Capítulo 26.

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Me levanto pesadamente de mi cama, la alarma suena y mi ganas de tirar la lejos aumentan cada vez más.

—¡Buenos días con mamá!

La puerta se abre de par en par y mi madre aparece con el Sr Taylor detrás de ella, ambos con una sonrisa de oreja a oreja. Los miro con mala cara.

—¿Qué tienen de buenos?

Mi mamá frunce el ceño y se cruza de brazos. Ambos se dan la vuelta y se van sin decir una palabra, si, han entendido que no amaneci de humor.
Estoy de un genio insoportable. No me hablen, no me toquen.

Me termino de levantar y arrastró mis pies al baño. Que se noten mis ganas de ir a la escuela, gracias al cielo es el último año.

Cuando salgo del baño, me siento un poco más relajada. Me cambio con lo primero que veo, y bajo sin ganas a desayunar.

—¿Desayunaras? —pregunta mi madre, cuando me ve bajando las escaleras.

Agarro la mochila de la mesa de la cocina, ni idea de que hacía ahí.

—No tengo hambre, y voy tarde.

—Pero, Scott aun no llega.

—Esperare afuera.

Salgo sin despedirme. ¿Les ha pasado que cuando no están de humor, el día se acomoda para hacerte más miserable de lo que eres? Bueno, justo eso me acaba de pasar.

Me he tropezado con una caja que esta en toda la puerta. Me levanto del piso y con mis manos limpio la suciedad de mis rodillas. Me agacho a mirar para quien es la caja.

Es para mi madre, y no me apetece abrirla, principalmente porque la etiqueta tiene la palabra boda, y no quiero saber nada al respecto.

Elijo ignorarla.

Escucho la bocina del carro de Scott sonar, y me alivio por el momento. Hubiera sido irritante esperar.

—Hola, mi amorsito. —saludo a Scott con un beso en la mejilla y con una sonrisa. Mi mejor sonrisa de el día es para mi mejor amigo.

Esta es la cosa, cuando estoy de mal humor, trato mal a cualquier ser que respire, excepto a Scott. Es que de tan sólo verle la cara se me ablanda el corazón, el chico es un amor conmigo y se me hace imposible tratarlo mal.

—¿Cómo esta mi chica favorita? —pregunta el, poniendo el auto en marcha.

—Con un humor de perros.

El ríe por lo bajo, y en el resto del camino estuvimos tarareando las canción que ponían en la radio.

Cuando llegamos a la escuela, la campana, así que rápidamente nos dirigimos a nuestras clases.

Me entran ganas de ir al baño cuando casi voy llegando al salón de clases, así que rápidamente me devuelvo al baño corriendo.

Me estrello con alguien cuando voy corriendo, dándome un golpe en la cabeza con la manilla de su muy grande bolso.

Dona.

—¡Mira por donde caminas, perra!

—Vete a la mierda, Dona.

Paso por su lado y sigo corriendo hasta llegar al baño. Hago mi necesidad lo más rápido posible, porque estoy segura de que llegare tarde a clase de matemáticas.

Cuando voy a abrir, alguien me hala del brazo bruscamente, haciéndome voltear.

—Hola, mamacita. —saluda Peter, el "enemigo de Scott, ex novio de Dona.

BAD GIRL, GOOD LIPS. (Editando)Where stories live. Discover now