Segunda temporada de "Prohibido, eres el mejor amigo de papá"
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Su historia empezó con un juego lleno de lujuria y deseo, con el pasar del tiempo terminó en una tragedia.
Su amor no pudo ser de ninguna manera, ambos salie...
Las lágrimas bajan por mis mejillas, no puedo levantar la mirada, me duele ver su nombre grabado en la lápida. Veo la foto en mi celular, es la única que tengo de él. Se la tomé el día que almorzamos juntos, justo el día que mi abuela decidió entrometerse en mi vida.
- Quisiera que estuvieras aquí, que habláramos... Dios, no sabes lo culpable que me siento -sollozo, llevo el dorso de mi mano a mis ojos.
Con cada sollozo, siento como si me arrancaran un pedacito del corazón. Ahora que no está aquí me imagino una vida a su lado, volviendo hablar con él. Me imagino tomando el teléfono y hablando con él, pero lo único que hice fue ignorarlo mientras estuvo en la cárcel. Esta bien escrito el dicho que dice, que uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde.
Este hombre por el cual hoy lloro, me marcó para siempre.
- ¿Cómo se supone que te olvide si tengo a un mini tú? -vuelvo a sollozar.
Empieza a llover, pero no me pongo de pie. No tengo fuerzas para irme. Desde el día de su muerte no pude llorar, algo me impedía hacerlo. Tal vez era el que Dominik estaba a mi lado y no quería herirlo.
Dejo que la lluvia me empape por completo, pienso en que es una manera de aliviar el dolor.
Escucho el crugido de las ramas, levanto la mirada rápidamente. Se me detiene al ver la figura de un hombre acercarse a mí, es muy parecido a Matthew.
No puede ser...
Pero conforme se acerca noto que es solo un hombre de seguridad. Cierro los ojos, sintiéndome estúpida por mis pensamientos.
- Señorita, es muy peligroso que este aquí sola. No hay nadie alrededor -extiende su mano, la tomo y me pongo de pie.
- Lo siento, no me había dado cuenta. Ya me iba.
- De acuerdo -asiente- ¿Necesita que la acompañe a su auto?
- No, no se preocupe.
Tomo mi bolso que también se a empapado por la lluvia.
Mirando una última vez hacia la lápida, dejo salir un suspiro y me alejo para ir hacia mi auto. Toco el botón dónde está la llave del auto para que se quite el seguro. Tomo la manilla del auto para abrir la puerta, pero me detengo al ver un sobre en parabrisas el del auto. Esta empapado por la lluvia, lo abro con cuidado para no romperlo. Es una nota, una con la misma hora y dirección de la nota que me dió el niño.
Lo recuerdo por lo números.
Le tomo una foto, pues con lo empapado que está no tardará en borrarse. Dejo mi celular y el bolso dentro del auto. Tomo la nota nuevamente, miro a mi alrededor, pero no veo a nadie más.
Es claro que es una citación. Es dentro de una semana, el lugar que pone es fuera de la ciudad.
¿Quién trata de verme con tanta urgencia?
¿Y si es una trampa? ¿Alguien que quiere hacerme daño?
Puedo contarle a Dominik, pero conociéndolo, me pondrá treinta veces más seguridad.
Tiro el papel y subo al auto.
- Solo olvídate de esto -me digo a mi misma.
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Entro al departamento, muerta del frío. Luz se lleva un dedo a sus labios para que haga silencio, Zian está dormido en sus labios. Asiento y señalo que voy para mí habitación.
Quiero acercarme y darle un beso a mi pequeño, pero seguro que lo despierto y no queremos eso ahora.
Al entrar a mi habitación, me encuentro con Dominik acostado en la cama. Parece estar profundamente dormido, me acerco en silencio. La habitación está a oscuras y se me ocurre darle un pequeño susto. Me inclino hacia él una vez estoy a su lado. Mi cabello cae a los lados de mi rostro y pequeñas gotas empiezan a caer entre su rostro y cuello.
Dominik se remueve un poco, pero no despierta. Quiero reírme, pero me aguanto. Aparte de que me duele un poco la cabeza, quiero que mi broma salga bien. Solo le ruego a Dios que no termine dándole un paro cardíaco.
- Dominik -susurro.
- Mmm... -aún tiene los ojos cerrados, no tiene intención de levantarse.
- Dominik -susurro nuevamente.
Esta vez si logro que se despierte. Abre sus ojos tan solo un poco, confundido. Pienso que mi broma no resulta, pero me equivoco. Sus ojos en cuestión de segundos se abren grandes y deja salir un grito. Llevo mi mano a su boca callandolo.
Le da un manotazo a mi mano.
- Maldita sea, Jessica. Me haz dado un susto de muerte.
- Ni tanto, sigues vivo -entrecierro los ojos- ¿Que haces aquí?
- ¿Descansar? -se levanta molesto, camino hacia el baño- ¿Por qué estás empapada?
- Me a agarrado la lluvia yendo al auto.
- No creo que eso diera tiempo a qué tú cuerpo se empapase tal manera.
- Llovía mucho -me encojo de hombros.
Entro al baño y empiezo a desnudarme, Dominik entra al baño, levanta la tapa del inodoro y se saca el miembro.
- ¿No puedes esperar a que salga?
- ¿Y que me haga pipí en los pantalones? No gracias -lo dice mientras escucho como hace lo que a dicho, ruedo los ojos- Ahora hablando enserio ¿Dónde estabas?
- ¿No te dijo Ellis que tenía cosas que hacer? -lo miro, tan solo llevando la ropa interior- Digo, ya que siempre le preguntas por mi cuando no logras que te conteste el teléfono.
- Estos días haz estado muy distante conmigo, me preocupo joder -termina de orinar, mete su miembro nuevamente en su boxer y toca el botón para que se cambie el agua del inodoro- No sé que te pasa... O bueno, tengo una idea.
- ¿Y eso que es?
- Matthew Anderson.
- No voy hablar de él contigo -me acerco a la ducha.
- ¿Cuándo Matthew dejará de ser una sombra en nuestra relación? Ya me estoy cansando de que aún después de muerto este en medio de nosotros.
- Dominik, no quiero discutir -me doy vuelta para mirarlo.
- ¿¡Entonces cuando lo vamos a discutir!?
- ¡Nunca! No quiero hablar de Matthew.
- ¡Porque aún te duele que no sea él que este aquí contigo!
- ¡TAL VEZ! -grito de impulso.
Luego de decir eso ambos nos quedamos en silencio, veo como Dominik aprieta los puños. Segundos después estampa uno de sus puños en la pared.
- ¡Estoy cansado de esto! ¡De que él siga siendo un obstáculo entre nosotros, cuando yo te he dado todo!
- Dominik... Ya basta -susurro.
- ¡YO TE AMO, MALDITA SEA! ¿CUANDO ME DARÁS AUNQUE SEA UN POCO DE AMOR SINCERO?
Aprieto los labios cuando siento como mi corazón se oprime, es un sentimiento tan conocido para mí Últimamente.
Culpa.
Tiene razón de estar así.
Dominik me a dado su amor incondicional, me ha hecho sentir la mujer más afortunada. Me ama y ama a mi hijo, me a dado un hogar, una familia, la seguridad que antes necesitaba. Y aquí estaba yo, sufriendo por otro hombre.
Que ya no estaba con nosotros.
Trato de acercarme a Dominik, pero él niega con la cabeza.
- Lo peor de todo es que no lo haz negado en ningún momento -baja sus hombros, derrotado- Aún lo amas.
