Capitulo 6.

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Miro mi reflejo en el espejo. Me siento muy rara, pero estoy verdaderamente satisfecha por mi aspecto ahora. No más aburridos, calurosos e incomodos vestido. Llevo puesto un short y una blusa blanca, con una camisa de cuadros arriba y medias veladas negras. Perfecta.

Me siento completamente bien, así que me doy una sonrisa de suficiencia.

—¿Estas lista? Scott está aquí y... —escucho a mi madre hablarme para luego dejar de hacerlo. Volteo a verla y verificar que no le haya pasado nada, y me encuentro a mi madre con la boca abierta en asombro.

—¿Qué pasa?

—¿Qué le hiciste a mi hija? —Pregunta con gran preocupación en su voz. Le doy una sonrisa.

—Esta es tu hija, la verdadera, la que no finge.

Mi madre abre la boca para decir algo, pero la cierra para acercarse a mí y darme un gran abrazo. La miro desconcertada luego de separarnos.

—¡Por fin! ¡Jamás estuve más orgullosa! —exclama con una gran sonrisa en su rostro antes de salir corriendo de mi cuarto. Rio por lo bajo, mi madre a veces puede ser muy tierna. Me miro por última vez en el espejo antes de bajar con mi mochila, y con los dos zapatos puestos. Pasa una vez, y no pasa más.

Bajo las escaleras rápidamente, se me ha hecho tarde vistiéndome, y es que en un momento de la mañana pensé que esto era una locura, que tenía que seguir fingiendo para que vean algo bueno en mi familia, que esto era un tonto capricho mío, pero todo eso se borró cuando los pensamientos verdaderos vinieron a mi mente. Esta familia no está jodida, mi madre trabaja mucho para y a pesar de que no esta muy pendiente de mí, sé que me quiere y quiere que sea yo misma, y es también lo que mi padre hubiese querido. Esta soy yo, y no puedo fingir por una causa que yo misma invente, y que en realidad jamás existió.

Scott tiene una rosquilla hecha por mi madre y me mira con cara de asombro, dos caras de asombro para mí, sonrío satisfecha.

—Hola, mamacita. —Saluda Scott. Mi madre suelta una risa y luego le sigo yo.

—Hola. —le devuelvo el saludo, le quito la rosquilla de la mano y le doy una gran mordida. —Y vámonos.

Camino hacia la puerta y siento los pasos de Scott venir detrás de mi, dejo de caminar y paro en seco, creo que no me di cuenta de una presencia extraña en la cocina. Volteo y miro al Sr Taylor con los ojos entrecerrados, ¿Y este señor que?

—Hola, Missy. —Saluda este como si nada.

—Suzanne. Es Suzanne. —le corrijo. —¿Qué hace usted aquí otra vez?

—¡Missy! —me regaña mi madre.

—No puedes meter extraños en la casa madre.

—No es un extraño, es mi amigo.

Miro a mi madre estupefacta, ¿acaso mi madre ha metido un hombre en casa y ha dicho que son solo amigos? ¿Estoy soñando o algo?

—¿Solo un amigo?

—Si. Nada mas. —asegura mi madre. Le creo, no arrugo la cara como siempre hace cuando esta mintiendo. Scott se suena la garganta y me señala el reloj en su mano, supongo que llegaremos tarde.

—-Esta bien. Me voy.

—Missy, antes de que te vayas, hoy iré a una fiesta, no me esperes. —me informa mi madre. Ya se lo que eso significa, no es nada bueno, por cierto. Ruedo los ojos y salgo de la casa con Scott.

Subimos al carro y empezamos el camino en silencio, pero mi amigo jamás deja de ser el y decide interrumpirlo con uno  de sus comentarios.

—Si no fueras mi amiga y te viera así vestida, ahora mismo estaríamos teniendo sexo en mi carro.

BAD GIRL, GOOD LIPS. (Editando)Where stories live. Discover now