GoYuu OS

Curiosidad

Gojo podría compararse fácilmente con una cacatúa, hablando sin parar de algo que no tenía importancia porque, lo más seguro, es que se tratara de una estupidez sin sentido alguno, sentado con una pierna en alto y sonrisa altanera. Típico de él.

Y ahí estaba Yuuji, escuchando todo lo que salía de la boca del mayor. Pero luego de unos minutos, va perdiendo el hilo de la conversación hasta el punto de que la voz de Satoru se escucha como un eco, concentrándose sólo en el movimiento de sus brillantes labios.

Ese detalle siempre lo hacía perderse en sus pensamientos, sin poder despegar la mirada de él. Removía algo en sí mismo, la curiosidad tal vez, no lo sabe muy bien, dejándole una sensación extraña que hacía que su estómago se revolviera y que se sintiera sediento.

"¿Utilizará algún bálsamo? ¿O será algún labial?" Desde hace mucho que eso pasa por su cabeza. No sabe muy bien qué conseguiría descubriéndolo, la verdad, o qué podría ser distinto después de que Gojo-sensei confirmara o negara esta pregunta.

Satoru no tarda en notar que Yuuji no lo está escuchando a pesar de que lo miraba tan atento, e hizo un puchero al sentirse de cierto modo ignorado. Iba a llamarle para sacarle de sus pensamientos, pero lo que lo ocurrió a continuación no le dio tiempo para siquiera pensar hacerlo.

El pelirrosa se inclina hacia él, quedando demasiado cerca, apoyando su mano en el posabrazo del sillón a un lado de Satoru, mientras que la otra se dirigía hacia su rostro. Gojo, por simple instinto, se queda sin hacer ningún otro movimiento que no sea el llevar sus manos hacia la cadera de Yuuji, permitiéndole que invadiera su espacio personal.

Itadori repentinamente tiene su dedo índice en los labios de Gojo, y se pasea sobre estos sin hacer demasiada presión pudiéndose apreciar la suavidad, lo carnosos que eran en el proceso.

El contacto no dura más que tres segundos, y el chico retira su dígito de allí para poder frotarlo con su pulgar, en busca de encontrar alguna sensación de bálsamo, y no la hay. Olfatea su dedo, y descubre que no hay olor.

Entonces la duda finalmente está aclarada, y se confirma que no se trataba de ninguna de las dos opciones que había pensado en un principio: los labios de Gojo-sensei brillaban por simple naturalidad.

Aún no es consciente de lo que acababa de hacer, mucho menos la comprometedora posición en la que está sobre el mayor, hasta que siente que el agarre en sus caderas se reafirma y alza la mirada, encontrándose con el rostro de Gojo.

—Yuuji, ¿qué fue eso? –La voz de Gojo es demasiado profunda, junto a una sonrisa temblorosa–. ¿Acaso quieres tener sexo?

—¿Ah? ¿Por qué dices eso?

—Si es lo que quieres, entonces vamos. –Yuuji arquea una ceja, y Gojo ríe de una forma que le da escalofríos.

Mientras que ellos están en su propio mundo, en el otro sillón Kugisaki cubre su rostro en el hombro de Fushiguro reprimiendo un sollozo; y el pelinegro no está tan distinto a ella, con sus dos manos sobre su cara. Una aura sombría los rodea.

—Siempre igual, por qué... –Se lamentan al mismo tiempo.

Una más con estos dos y sus homosexualidades, Megumi y Nobara se retirarán de la hechicería.

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jksjsksksk Gojo cacatúa.

Cuando estaba escribiendo (no esto, sino que otra cosa) de repente algo me entró al ojo, y por más que me pasara agua o me frotara, no se me quitó la sensación. Aún lo tengo, pestañeo y lo siento. Es incómodo escribir con eso molestando, pero nada q hacerle XD

Imagina yo buscando una foto de Gojo para ponerla en la multimedia... *vómito*

Muchas gracias por su apoyo siempre. <3