El Paraíso

EL SECRETO

Cerca de las 5 de la tarde del día siguiente Pedro estaba en el lago sintiéndose idiota, ya hacía rato que pasaba de la hora acordada y no llegaba, "Eres el rey de los idiotas Pedro?" Se quitó el sombrero arrojándolo al piso, intentando no sobreactuar, se dejo caer en el pasto buscando calmarse y de un segundo a otro vio por el camino a esa joven de tenis blancos, pantalones cortos, blusa verde con mangas y cabello al aire. El alma le volvió al cuerpo.

-Lo siento- dijo acomodándose el cabello- Últimamente duermo más de lo que vivo- se dejó caer junto a él- por un momento creí que te irías-

-Incapaz, ¿Por qué no montas? Debiste de haber caminado por media hora por lo menos-

-No puedo tocar un caballo hasta que haga tres comidas, nueva ley de la casa- giro los ojos

-Pues estas de suerte- saco de al lado unas papas asadas con carne y un paquete de cerveza

-De saber que era una fiesta de campo traería algo- reía abriendo el aluminio

-No tienes idea de lo ridículo que me sentí trayendo esto, tuve que sobornar a Lidia para que me consiguiera tu comida favorita-

-¿En realidad me veo mal cierto?- solo levanto los hombros

Pasaron un largo rato hablando de caballos y de rodeos, de cómo eran en la escuela, rieron al recordarlo y cada palabra llena de acento le parecía tan linda. Se veía que se había esforzado al igual que ella, traía unos vaquero negros, era la primera vez que le veía limpios los zapatos y una camisa color café de manga corta con los botones de enfrente abiertos.

-¿Puedo preguntarte algo?- dijo mientras jugaban a empujarse con los pies como si fueran unas crías- ella lo miro achicando los ojos y al ver su nerviosismo asintió- ¿Cuál es la verdadera razón de que regresaras? Por lo que me has contado terminarías más rápido tu tesis en la universidad que aquí-

-Esa es información clasificada- dijo señalándolo- pero supongo que alguien que trae papas y cervezas a caballo debe de ser de confiar-

-Debe de- dijo estirándose para darle otra cerveza

-Creo que todos saben que mis padres no son los padres número uno-

-Algo se sabe-

-Hace casi dos años mi madre se endeudo enormemente, pero de verdad enormemente. El abuelo le ayudo a pagar las deudas, pero le retiro todo acceso a las cuentas de la familia. Papá intento controlar los gastos. Y casi lo lograba. Yo vivía en Canadá, cuando papá quebró mi hermano y el abuelo me sugirieron hacer algunos cambios en mi educación, me contaron todo y fue donde entendí que el abuelo solo buscaba que mis padres  no nos dejaran en la calle.

>>Yo accedí como lo había hecho antes, de igual manera aun siendo enfermera no me dejarían trabajar. No sabes lo horrible que es ser mujer en un entorno tan machista... sin ofender...pues un día salimos a cenar con la familia de un amigo de mi padre. Días atrás conocí a su hijo y cuando se lo dije a mi madre se puso eufórica. De verdad poco le falto para desnudarme frente a él y mostrarme como a un caballo. Aun así lo tolere, él era agradable, amable, tenía unos 3 años más que yo.

>> Hubo una cena, una enorme y grande cena, yo llevaba un vestido color rosa, muy costoso. No recuerdo lo que paso en general solo recuerdo como de un momento a otro todos me felicitaban por el compromiso- Pedro la miro sorprendido- yo perdí la razón, estaba furiosa, no era como si fuera una muñeca de trata. Salí del lugar Gerardo me siguió y yo me detuve esperando que él estuviera tan sorprendido como yo y entonces se le cayó la máscara "¿Enserio crees que desperdiciaría mi tiempo con una ranchera como tú?"  Mi cabeza no razonó en ese instante y creó que incluso ahora aún no lo hace... El continuo diciendo "Tu Madre nos ha dicho que heredaras la ganadera, ella nos debe dinero, pero no podíamos negarnos a una inversión así, no puedo creer que no lo supieras, después de como moviste el culo la última noche estaba seguro que me estabas complaciendo" yo solo me quede ahí, sin entender nada, y lamentablemente no era la primera vez que me equivocaba con un hombre pero definitivamente sería la última. Él se río de mi... mi madre nos alcanzó y me araño todo el rostro diciéndome que como era posible que le hiciera eso. Mi padre me la quito de encima y yo esperaba el momento en que pudiera despertar.