CAP. 39

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La noche llega.

Ya estoy lista, me he puesto el vestido e incluso me he maquillado. Estoy sentada en el tocador, mirándome en el espejo. Imaginando las miles de maneras de poder salir de aquí.

Deseo tanto poder salir de aquí que no me importaría matar.

Le he pedido a luz que se encargue en todo momento de Zian, que lo mantenga en sus brazos de ser necesario y que si pasa algo se esconda y cuide a mi hijo con su vida.

Llevo una mano a mi panza, mi bebé a empezado a moverse. Aunque parece que será bastante perezoso o perezosa.

- No se que vaya a pasar, no sé si está noche podré salir de este infierno o tendré que quedarme más tiempo aquí. Pero te prometo que haré hasta lo imposible por protegerte, mi amor.

- ¿Hablando sola?

Luz entra con Zian en sus brazos, niego con la cabeza.

- Le hablo al bebé -me pongo de pie, me acerco y beso la mejilla de mi hijo- ¿Matthew ya está listo?

- Si, solo te esperan a ti. Intenté acercarme a Peter y preguntarle, pero está con los demás y nadie sabe de lo nuestro. Levantaría sospechas.

- Está bien.

- Jessica, tengo mucho miedo.

- Yo también, pero rezo para que podamos irnos ya de aquí -confieso- Vamos, necesito salir ya de todo esto.

Le he pedido a Matthew que la ceremonia sea en el bosque. Otra de las tantas cosas que pedí es que no haya tantas decoraciones, solo lo necesario. Que sus hombres nos den "espacio", aunque presiento que no estarán tan lejos como lo pedí.

- Estás hermosa -dice Matthew al verme llegar a la sala.

- Gracias -murmuro- ¿Vamos?

- Si, el sacerdote ya nos espera -toma mi mano.

Camino a su lado en silencio, Matthew me mira de vez en cuando mientras sonríe. Para él esto es un triunfo, sin saber que para mí es como si me lanzarán de al abismo.

Tal como lo supuse, sus hombres no estarán lejos.

- Matthew.

- Lo sé, querías algo íntimo. Pero ellos nos están cuidando, eso es todo.

- Como si fueran hacernos algo aquí -ruedo los ojos.

- Nunca está demás. Buenas noches -saluda al sacerdote.

- Buenas noches, el señor les bendiga.

A él no, es el mismísimo hijo del diab...

- Bien ¿Podemos empezar?

- Adelante -murmuro.

Me desconecto por completo de lo que está pasando. Cierro los ojos y rezo, porque esto termine pero no de la manera en que Matthew quiere.

Pienso en mi boda con Dominik, estaba ilusionada. A diferencia de esto, que solo tengo ganas de llorar, de suplicar porque me deje ir. O tal vez ver un rayo caerle en la cabeza a Matthew, sería la primera novia en celebrar que el novio murió y no se casó.

- Señorita.

- Jessica ¿Quieres atender, por favor? -Matthew aprieta mi mano, hago un gesto de dolor.

- Perdón...

- ¿Y como por qué MI mujer tiene que pedir perdón? Digo, es obvio que contigo no desea casarse.

Lo siento, sigues siendo PROHIBIDO. ✓Where stories live. Discover now