CAP. 35

2.3K 230 12
                                    

Una semana después.







Ya tengo todo listo. Mañana es el gran día donde vamos a "unir" nuestras almas para siempre.

Matthew a hecho todo tal cual se lo he pedido, mañana será mi única oportunidad para escapar de aquí. No tendré más oportunidad, y eso me tiene bastante nerviosa.

Salgo de la habitación y bajo al primer piso, ahí están Matthew y Zian viendo una película.

- Hola -Matthew me sonríe.

- Hola, tenía pensado salir a caminar un rato. Me duele mucho la espalda, pero no quiero estar acostada.

- Creo que sería mejor que te sentaras, ven aquí con nosotros.

-No quiero. Parece ser que no confías del todo en mi -ruedo los ojos.

- No estoy diciendo que no confíe en ti, es solo que...

- Que no me quieres dejar salir sola. Dile a ese chico, Peter. Que me acompañe.

- Está bien -murmura poniéndose de pie, yo me acerco a Zian esquivando a Matthew.

- ¿Quieres venir con Mami? -sonrío, mi hijo asiente. Tomo su manito y lo ayudo a bajar del sofá.

Matthew vuelve minutos después con Peter, es más alto que Matthew, pero menos musculoso.

- Listo, no tarden.

- Si, señor.

- Peter, ayúdame a poner a mi hijo en el cochecito.

El chico asiente y hace lo que le pido. Antes de salir, matthew toma mi mano y me acerca a él para darme un beso. Finjo una sonrisa y salgo empujando suavemente el coche donde va mi hijo.

Peter camina detrás de nosotros, espero estar lo suficientemente lejos de la casa para poder hablar con él.

- No podemos ir tan lejos, señorita.

- No estamos tan lejos, tranquilo -Paro de caminar y me doy la vuelta- Necesito tu ayuda.

- No sé lo que usted esté pensando, pero no lo haré. Y cualquier cosa que me diga se la contaré al jefe.

Sabía que esto podía pasar, lo pensé bastante antes de decirle. Pero en la situación en la que estoy, debía correr el riesgo.

- Lo tengo bastante claro, pero no tengo más opción que hablar contigo.

- Señorita.

- Escúchame. No tengo mucho tiempo para explicarte todo a la perfección -miro a nuestro alrededor y luego vuelvo a mirarlo- Necesito escapar de aquí.

- No puedo ayudarla, si el jefe sabe...

- Nos matará a todos, incluyendo a este bebé -señalo mi vientre- No estoy aquí por gusto, Peter. Estoy secuestrada y mañana es la única oportunidad que tengo para escapar.

Saco de mi bolsillo un papel, lo pienso bastante antes de dejarlo en su mano.

- Es el número de mi esposo, necesito que lo llames o le mandes la ubicación en la que estamos. Necesito que este aquí mañana.

- Por eso el señor Matthew nos ha dado concedido una hora libre, usted lo a planeado todo -me mira impaciente.

- Tuve que hacerlo así -murmuro- Por favor... Necesito tu ayuda.

- No..

- Piénsalo, por favor.

Empiezo a caminar nuevamente, Peter tarda unos segundos en seguirme.

- ¿Y tú crees que funcione? -me mira- ¿Te llevarás a luz contigo?

- Por supuesto que sí, no pienso dejarla sola. Tu puedes venir con ella si quieres, Peter.

- No soy bueno para ella.

- No creo que mi amiga piense lo mismo.

- Esto es una locura.

- Te lo dije antes, debo hacerlo. Me voy a arriesgar, por mi y por mis hijos -lo miro, parece pensarlo bastante- También necesito otro favor.







La noche llega, luz se llevó a Zian hace horas. Por mi parte, tomé una ducha, me puse la pijama y subí a la cama. Del cajón de la mesa de noche saco un cuaderno y lápiz, y por alguna razón empiezo a escribir todo lo que siento.

Matthew entra a la habitación, está sudado y vistiendo ropa deportiva.

Recuerdo su conversación por celular, aún estoy pensando quién será esa mujer embarazada de Matthew. Por un momento llegué a pensar que podría ser Sidney, pero lo descarté. Si ella está con Dominik como dice Matthew, entonces porqué se iría a embarazar de Matthew.

- ¿Que haces, princesa?

- No me llames princesa.

Eso solo lo puede hacer una persona.

- ¿Por qué?- se ríe- ¿Lista para el día de mañana? Eh contratado a una cocinera.

- Buena comida, eso me gusta -sonrío- ¿Y tú hija vendrá?

- Cassandra no podrá venir, tiene cosas que hacer. Ya luego vendrá -toma una toalla y se acerca al baño- ¿Te quieres duchar conmigo?

- Ya me he duchado recién.

- Está bien -asiente y entra al baño.

Mientras se ducha, guardo el cuadernos entre mis cosas. Me acuesto en la cama pensando en el día de mañana. Peter no me a dado respuesta y la incertidumbre me está matando.

Matthew sale del baño largos mintios después, me extraña que no sale medio desnudo como siempre hace.

- Que raro que no saliste medio desnudo.

- ¿Querías que lo hiciera?, Porque puedo quitarme la pijama -se ríe, se acerca a la cama y se acuesta a mi lado- se que te molesta que haga eso. El embarazo te tiene de muy mal humor.

- Gracias por comprenderme.

- No es nada, para mí es un placer -deja un beso en mi frente- He hablado con un amigo, conoce a una partera. No olvido que él doctor dijo que tú bebé puede nacer antes de tiempo.

- Espero que no sea así y que se tome el tiempo necesario -rio leve.

- Tengo miedo -su confesión me saca bastante de onda, en su mirada puedo notar que dice la verdad- no quiero que nadie arruine nuestro día mañana. Tengo miedo de que el karma me cobre lo que pasó hace tiempo.

¡Y bien merecido que lo tendrás!

- No creo que sea el mejor para pensar en esas cosas, Matthew.

- No puedo evitarlo nena -suspira- Siempre quise esto. Una familia contigo, tenerte cada día y noche en mi cama, amarte y que me ames de la manera tan intensa en que la hacemos- Si, habla por ti solo- solo quiero lo mejor para nosotros.

- Mañana es nuestro gran día, no quiero que hablemos de esto por favor.

- Está bien. Ven aquí -me abraza por la cintura y me acerca a él- Te amo.

- ¿Mucho? -murmuro.

- Daría mi vida por ti, Jessica.

Cuánto me hubiera gustado que me lo haya dicho antes, cuando de verdad quería un futuro con él.

Lo siento, sigues siendo PROHIBIDO. ✓Where stories live. Discover now