SOULMATES | Cuando dos almas se tienen que encontrar, los mundos se juntan, la distancia se borra y deja de existir lo imposible
━━━━━━━━━━
golden trio era
harry potter x oc
━━━━━━━━━━
el prisionero de Azkaban
---> las reliquias de la muerte
Todos...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
44, EL CUMPLEAÑOS DE HERMIONE
Naturalmente, lo que había sucedido en la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras de quinto año, fue esparcido por todo el alumnado durante el día y todos cuchicheaban sobre ello en la hora de la cena.
—No me agrada Umbridge —decía Gideon Sullivan, un compañero de Ravenclaw de Zeus, mientras se sentaban en el gran comedor—, pero creo que Potter ha sido muy brusco en la clase... Quiero decir, no soy idiota, sé que Cedric Diggory no se suicidó, pero el chico podría sacar el tema con un poco más de delicadeza.
Gideon se había vuelto amigo de Zeus de inmediato, se conocieron en el camino al colegio comenzando el primer año. Ambos estuvieron muy felices de quedar en la misma casa. Gideon tenía la piel algo morena, el cabello negro azabache y los ojos igual de oscuros, unos notables hoyuelos relucían junto a su sonrisa y era bastante alto. A Zeus no le sorprendía que muchas chicas del castillo tengan un crush con él.
Zeus se sirvió una tarta mientras ojeaba la mesa de Gryffindor, donde Aries charlaba con Harry, Ron y Hermione. Cuando captó la mirada de Zeus, sonrió y le guiñó un ojo. Zeus sintió que su estómago se revolvía y estaba seguro de que no era por el hambre. Aries Black lo hacía suspirar como nunca antes nadie lo había hecho, ni siquiera Katie Bell, de quién había estado enamorado los primeros años.
Antes de hablar, Zeus se aseguró de que Cho Chang no se encontrara cenando cerca de ellos. Todos en la casa de Ravenclaw evitaban nombrar a Cedric Diggory mientras ella se encontrara presente, aún no superaba la repentina muerte de su novio, y se echaba a llorar cada vez que lo recordaba. Por suerte Cho estaba casi en la otra punta de la mesa junto a su grupo de amigas.
—No puedes culparlo —dijo, mirando a Gideon con una ceja alzada—. Él vió todo eso, estuvo allí mientras sucedió. Probablemente siga procesando todo, debes entenderlo, también.
Gideon asintió con la boca llena de comida y no volvieron a tocar el tema. No pasó mucho tiempo para que los cuatro Gryffindors más nombrados en el día abandonaran el gran comedor y se perdieran fuera de este. Zeus sintió una notable molestia ante eso, pues los cuchicheos se convirtieron en altas y para nada disimuladas discusiones sobre la clase de Umbridge. Fue una suerte que la profesora no se encontrara allí, pensó Zeus, de lo contrario ya hubiera castigado a la mitad del castillo. No era que no haya escuchado a sus compañeros criticar a los Gryffindor, especialmente a Aries, sino que desde el verano se sentía más personal. Zeus comenzaba a mirar mal a las personas, cosa que nunca antes había hecho.
