Lo siento, sigues siendo PROHIBIDO. ✓

CAP. 36

Dominik.

Escucho a mamá gritar por el teléfono, ya no me vale pedirle que deje de discutir con mi padre. Trato de entenderla, trato de pensar que se siente igual que yo. Pero no, mamá sigue cuestionando a papá, cuando lo hecho, hecho está.

Tomo las llaves del todo terreno y salgo de la casa. Estar en el campo nuevamente me a ayudado bastante, claro, solo en el día cuando estoy con mi primo o Riley.

Ella está de mi lado, piensa que Jessica no se iría así por así. Algo pasó, se que algo pasó.

- Dominik.

Me doy vuelta, estaba apunto de llegar a mi auto cuando escuché que me llamaban.

- Riley ¿Cómo estás?

- Bien, he venido a verte ¿Tienes tiempo?

- Si, iba a dar una vuelta. Si quieres ven conmigo.

- Claro, vamos -sonríe.

Camino hacia el auto, antes de que pueda abrirle la puerta, ya ella lo a echo.

- Muy caballeroso, pero conmigo no hace falta -se ríe y sube al auto.

Niego con la cabeza sonriendo. Subo al auto, me pongo el cinturón, veo por el rabillo del ojo que Riley hace lo mismo. Enciendo el auto y segundos después lo pongo en marcha. A mí mente llega la imagen de la primera vez que ví a Jessica en casa de mis padres, se veía enojada, triste, pero sabía disimularlo.

Llegamos a un restaurante. Apago el auto, mientras me saco el cinturón y luego bajo del auto. Riley camina delante de mí, es quién se encarga de elegir una mesa. La sigo y luego me siento frente a ella.

- Cuéntame cómo va todo.

- No acepté venir aquí para hablar de mí o de Román -apoya los brazos en la mesa- Pero, antes si me gustaría contarte algo.

- Bienvenidos -una chica se acerca, la camarera- Aqui les traigo la carta.

- No hace falta -le responde Riley- Yo quiero Lasaña y un vaso de jugo.

- Lo mismo, pero con una copa de vino -la chica asiente mientras anota lo que pedimos. Y luego se va- Ahora si, dime.

- ¿Ansioso por saber? -sonríe.

- Riley.

- Ok, malhumorado -rueda los ojos- ¡Serás tío!

La noticia me toma desprevenido, pero a la vez me hace tan feliz. No puedo evitar ponerme de pie, tomar su mano y atraerla a mi para darle un abrazo.

- Felicitaciones para ambos, Riley. Estoy muy feliz por ustedes -mi cuñada me corresponde el abrazo.

- Gracias, Dominik -se aleja, volvemos a sentarnos en nuestros lugares- Pero si estoy aquí no es solo para darte esta noticia.

- ¿Pasa algo?

Ella asiente.

- Es como pensábamos, Dominik. Jessica no se fue porque quiso -En cuánto escucho siento como acelera mi corazón- Alguien se la llevó. Mi tío y Paul estuvieron investigando, llevaron al departamento a un amigo que trabaja en la policía. La persona que se la llevó fue inteligente y siento decirlo así, pero muchas personas te estuvieron viendo la cara.

- ¿Que quieres decir? -aprieto los puños.

- Empecemos por los empleados de ese edificio. Alguien le pagó una buena cantidad de dinero, manipularon las cámaras de seguridad. Más bien, las apagaron para que no se viera nadie entrar y salir. Supieron todo el tiempo que alguien se la llevó.