Serendipia 》Hanker (COMPLETA)

Capítulo 20

Las horas pasaban y Hande no podía conciliar el sueño. Pasaron los días y aún seguía en aquella cama del hospital ya que tenía que recuperarse de aquel fuerte impacto.

Por un momento su mente viajó al suceso del accidente. Recordó que ella iba circulando bien cuando el otro coche invadió su carril, haciendo que perdiera totalmente el control del coche y acabara dando vueltas. Un flash le vino rápidamente mostrándole la cara del otro conductor a través del espejo retrovisor y pensó que tal vez esa información le serviría a la policía a la hora de declarar.

Al recordar todo aquello una sensación de angustia recorrió todo su cuerpo pero se esfumó completamente cuando desvió su mirada hacia un lado y vio cómo Kerem dormía en el sillón que estaba al lado de la cama mientras sujetaba su mano. Sonrió con ternura al verlo. Parecía como si no quisiera que se fuera de su lado, como si necesitara sentirla para saber que estaba allí a su lado.

Kerem estaba haciendo un esfuerzo enorme al quedarse en el hospital junto a ella ya que no soportaba estar en los sitios rodeado de mucha gente y eso lo valoró demasiado, dándose cuenta que poco a poco iba haciéndole frente a sus miedos.

Intentó incorporarse, ya que estaba incómoda de estar todo el rato tumbada, pero un fuerte dolor en su costillas se hizo presentó haciendo que soltara un pequeño gritó.

-¿Miy? ¿Te encuentras bien?
—preguntó adormilado mientras se frotaba un ojo para espabilarse.

-Si,no te preocupes. Estoy bien Keke. —respondió.

-¿Segura? Si quieres puedo llamar a la enfermera. —sugirió.

-De verdad que estoy bien, no hace falta llamar a la enfermera sólo estoy un poco incómoda en esta cama. Me duele todo el cuerpo. —bufó cansada.

-¿Quieres andar un poco por los pasillos? Ahora no hay nadie fuera.
—dijo mientras se sentaba a su lado en el borde de la cama.

-Está bien. Puede que me venga bien estirar un poco el cuerpo.
—respondió.

Kerem la ayudó a bajar de la cama lentamente y con mucho cuidado. Una vez que estuvo de pie la sostuvo de la cintura firmemente para evitar que perdiera el equilibrio y se cayese. Poco a poco caminaron por los pasillos hasta que llegaron a una ventana y la abrieron haciendo que el aire fresco acariciara sus rostros.

-Que bien se siente sentir el aire fresco, ya me estaba agobiando de respirar el aire de aquí dentro. —dijo Hande apoyando la cabeza en su hombro.
Ya quiero irme a casa Keke. —lo abrazó por la cintura.

-Ya falta poco. Lo importante es que estés bien. —acarició su pelo suavemente.

-¿Me das un besito? —pidió tiernamente haciando un pequeño puchero.

-Claro que si. —besó sus labios tiernamente haciendo que todos los problemas se desvanecieran con aquel gesto.

Se quedaron unos minutos en la ventana hasta que Hande se comenzó a cansar de estar de pie así que volvieron a su habitación para descansar un poco.
Kerem la ayudo a tumbarse en la cama y antes de volver al sillón, donde estaba durmiendo estos días, sintió como le agarraba su mano. La miró y pudo observar que en su rostro se reflejaba tristeza.

-¿Podrías dormir conmigo? No puedo dormir si no estás a mi lado.
—preguntó con un tono de voz triste.

-Pero Miy, ¿y si te hago daño al dormir contigo? ¿Y si no me doy cuenta y te golpeo sin querer? —dijo preocupado.

Hande lo acercó más a ella y acarició su rostro suavemente haciendo que Kerem cerrara los ojos ante las caricias.

-Keke, tú nunca jamás me harías daño. Además, me gustaría dormir contigo por favor. —suplicó.