Una parte de su alma

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-Ahora podremos hablar tranquilos- dijo Ylenia, cerrando la puerta después de poner la corbata en el pomo de la puerta para que no los molestasen -, ¿querías decirme algo, no?- Fred asintió, aunque no veía muy seguro -

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-Ahora podremos hablar tranquilos- dijo Ylenia, cerrando la puerta después de poner la corbata en el pomo de la puerta para que no los molestasen -, ¿querías decirme algo, no?- Fred asintió, aunque no veía muy seguro -. ¿Qué querías decirme?

-Yo...

-Antes que nada- lo interrumpió -, quería decirte que felicidades, ya sabes, por la nueva sucursal- intentó sonreír, pero sus labios se sentían demasiado débiles para eso -... os lo merecéis.

-Gracias...

La castaña se acercó, alzándose para juntar sus labios con los de él en un lento y necesitado beso, por mucho tiempo que pasara, ambos seguían sintiendo esas mariposas cuando sus labios se unían o simplemente se rozaban.

-Te quiero, amor- murmuró en los labios de alto pelirrojo. Él sonrió, llevando las manos hasta la pegada camisa escolar de su novia, desabrochaba los botones lentamente, con paciencia y delicadeza, causándole una pícara sonrisa -, así que... ¿esto era lo que querías hablar?- Fred terminó de desabrochar todos los botones, bajó la camisa por sus hombros hasta dejarla en sostén.

-Ya estoy listo, cielo- murmuró, bajando sus labios hasta el cuello de la chica.

-¿Seguro?, ¿no te vas a detener como las anteriores veces?- Fred negó con la cabeza mientras llevaba sus manos hasta el abroche de su sostén -. ¿Y por qué ese cambio repentino de opinión?- preguntó mientras sus senos quedaban descubiertos.

-Porque te necesito, Lizzie- musitó contra su cuello -. Ahora más que nunca.

Ylenia podía notar como sus bragas se humedecían ante los actos del pelirrojo, atrapó su pezón para dejar un rastro de saliva, se separó y echó aire por sus labios, haciendo que un hormigueo recorriera la espalda de la chica.

"Mierda, se siente tan bien", pensó.

El Weasley jaló la cremallera de la falda, bajándola para dejarla solo con una pequeña braga color carmesí, le dolía tanto la entrepierna que pensaba que le estallarían los bóxers. Ylenia llevó sus manos hasta la hebilla del pantalón de Fred, desprendiéndose de él, pudo notar el gran bulto en su ropa interior. Le quitó la camisa con desesperación, lo hizo inclinarse para besar sus labios, ese sabor a azucar que tanto le gustaba.


Fred jugaba con los dedos en sus pliegues, estaba tan húmeda que podía mover los dedos con toda la comodidad y facilidad que quería. Mientras su pulgar acariciaba su clítoris, el dedo anular y corazón jugaban en su entrada, haciendo que jadeara en voz baja, ya que, ninguno puso los hechizos. La Hufflepuff viajó su mano derecha a los bóxers del Weasley, esparciendo el líquido presiminal por la punta, su pulgar rotaba en ese punto mientras él suspiraba con dificultad por sentir las caricias de Ylenia.

Ahora, ella estaba de rodillas, acariciando su miembro de arriba a abajo mientras él gemía lo más bajo que podía. Pasó la lengua desde la base hasta la punta, quedándose en la última parte para jugar con su lengua mientras con la otra mano masajeaba sus testículos. La metió en su boca, o al menos la parte que le cabía, Fred, con ambas manos agarró el centellante cabello de la chica, dejando que ella llevara el ritmo de las embestidas con su boca.

El pelirrojo cerró los ojos, no sabía porque esas imágenes estaban viniendo a su cabeza o porque se sentía así de mareado, pero, su voz habló por sí solo.


-Te sientes tan bien, Angie...

Ylenia disminuyó la velocidad cuando escuchó aquella frase, aquel nombre, ¿Acaso acababa de pasar lo que ella estaba pensando? ¿o sólo había sido una mala jugada de su cabeza? Sacó el miembro de du boca y miró hacia arriba, el pelirrojo agachó el rostro y tragó duro al darse cuenta de lo que había dicho.

-Yo...- balbuceó -N..no quise decir eso...

La castaña se levantó del suelo, apartándose de él -Me dijiste Angie.

-Yo no quise.. yo...

-Fred- su rostro estaba completamente pálido, y sus ojos comenzaban a ponerse cristalinos -...me llamaste Angie.

-Lo siento- las manos del pelirrojo fueron hacia su cabeza, jalándose el cabello con frustración -, yo no quise... yo no quise hacerlo.

-Dime que no...- la Lupin lo miraba con sus oscuros ojos llenos de lágrimas -. Dime que no te acostaste con ella, Fred- suplicó, pero él no contestó -... por favor...

-Yo no quise... yo..- Ylenia agarró su camisa para tapar su cuerpo desnudo, se sentía avergonzada -. Ylenia, por favor, escúchame- pidió con la voz quebrada, sus verdosos ojos brillaban por las lágrimas -... deja que te explique, ángel, por f..

-¡No quiero que me expliques nada!- lo interrumpió, su voz estaba tan rota como lo estaba su corazón -¡te acostaste con Angelina!- exclamó con rabia -, vete de aquí.

-Por favor, deja que te expl..

-¡Lárgate!- gritó, aferrándose a la prenda que tapaba su cuerpo -¡Agarra tus cosas y lárgate de aquí!- al ver que no se movía, agarró la ropa de Fred y se la tiró en la cara -¡Vete!- sus mejillas estaban completamente húmedas, sentía una gran presión en el pecho, se sentía peor que aquella vez que casi muere cuando Bellatrix incendió la Madriguera.

Fred comenzó a ponerse la ropa -Tienes que escucharme, Ylen...

-¡Escucharte nada!- sorbió su nariz. Ni siquiera sabía lo que estaba sintiendo, era una mezcla entre dolor, angustia, enojo, tristeza e incredulidad -¡Quiero que te vayas!- él negó -¡Largo!- lo empujo hacia la puerta, la abrió y lo volvió a empujar para que saliera de la habitación -No quiero volver a verte- quitó la corbata del pomo con brusquedad -¡Fuera de aquí!- gritó, tenía los ojos tan rojos que cualquiera diría que estaba drogada, pero, de lo único que estaba drogada era de dolor -, te odio.

Fueron sus últimas palabras antes de cerrarle la puerta en las narices, lanzó un hechizo para que Fred no pudiera entrar de nuevo y dejó caerse en el suelo, apretando sus manos en la camisa de la escuela.

¿Por qué lo tuvo que joder todo?

La había roto en mil pedazos, el nudo que sentía en su pecho comenzaba a doler cada vez más, le habían arrancado una parte de su alma que jamás podría recuperar.



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¿último capítulo?

A escondidas || FW | +18 ||Where stories live. Discover now