Sensibilidad [NSFW]

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—Uhg, duele...

Yuuji se queja en un murmuro, llevando su mano al pecho. Hace fricción con algo de fuerza, y es necesario soltar otro quejido.

Sus pezones dolían.

Los sentía irritados. Empezó como una simple incomodidad que creía que se iría con el tiempo, pero han pasado días, y solo con el simple roce de su ropa sus tetillas estaban siendo sobre-estimuladas.

No sabe qué hacer al respecto, en verdad. Durante el momento de la ducha utiliza el agua del lado frío con el intento de calmar el dolor, pero no servía de absolutamente nada. Y le daba muchísima vergüenza contar lo que le estaba ocurriendo a alguien cercano.

Pero ya no podía aguantar más con esto.

Tiene una idea, de repente, y es algo obvia. Lo más probable es que sea la ropa la que esté haciéndolo sentir tan incómodo. Y por eso, hace lo siguiente:

—Gojo-sensei, necesito cambiar algo del uniforme –Gojo se voltea hacia él y hace un ademán, esperando a que siga–. El tipo de tela, que sea de algodón, o no sé...

—¿Algodón? –Pregunta, confundido por aquella petición–. ¿Por qué?

Realmente sería demasiado vergonzoso explicarle a Gojo-sensei que sus pezones terminaban irritados y duros todos los días por el roce de la ropa -o cree que es por eso-.

—N-Nada importante... ¿Se puede, no?

—Claro. Lo tendré lo más pronto posible.

Y tal como se lo prometió, casi al siguiente día tenía un nuevo uniforme. Gojo-sensei nunca lo hacía esperar.

Al principio funcionó, sus pezones seguían algo sensibles pero con la nueva tela no dolían tanto. Sin embargo, luego de unos días volvió a la misma incomodidad.

—Así que por la ropa no es...

Se dice a sí mismo mientras se miraba al espejo, desnudo. Se iba a dar una ducha luego de un largo día de entrenamiento y soportar los dolores en sus pezones.

—¿Desde cuando mis pectorales son tan grandes...? –Se pregunta en un murmuro y sus mejillas se sonrojan. Lleva sus manos hacia su pecho, nervioso.

Cuando sus dedos rozaron con sus pezones, soltó un jadeo por lo extraño que se sintió. Estaban rojos por la irritación, incluso podía sentir algo de resequedad en estos.

¡Eso es! Una crema. Debe existir alguna crema para la irritación en los pezones.

Al siguiente día, aprovechando que todos tenían sus cosas por hacer fue solo al centro de la ciudad. Se dirigió a una farmacia, e hizo la compra de una crema para sus pezones. Pero sintió que, en realidad, estaba llevando algo ilegal en sus bolsillos cuando los chicos le preguntaron que a dónde había ido.

—¡Tenía algo que hacer, es todo! –Trata de justificarse sin sonar sospechoso, caminando hacia las habitaciones–. Nada de qué preocuparse.

Fushiguro y Kugisaki sienten que tiene una actitud algo extraña, pero prefieren no seguir molestando al chico. Si no quería decirles, luego le podrán sacar la verdad a patadas si era necesario.

En cuanto está en su habitación, pasa directamente a su baño. Se saca la parte de arriba de la ropa y se mira al espejo, y ahí estaban: sus pezones duros, sensibles e irritados.

Saca de su empaque la crema y lo presiona, poniendo un poco de la pomada transparente sobre sus dedos. Empieza a exparcirlo sobre su pecho, soltando algunos jadeos y quejidos por lo frío que se siente.

GoYuu OSOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz