BAD GIRL, GOOD LIPS. (Editando)

Capítulo 20.

Estaba más emocionada por conocer a la novia de Ethan, que por estar en la clase de matemáticas. De hecho, cualquier cosa me emocionaria en este momentos.

—¿Srta Suzanne? —escucho decir a la profesora.

—¿Mm? —digo alzando la cabeza. Con el ánimo por el piso.

—¿Puede venir un momento? —pregunta.

Me levanto pesadamente de mi asiento, y finjo mi mejor sonrisa.

—Después de clase tiene que quedarse para entregar los trabajos que debe.

—¿No puede ser en la hora del almuerzo? —pregunto. —Después de clases tengo algo importante que hacer.

La profesora me mira desde sus gafas, con mirada de desaprobación.

—Debe agradecer que la dejamos pasar solo con unos trabajos, si me hubiese tocado elegir a mi, no se hubiese salvado tan fácil.

La miro con enojo, ¿que le pasa a esta? Me cruzo de brazo y murmuro un esta bien.

Cuando llego a mi asiento, le mando un mensaje a Ethan.

Me toca quedarme después de clase un rato, ¿podrá aplazarse un rato?

Guardo el celular antes de que la profesar me vea y se quiera pasar de perra. Maldita.

En la hora del almuerzo, tendré que someterme a la desgracia de invitar a Dona a almorzar conmigo, para el maldito trabajo. Una hora será suficiente para saber que ella se comporta como una perra, pero bueno, debo al menos tener evidencia.

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Soy de las primeras en salir cuando la campana suena. Bendito sea, me moría de hambre.

Llego a mi casillero.

—Hola chica sexy. —Me sobresalto al escuchar la voz de Joe saludarme.

—Me has pegado un susto. —digo colocando mi mano en el pecho.

El suelta una risa que lo hace lucir muy adorable.

—Venia para decirte que si querías almorzar conmigo. —dice un poco tímido.

Suelto un suspiro recordando que tengo que estar con Dona todo el almuerzo.

—Me encantaría, pero tengo que almorzar con Dona. —meto todos los cuadernos en el casillero y lo cierro con fuerza.

—¿Tu y Dona?

—Por la tarea de describir el comportamiento de alguien. Me ha tocado con Dona. No es por gusto, créeme. —explico haciendo una mueca.

—Bueno, podrá ser otro día. —dice este.

—No lo dudes. —digo sonriendo. —Me tengo que ir, adiós.

Joe se despide con un adiós  y tomamos caminos diferentes. Me encantaría hacer muchas cosas con el, pero simplemente cuando lo veo se me hace más un hermano que otra cosa. Incluso si no somos muy buenos amigos.

Y en mi mente todo se vuelve asqueroso después de eso. La idea de Joe y yo, no me hace gracia.

Escucho mi celular sonar, lo saco de mi bolsillo.

Es una llamada de Ethan.

—¿Qué ha pasado?  —pregunta.

—Yo estoy bien, gracias por preguntar. —digo con notable sarcasmo.