21 de Octubre

2.7K 143 10
                                    

— No puedes estar así siempre. Te hará mal...
— Estoy bien... tranquilo. No soy tan estupido como para cometer alguna tontería...
— Pero tampoco eres lo suficientemente fuerte como para superarlo pronto, ¿cierto? —Gustav tomó asiento a mi lado, dejando caer ligeramente el brazo sobre mi espalda— No es lo que puedas o no hacer... es el daño que te estas haciendo.
— No puedo hacerme más daño del que él me hizo... —repuse en un suspiro corto y triste.
— Bill... escucha: sé que no soy el más indicado para darte consejos, pero lo mejor sería que lo dejes; deja que se largue y olvidalo. El que quieras arreglar las cosas sólo te lastimará más y más...

Levanté una mano, dándole a entender que ya era suficiente de tanto sermón.

Se puso de pie después de un rato y caminó lentamente a la puerta, dándome sus ultimas palabras.

— Si me entero que te ha lastimado de nuevo, yo mismo lo mataré con mis propias manos.

Matarlo... ¿por qué? A pesar de la manera en la que terminó conmigo... no se lo merecía.

Quizás... quizás era cierto que no había podido darle nada en los meses que llevábamos de relación pero... lo amaba. Se había convertido en lo más importante para mi. Era mi razón de levantarme cada mañana y sonreír como estupido al recordarlo...

¿Por qué, Tom? ¿Por qué no me retuviste y trataste de aferrarte a mi? 

Suspiré cerrando los ojos; dejándome caer de espaldas a la cama, con los brazos abiertos.

Quería... necesitaba hablar con él. Pedirle perdón y arreglar las cosas.

Inclusive si no era culpa mía... le pediría perdón...

Diario de un Corazón RotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora