GoYuu OS

Hermano sobreprotector

[Segunda parte de "Extraño"]

Tener de novio a Itadori Yuuji es, probablemente, lo mejor que le ha pasado en la vida.

Toma su mano mientras están caminando, ve cómo sus mejillas se sonrojan y le daba una de esas sonrisas tan lindas, y se siente como el ser más afortunado de todos. Suspira y también sonríe, se acerca a él para darle un rápido beso que era correspondido, y siguen caminando.

Tras resolver el malentendido de que si eran novios o no, a Gojo finalmente se le fue -un poco- ese extraño comportamiento tsundere y el romanticismo hizo presencia, desbordándose por todas partes. ¡Y tan adorables que eran!

En estos momentos, se estaban yendo juntos como era normal entre ellos desde hace ya cuatro meses. Pero a Satoru se le ocurrió desviarse del camino por unos momentos, dirigiéndose a algún parque para poder sentarse allí. Yuuji sólo deja que Gojo haga lo que quiera.

En cuanto llegan a uno, se sientan bajo de un árbol, disfrutando de la briza del verano después de la temporada de lluvias, y claro, el inicio de un nuevo semestre.

No habían podido juntarse en esas semanas que no tuvieron clases, porque Yuuji había ido para otra parte con su abuelo y hermano. Se volvieron a ver recién ese día, 1 de septiembre. Gojo lo había extrañado demasiado, aunque estuvo constantemente mandándole mensajes -y aun así, trataba de parecer no muy afectado por esto. ¿Con qué fin? No lo sabe-.

Gojo apoya su cabeza en su hombro, Yuuji le acaricia en el dorso de su mano con su pulgar, y se mantienen así por varios minutos, en un silencio reconfortante.

—¿Te dormiste, Satoru-senpai? –Pregunta Yuuji. Gojo emite un sonido en negación–. Ya me tengo que ir, Sukuna debe estar esperándome.

Aun así, no puede olvidar a su hermano que siempre lo espera después de clases para irse a casa juntos. No entiende porqué Sukuna quería tanto que esto fuera así, si perfectamente se podían ir por separado.

—Quedate conmigo un rato más, por favor. –Suplica, y lo abraza como si fuese un koala, pegando su mejilla con la de él.

—Mañana podremos. Le digo a Sukuna que no me voy con él, y mejor tenemos una cita.

—Me gusta como suena eso, hagamoslo –Satoru dice emocionado, pero no se despega de él–. Pero igual, no quiero que te vayas ahora... 15 minutos más.

—Eres tan codicioso, Satoru-senpai.

Sin embargo, Yuuji acepta el cumplirle el capricho a su novio. Se quedaría con él, pero no 15 minutos, solo un ratito más, sí...

Sus miradas conectan, y se pierde en el infinito azul de su iris, tan fantástico y hermoso, aunque estén ocultos por esas gafas. Satoru se empieza a acercar más, Yuuji también lo hace; obviamente, se iban a empezar a besar a lo desgraciado, hasta quedar sin aire, claro que sí. Pero...

—¿Quién mierda es él?

Con sus labios a nada de juntarse ambos voltean la mirada hacia arriba, donde estaba quien los había interrumpido en el mejor momento. Gojo se sorprende al ver un Yuuji 2.0, pero con una cara de maleante.

—Sukuna, ¿qué-

—Estoy esperándote como perro, y te vengo a buscar pensando que te había pasado algo que no llegabas –Dice, y su mirada se pone más dura, el enojo apoderándose de él–, y te veo aquí, con este. ¿Quién mierda eres? Suelta a Yuuji ahora mismo.

Itadori le da una mirada rápida a su novio, en un claro mensaje de "por favor, hagamos caso a lo que dice". Satoru deja de abrazarlo y se levantan del suelo, con la fría mirada de Sukuna sobre ellos.