13. Enfermo.

1.7K 142 8
                                    

—Jimin, Jungkook está aquí, ¿Puede entrar?

—Mmn.

—¿Hijo? ¿Todo bien?

La puerta se abrió despacio dejando a ver a los dos hombres que interrumpieron su habitación segundos anteriores, el rubio tenía aproximadamente tres cobijas encima y lo único visible de todo su cuerpo era su pequeña cara. Hizo un puchero al verles, no, no se sentía bien, se sentía enfermo.

—¿Saldrán hoy y tengo que cuidar al bebé?

—En ese estado creo que esta vez será al revés Park.— objetó Jeon.

—¿Qué te pasa?— Su padre se acercó atento y acarició su mejilla. —¿Es tu estómago otra vez? ¡Esposa mía! ¡Mimi se siente mal otra vez!

Después de asentir a la pregunta de quién le engendró, este corrió escaleras abajo a llamar a su madre. Jimin creía que sus padres habían hecho un trabajo maravilloso con él, a tal punto que le avergonzaba la intensidad del como estos se preocupaban, no quería ser demasiada carga, mucho menos cuando ya iba a por sus dieciocho. Estaba infinitamente agradecido con la forma en la que su salud mental y física fue tratada, pero no tenía mucha energía para refutar la atención que le daban.

—Tan solo el viernes estabas bien, ¿Comiste algo y te cayó mal?

Guardó silencio, tampoco estaba animado como para hablar con Jungkook.

—¿Sigues enfadado conmigo?

Si, sigo enfadado contigo.

Me quedaré aquí hoy de todos modos.— Jimin levantó sus cejas con desdén, sus ojos apuntaban a los pies del castaño y nada más pero su enfoque cambió repentinamente cuando este se agachó para quedar en frente. —Pediré las disculpas y te daré todas las aclaraciones que sean necesarias.

—No me interesa escucharte.

—¡Ay mi pequeño!

No, no por favor.

Su mamá traía consigo un vaso lleno de agua y unas pastillas, apenas le vió en ese estado se balanceo hacía él y tendió lo que traía. Atrás de ella estaban el señor y la señora Jeon, observando serenos el particular cuadro que su familia estaba haciendo.

—¿Se siente muy mal su hijo? Debe de ser, para que no se levante de su cama.— Mencionó la madre de a quien su corazón parecía pertenecer, sin parecer querer generar malicia, sin embargo a los oídos del rubio no pudieron pasar desapercibidos.

—Jimin nunca tuvo buenas defensas, suele enfermarse mucho.— Habló la madre de este, respondiendo tranquila. —De hecho mi esposo renunció a enseñarle a nadar por lo mismo, pasaba que tocaba el agua y al menos después se conservaba tres días en la cama.

—Mala suerte para ser entrenador de natación.— Pareció querer bromear el Jeon más adulto, causando sólo pequeñas risas.

—Así es, de hecho me enteré que nuestros hijos se conocían porqué Jimin cayó al agua y Jungkook le rescató.— Mintió, aliviando a los menores. —Por suerte su hijo le ha prestado un poco de ropa, se habría enfermado si no fuera por eso.

—No deberíamos de salir hoy si estás así Minnie.

—No mamá, estaré bien, no es tan grave.— Tenía que evitar a toda costa que se quedarán ahí, o que sus padres evitaran sus asuntos solo por él. —Vayan diviértanse ustedes.

—Además estoy yo aquí, puedo estar atento a cuidarlo.

Los mayores se vieron entre si, como si telepáticamente tomaran una decisión y asintieron. Miedo. Era raro ver como sus padres se llevaban tan bien, aún más raro cuando sus hijos habían compartido muchas noches juntos y justo ahora no estaban en mejores términos.

¡No más trío!; KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora