos días.

Ella está mal, realmente está muy triste.

Dominik por otro lado a estado un poco distante, siento que lo que pasó en el funeral de Matthew lo hizo sentir mal. Nunca fue mi intención, fue algo que no pude evitar.

He puesto una foto de Matthew en la habitación de Zian. Se supone que debía haber echo eso hace tiempo, pero nunca lo hice hasta ahora.

Dominik se acerca a Zian, deja un beso en su cabecita y luego se acerca a mi. Estos días han sido terribles para mí, las pesadillas volvieron y la ansiedad me está atacando de la peor manera.

- ¿Cómo te sientes? -se sienta frente a mi, para desayunar- Anoche no dormiste mucho.

- Tuve otra pesadilla -acaricio mi sien, me duele la cabeza- ¿Tu dormiste bien?

- Un poco, si - asiente. Suspira apoyando ambos brazos en la mesa- Jessica, no puedes seguir en esta situación. Mírate, tienes ojeras, ya no duermes más que dos o tres horas. Te he visto tomar alcohol está semana completa, cosa que casi nunca hacías.

- Lo siento, yo...

- Se que te duele que él haya... Muerto. Pero debes ser fuerte, por tu hijo, por ti, por mi. Yo también te necesito princesa, odio verte así -toma mi mano- se lo que sentías por él, no te lo cuestiono. Pero debes dejarlo ir.

Asiento, tiene razón al decir que es hora de dejarlo ir. No puedo seguir hundiéndome la depresión, tengo una familia y un hijo al cual cuidar y darle todo el amor que necesita.

- Está bien.

- Sabes que cuentas con mi apoyo para todo -deja un beso en mis labios- Debo irme, mamá sigue enojada.

Su madre a estado enojada con él todos estos días, pues según ella fue quién primero debió enterarse que su hijo caminaba y no yo.

- Está bien, nos vemos más tarde.

Él asiente y luego sale del departamento. El día después del entierro de Matthew volvimos al departamento, no sentía correcto volver a la casa en la playa luego de lo que pasó.

Me siento junto a mi hijo, para jugar con él. Su sonrisa ilumina mis días, de no ser por mi hijo y Dominik, no sé dónde estaría ahora.

El timbre suena, me pongo de pie yendo a la puerta para ver de quién se trata. Al abrir me encuentro con un mensajero, en sus manos lleva un ramo de rosas.

- ¿La señorita Jessica Jackson?

¿Por qué estaba usando mi apellido de soltera?

- Eh, si.. soy yo -le digo.

- Esto es para usted ¿Podría firmar aquí?

Asiento, tomo el lapicero y firmo dónde me indica. Una vez tiene la firma se va, cierro la puerta y miro el ramo de rosas rojas. Hay una notita, la tomo y leo lo que dice.

Fuiste mi tentación, mi locura más hermosa. Y aún después de la muerte, tú seguirás siendo mi amor prohibido.

Me tiemblan las manos una vez termino de leer lo que dice la nota. A mi mente llega Matthew, pero termino negando con la cabeza.

¿Cómo podría ser él si... Esta muerto? ¿Y si no murió?

- No... Creo que me estoy volviendo loca.

Dejo las flores en agua y vuelvo con mi hijo, luz se a tomado el día libre.

Me paso la mañana con Zian, a la hora del almuerzo preparo algo ligero y sano para ambos. En la tarde mi pequeño toma su siesta, Dominik no a llegado. Me siento en mi cama con la tarjeta en mi mano.

Podría llamar a la floristería y preguntar.

Con esa idea rondando mi cabeza, volteo la tarjeta pero no hay un número dónde llamar. Voy corriendo a la sala donde están las flores y busco algún número o nombre. Pero no encuentro nada.

Suena el timbre, me guardo la tarjeta en el bolsillo de mi pantalón y voy abrir la puerta. Es Tiara.

- Hey, parece como si hubieras visto un fantasma -pasa por mi lado entrando.

- Hola -cierro la puerta- ¿Y Tommy?

- Se a quedado con Marcos -se sienta, su mirada va a las flores- Lindas flores.

- Gracias. -finjo una sonrisa, me siento frente a ella- ¿Que te trae por aquí?

- Vine a ver cómo estabas, Ellis me contó que haz cancelado todas las reuniones de esta semana e incluso rechazaste una buena oferta de trabajo. Dominik luego me llama para decirme que está preocupado por ti ¿Quieres ser sincera conmigo y decirme cómo te sientes, amiga?

- No estoy bien -murmuro sincera- Aún me estoy acostumbrando a la idea de que no está. Es difícil cuando este tipo de cosas pasan y no te permiten cerrar ciclos, despedirte o tan siquiera pedir perdón. Siento que quedaron muchas cosas inconclusas entre nosotros.

- ¿Aún lo seguías amando? -sonríe leve- Pensé que ya lo habías olvidado.

- Yo pensé lo mismo, pero luego de lo que pasó.. me siento tan culpable por haber ocultado todo lo que siento. Quiero a Dominik, es mi hombre ideal. Pero ¿Cómo puedo dejar de querer a Matthew cuando lo nuestro fue tan desastroso y lindo a la vez? -suspiro- es como si Matthew hubiera entrado a mi vida como un huracán, arrasó con todo a su paso y me dejó en el limbo, esperando que repare lo que se llevó.

- Pero ya es tiempo de que lo olvides -se pone de pie y se sienta a mi lado, para luego tomar mi mano- Se cuanto lo amaste, pero no sé si te das cuenta de las contras que le puso el destino. No estaban destinados a ser, te dió un lindo regalo que es tu hijo. Sonará mal, pero conformate con que se amaron, a su loca manera. Y así fue hasta su último suspiro.

Se me llenan los ojos de lágrimas, miro hacía el techo tratando de contener las lágrimas.

- Es difícil, Tiara.

- Lo sé cariño. Pero tienes la dicha de tener un hombre a tu lado que te ama -acaricia mi mano- y un niño hermoso que te necesita ahora más que nunca.

- Lo sé, agradezco tenerlos a mi lado -sonrío leve.

- ¿Cassandra se a comunicado estos días contigo? -asiento.

- Si, vino hace unos días a traerle a Zian los regalos que Matthew le compró el día de su muerte.

- ¿Que tal lleva la relación su hermano?

- Siento que le tiene vergüenza a Zian. Ella parece no deja de pensar en lo que pasó.

- No es para menos, la está carcomiendo el remordimiento -rueda los ojos.

La puerta se abre, Dominik entra sosteniendo unas bolsas.

- Ya llegué, princesa -sonríe, luego ve a mi amiga- ¡Tiara! Que bueno verte por aquí.

- Hola, Dominik -sonríe. Se pone de pie, se acerca para abrazarlo.

- Quédate a comer una rebanada de pastel, vamos -se acerca a mi para darme un beso en los labios. Veo que mira algo detrás de mí- ¿Y esas flores?

Tiara mira a Dominik y luego a mí.

- Yo pensé... -se queda callada mirándome sospechosa, tratando de que Dominik no se de cuenta.

¿Y ahora que le digo?

Lo siento, sigues siendo PROHIBIDO. ✓Where stories live. Discover now