38, number 12 of grimmauld place

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Doe había intercambiado cartas con Aries desde que terminaron el cuarto curso, y la pelinegra le contó que se había mudado a la vieja casa de su padre y necesitaba que alguien la saque del infierno. Doe no pudo ayudarla a salir, pero Phoebe se había unido a la Orden del Fénix y se comunicaba con Sirius Black y Remus Lupin, así que, luego de tantas insistencias por parte de Aries, Phoebe y Doe irían a pasar el resto de las vacaciones junto a los Black.

—No te odia.

—Recuerda que no puedes mentirme —dijo con burla, leyendo los pensamientos de su madre—. Sí, es molesto, pero no lo pienses delante mío.

La niña siguió sonriendo con burla mientras la mujer terminaba de cerrar el baúl y salían de la habitación. Se despidieron de las demás maestras (Doe lo hizo por educación) y salieron del edificio. La noche estaba hermosa, había una brisa fresca que apaciguaba el insoportable calor que hubo durante el día.

—¿Dónde dijiste que quedaba la casa?

Phoebe guardó las cosas de Doe y las suyas en el baúl, con un hechizo de extensión, de la motocicleta. Doe tomó el casco y se lo colocó, esperó que Phoebe suba y se sentó en la parte trasera del vehículo.

—Agárrate con fuerza —le dijo una vez que encendió la moto.

Doe le hizo caso, abrazando a la mujer por la cintura y apoyando la cabeza en su espalda. Cerró los ojos en cuanto las ruedas comenzaron a girar con una velocidad increíble. Phoebe le había hecho algunos arreglos a su motocicleta para que circule igual que el autobús noctámbulo, y Doe odiaba eso. Le pareció una tortura el largo trayecto por las calles desiertas, casi comenzó a rezar para que termine.

—No entiendo cómo sigues convenciendome de subir a esa cosa —se quejó cuando bajaron. Phoebe rió y levantó el asiento para sacar las cosas del baúl—. ¿Cuál es la casa?

Doe observó a su alrededor. Se encontraban en un barrio muggle muy lindo aunque algo descuidado. Las casas era todas iguales, pero a Doe le pareció raro que faltara la casa número 12.

—Lee esto en tu cabeza, no lo digas.

Phoebe le pasó un pedazo de pergamino con algunas palabras escritas en él. Enseguida reconoció la letra de Aries.

Número 12 de Grummauld Place.

¿Allí vivía su amiga?

Antes de que comenzara a hacer preguntas, observó con asombro como las casas once y trece comenzaban a separarse para dar paso a la casa número doce.

—Eso fue jod...

—Lenguaje —la interrumpió Phoebe.

—¡Por favor! —protestó Doe—. Tú eras peor en tus años de colegio... No pienses más.

La puerta de entrada fue abierta y Aries salió de la casa, sonriente.

—¡Doe! —chilló feliz y se acercó a abrazarla.

La pelirroja escuchó como Phoebe se burlaba en su mente. La verdad era que Doe odiaba el contacto físico, pero no podía negarle nada a Aries, nadie lo hacía.

—Hola, Ari —saludó y se separaron—. Ella es Phoebe.

«Santo Merlín es hermosa»

Doe rió ante el pensamiento de su amiga y la pelinegra se sonrojó con vergüenza.

—Había olvidado sobre tu don —admitió Aries y dió la vuelta para volver a entrar, aún avergonzada—. Bien, bienvenidas a esta adorable morada. Primero tenemos el maravilloso pasillo impecable con olor a rosas, enseguida salimos al vestíbulo de entrada —iba diciendo a medida que caminaban, al final del pasillo dió un pequeño salto hacia delante—. Aquí deben saltar para no tropezarse, viéndole el lado bueno hacen un poco de ejercicio...

SOULMATES ━Harry J. PotterМесто, где живут истории. Откройте их для себя