Capítulo 18

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El día había comenzado bastante tranquilo. Hoy era un día de esos en los que sólo te apetecía quedarte en casa. Hacia mucha calor pero el cielo estaba nublado haciendo que el clima fuera más pesado aún.

Kerem estaba dormido todavía ya que la noche anterior le costó un poco conciliar el sueño por causa de la calor. Hande intentó despertarlo pero no obtuvo resultado así que lo dejó dormir un poco más. Cuando pasó una hora decidió que era hora de levantarlo porque si no se perdería el desayuno tan rico y especial que había preparado así que se dirigió a la habitación junto con Héctor.

Kerem aún seguía en la misma posición en la que se lo dejó una hora antes, aveces tenía el sueño muy profundo.

-Corre Héctor, ve a despertar a papá. ¡Vamos! —le dijo a Héctor haciendo que este se subiera en la cama y empezara a dejar besitos por toda su cara.

-Mmm... ¿qué pasa? —dijo Kerem con la voz ronca.

-¡Corre Héctor! ¡Todavía sigue un poco dormido! —gritó.

Héctor empezó a dar pequeños saltitos encima de Kerem mientras ladraba. Era la manera que él usaba para despertarlo.

-Ya voy Héctor. ¿Por qué le haces caso a mamá? —bufó molesto por haber interrumpido su sueño.

Hande retiró a Héctor a un lado de la cama y se tiró sobre Kerem haciendo que por fin se despertara.

-¡Buenos días mi bello durmiente!
—besó su mejilla.

-¿Qué es esa manera de despertarme? Me hubiera gustado que me despertases con un beso. —hizo un puchero para intentar darle pena.

-Esa manera es la perfecta cuando no te quieres despertar. Y no me hagas pucheros. —dijo Hande.

-¿Al menos me darás un besito de buenos días? —pidió.

Hande no puedo resistirse ante tal cosa ya que siempre había sentido debilidad por Kerem cuando estaba recién levantado. Siempre estaba guapo de todas las maneras.

-Está bien, tú ganas. —besó tiernamente sus labios.

-Ahora sí. Buenos días mi vida.
—sonrío.

-Venga, vayamos a desayunar que ya está todo listo. —dijo mientras esperaba a que él se vistiera.

Una vez que Kerem se despertó y se vistió fue a la cocina y en la mesa vio un montón de cosas deliciosas, sin duda Hande era la mejor. Siempre estaba atenta y era muy cariñosa a la hora de preparar detalles.

-No tenías que hacer todo esto Miy, seguro que llevas despierta mucho tiempo. —la miró tiernamente.

-No es nada. Hoy quiero que sea un día especial. No tenemos nada que hacer así que pensé que deberíamos de empezarlo con un buen desayuno. —explicó.

-Eres la mejor. —besó suavemente sus labios.

Ambos desayunaron tranquilamente, hablando sobre cosas varias y pasando un rato agradable. Cuando terminaron, recogieron todo y colocaron cada cosa en su respectivo lugar.

Ahora se encontraban viendo la televisión, sentados en el sofá junto a Héctor que estaba hecho una bolita al lado de Kerem ya que le encantaba estar así. Hande tenía la cabeza apoyada en su hombro mientras jugaba con sus dedos en un acto de cariño.

-Podría estar así toda la vida. —dijo Hande suavemente.

-Yo también. —acarició su mano.

-Somos una pequeña familia y eso me encanta. Jamás imaginé que el destino tenía preparado a la persona más especial de mi vida. —expresó.

-Yo jamás lo pensé, de echo siempre pensaba que estaría sólo hasta que apareciste tú. No te alejes de mi nunca. —susurró.

-Eso jamás. Nunca te dejaré sólo porque ambos somos uno. Estamos destinados a estar juntos. —se incorporó y dejó un tierno beso en su nariz.

Mientras tanto, Pamir había organizado una reunión con su secretario de confianza; Erdogan.

-Señor Pamir, vengo a informarle de que su hijo le ha puesto una orden de alejamiento. ¿Qué vamos a hacer ahora? —preguntó.

-¡Maldito bastardo! —golpeó fuertemente la mesa de su oficina.
Se cree que podrá salirse con la suya. No sabe lo que soy capaz de hacer.

-Señor, ¿tiene algún plan? —comentó Erdogan.

-Siempre tengo un segundo plan. Ya que no puedo acercarme a Kerem, esta vez le daremos en punto más débil. —exclamó vengativo.

—¿Y cuál es su punto débil señor Pamir? —preguntó.

-Esta vez iremos a por la señorita Hande. Si mi hijo la pierde quedará totalmente destrozado y será mi oportunidad para acercarme a él. Cuando vea que soy el único que puede ayudarle y estar con él, levantará la orden de alejamiento y por fin lograré tenerlo entre mis manos cómo siempre quise. Hagamos esto, nos meteremos en el número de su trabajo y haremos una llamada desde ahí haciendo que ella se desplace hasta allí y cuando menos se lo espere atacaremos. Llama a Osman, nuestro plan comienza. —sonrió malévolamente.

Hande y Kerem estaban muy cómodos en aquel sofá, demostrandose todo el cariño que tenían que darse pero una llamada en el móvil de ella interrumpió la situación.

-¿Diga? —respondió la llamada.

-Hola señorita Hande, siento llamarla en medio de sus vacaciones pero necesito que acuda urgentemente a la oficina. Las fotos más importantes de la sesión que salen la semana que viene se han perdido y necesitan volver a repetirla. Una vez más pido disculpas. —contestó del otro lado de la línea.

-No se preocupe, estaré allí sin falta. —terminó la llamada.

Hande se levantó rápidamente del sofá y tomó su bolso, tenía que llegar cuanto antes a la oficina para solucionar el problema.

-Keke, me han llamado de la agencia para resolver un problema urgente. En cuanto lo solucione vendré a casa. No olvides que aún queda mucho tiempo para disfrutar de nuestro día especial. ¡Te amo! —salió de casa.

-Yo también te amo. —dijo cuando se fue.

Hande se montó en el coche y puso rumbo a la agencia pero antes aparcó al lado de una floristería y compró un ramo de tulipanes amarillos, aquella flor tan especial que le entregó aquel día en que su amistad comenzó. Volvió a montarse en el coche para irse.

Kerem, mientras tanto, puso un poco de música en su móvil y comenzó a recoger la casa ya que quería que cuando Hande volviera lo tuviese todo listo. Era un pequeño detalle que a él le encantaba hacer. Ya estaba terminado cuando la música se cortó de repente por una llamada. Se extrañó de que Hande le estuviese llamando en mitad de una urgencia del trabajo, aún así contestó.

-¿Hola?, ¿Hablo con Kerem Bürsin?
—dijo desde el otro lado de la línea.

Kerem no logró reconocer la voz y justo cuando iba a preguntar quién era, la voz del otro lado se adelantó.

-La última persona con la que habló Hande Erçel es con usted. ¿Es algún familiar? —preguntó.

Por un momento su respiración se paró y con las manos y voz temblorosas preguntó si había ocurrido algo.

-Le llamo desde el hospital, la señorita Hande Erçel acaba de sufrir un accidente...

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Hola!! 👋🏼

Por fin me paso por aquí con este capítulo tan intenso. ¡Por favor no me matéis! 😭

Aún así espero que os haya gustado. Ya sabéis, muchísimas gracias por todo el apoyo, estrellita y comentario.
¡Que ya somos más de 2K vistas! ¡No me lo puedo creer! 🤩

Mil gracias!!! ❤🥰

Nos vemos en el próximo capítulo!!

Serendipia 》Hanker (COMPLETA)Where stories live. Discover now