Capítulo extra(la boda).

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—¡Muero de los nervios! ¡No aguanto! —vuelve a gritar mi madre como por milésima vez. Ruedo los ojos y me contengo a no darle una cachetada, de esas que le daría a Abby.

Doy un respiro profundo.

—Madre, calmate, por Dios. —digo calmadamente.

Mi madre, sentada en la punta de su cama, alza la mirada. Sus ojos se ven aguados, por lo que se que va a llorar.

Otra vez.

Dios.

Jamás pensé tener que lidiar con mi madre esta manera.

y se echa a llorar. Me acerco a ella y la rodeo con mis brazos.

—¿Qué tal que se arrepienta? ¿O ya no me ame? ¿y si engordé y el vestido no me quede? ¿Sí ningún invitado llega? —mi madre empieza a hacer preguntas que no seguí escuchando. —No se que pasaría, moriría si algo como eso pasa, Dios, seria terrible, debo hablar con Taylor, necesito saber si esta seguro de eso...

—¡Madre! —le llamo a gritos. Ella se sobresalta y deja de hablar. —Escucha, nada de eso va a pasar, el te ama, te ama con locura y se que cuando te vea te amara más. Debes calamarte y dejar de suponer cosas que no pasará.

Mi mamá asiente frenéticamente. Se pasa las manos por su cabello, haciendo que este se acomode hacia atrás.

Sólo falta un día para la boda, mañana mi madre se casará, y ha estado actuando como loca desde que se levantó hoy en la mañana. Y yo he sido la que ha cargado con todo eso.

—Tienes razón, estoy actuando sin pensar. —dice.

—O pensando mucho.

Ella asiente y me da una cálida sonrisa.

—Gracias. —me susurra.

Le devuelvo la sonrisa y contengo las ganas de llorar. Me levanto de la cama.

—Te dejare un rato para que descanses, ¿bueno?

Ella asiente en respuesta.

Salgo de su habitación, no sin antes estar segura de que mi madre quedo en completa calma.

Bajo las escaleras y me dirijo a la cocina. Muero de hambre.

Saco una manzana de la nevera y le doy un mordisco. Dioses, espero no estar así el día de mi boda.

Escucho el timbre de la casa sonar, y luego mi celular con un nuevo mensaje.

Sonrió.

Se perfectamente quien es.

Abro el mensaje. Es un mensaje de Scott.

Abre, preciosa.

Sonrió como una idiota al mensaje.

Es algo que siempre hace, toca el timbre y luego me avisa que es el quien esta afuera, para que pueda tirarme encima de apenas abra la puerta.

Abro la puerta y Scott sonríe apenas me ve, me tiro encima de él y el gustoso me recibe en sus brazos.

Estampo mis labios en los suyos, dándole un merecido beso.

—Cada vez me gusta más venir acá. —dice el, cuando nos separamos. Cuidadosamente me deja en el suelo.

—Y a mi me gusta cada vez más que vengas. —susurro muy cerca de sus labios.

El me da un pequeño beso en los labios.

—¿Cómo está tu madre? —pregunta, entrando más a la casa.

—Loca, asustada, frenética. —empiezo a enumerar.

BAD GIRL, GOOD LIPS. (Editando)Where stories live. Discover now