El Paraíso

La final

La mañana era fresca, y todo parecía más monótono de lo normal. Alba había salido a cabalgar para descargar su mente de todos esos pensamientos que llevaban meses agobiándola. No tenía valor para ir tras Abel, y tampoco para ir tras sus propios sueños.

La final del PBR seria ese fin de semana, y se debatía entre mezclarse con la gente para verlo o dejar de lado todo ese mundo y a él también. Todo eso se mezclaba en su cabeza, cuando vio a lo lejos llegar una camioneta con los logos de la PBR, el estómago se le revolvió. Poncho el caballo hasta llegar a la entrada del rancho para toparse con ese rubio de ojos azules y sonrisa brillante que ya conocía

-¡Cowgirl!- le saludo con el sombrero en la mano

-¡Jason!, casi me muero de un infarto- dijo bajando del caballo para corresponder el abrazo que le ofrecía

-Lo supuse, pero por el momento no cuento con otro auto-

-¿Qué te trae por aquí?-

-Muchas cosas- y ella le indico se sentaran en el pórtico mientras asomaba la cabeza a dentro de la casa para pedirle a Lucí algo de beber- es un lugar hermoso-

-Muchas gracias- le sonreía- de verdad estoy sorprendida, no puedo creer que estés aquí-

-No creí que te sorprendería tanto, como te dije, traigo una lista de cosas que me gustaría discutir contigo-

-Me siento importante- dijo bromeando mientras se acomodaba la camisa para cubrir el top deportivo que se asomaba debajo de ella.

-Primero que nada, quiero que sepas que lamento mucho que tu relación con Abel terminara- y esa sonrisa que le sonrojaba la piel de porcelana se le desaparecía- me lo ha dicho hace unos días, lo lamento, espero lo puedan solucionar-

-Gracias, no pensé que fuera por ahí dando explicaciones de mi paradero- dijo riendo irónica- así es la vida, ¿No?- y el hombre vio cómo se apagaba

-Bien, lo segundo es, quiero hacer negocios contigo- en ese momento la joven levanto la mirada retomando un poco del brillo con el que le recibió- necesito caballos, para el siguiente año y me gustaría que ese fuera tu trabajo, el conseguirme los mejores percherones para exhibición-

-Estas en el lugar correcto querido- dijo sonriendo mientras Lucia les traía un par de cervezas- Gracias mi lucí- dijo tomándola de la mano mientras entraba

-Bien, pero esto es lo más importante y mi principal motivo para arriesgarme a que Abel me rompa las piernas o que tú me saques de aquí de golpe-

-No me asustes, ¿pues qué quieres?- y los ojos del joven se fijaron en ella dejando la cerveza de lado para tomar su mano- carajo- susurro

-Quiero ser tu entrenador-

-¿Mi qué?- le pregunto dudosa

-Quiero que participes en la siguiente temporada en los PBR, quiero que seas del equipo, quiero que seas de mi equipo-

Alba se quedó callada unos segundo, no sabía que decir, nunca pensó en formar parte de un equipo, daba por hecho que seguiría la guía de Abel, lo cierto era que si quería continuar en los rodeos, y ser alguien en ese mundo necesitaba un equipo. Ya no tenía a los hermanos de Abel, ni a Jacob, y llevar a Sebastián y Lidia era descuidar el rancho.

-Mira no es necesario que me confirmes ahora- le dijo al ver su sorpresa- reconozco el talento en cuanto lo veo, y sé que puedes levantar la copa al final de la jornada, lo sé, y quisiera ser quien te ayude. Mi equipo no tiene ninguna mujer, me gustaría que fueras la primera-

-Pero yo soy mexicana-

-Eso no importa, yo te quiero en mi equipo, sé que podemos llegar lejos-