GoYuu OS

Itadori-sensei

[Universo Alterno.
Escolar, Sensei!Itadori Teenager!Gojo]

—Gojo-kun, ¿estás escuchando?

El albino salió de su ensoñación tras escuchar aquello. Frente suyo, estaba el pelimarrón con un libro en mano, mirándolo con los brazos cruzados.

—Sí, sensei, lo estoy escuchando –Entrecerró los ojos divertido, y sus labios se curvaron en una sonrisa coqueta–. Fuerte y claro.

El mayor pierde la compostura por un segundo, sintiendo sus mejillas arder. Tose falsamente y se da la vuelta, evitando la mirada atrevida de su estudiante.

—Espero que así sea –Mantiene su profesionalismo, aunque con la voz algo temblorosa–. Como decía. En el período Meiji, Japón estuvo...

Y otra vez, hizo oídos sordos a lo que decía su profesor.

A él no le interesaba la historia japonesa, ni siquiera un poco. Era más agradable ver cómo la ropa de Itadori-sensei se ceñía tan bien a su cuerpo con cada movimiento, mientras partía sus clases.

Cuando Itadori se dirige al pizarrón a escribir algo, Gojo evita silbar desde su lugar en cuanto se dio la vuelta y le dio la perfecta vista a su lindo y pomposo trasero.

Itadori-sensei era tan atractivo.

—Satoru, deja de molestar a Itadori-sensei. –Suguru, que se sienta a su lado, finalmente le reclama.

—No sé de qué me hablas. –Le responde en un murmuro. Sus ojos brillan, y da un suspiro sin perder de vista ningún movimiento del mayor.

Suguru siente sudar frío, incrédulo por la actitud de su amigo.

—No te hagas el idiota. Ni disimulas que te lo estás comiendo con la mirada.

—Uh, sí... –No prestaba atención a lo que le decían. Apoyó su mejilla sobre su mano–. Comerlo...

"Maldito hormonal" Geto lo insulta en su mente, y decide que es mejor dejar la conversación hasta ahí.

A Gojo Satoru le gustaba el profesor de historia en práctica, Itadori Yuuji. Lo digo por sin aún no eran conscientes de aquel detalle.

Nanami-sensei lo había presentado a inicio de semestre. Itadori estaba en su último año de pedagogía en historia y tenía que hacer su práctica antes de obtener el título. Por ello, el rubio explicó que él sería su profesor por un tiempo.

Gojo no le había interesado al principio, porque él realmente no necesitaba de estas clases. Era tan jodidamente listo que, aunque no tuviera apuntes, sus calificaciones eran las mejores de su generación.

Su enamoramiento por Itadori-sensei ocurrió dos semanas después de que se presentó. Durante una clase, demasiado repentino.

Estaba jugando con un lápiz despreocupadamente mientras miraba hacia la ventana, con el sonido de la tiza pasando por la pizarra y lápices escribiendo. Él, como siempre, estaba desinteresado a lo que sea que estuviera ocurriendo, añorando que el timbre para el receso ya sonara.

En un descuido el lápiz se le escapó de las manos y rodó por la mesa hasta caer al suelo, haciendo un sonido sordo. Da un chasquido, y tiene la intención de recogerlo, sin embargo alguien ya lo había hecho por él. Ve con sorpresa a Itadori-sensei agacharse a su lado para recoger el lapiz, y desde esa posición lo vuelve a poner sobre su escritorio.