BAD GIRL, GOOD LIPS. (Editando)

Capítulo 30.

—¿Iras a clases hoy? —escucho preguntar a mi mamá. 

—Si, madre. —respondo sin dejar de mirarme en el espejo.

—¿Te sientes mejor para ir? 

—Me siento de maravilla.

—¿Desayunaras?

—Si, en un minuto bajo.

Mi mamá sale de la habitación, dejándome por fin respirar de sus preguntas.

Termino de abotonar mi camisa, y me miro sonriente al espejo. Se me un poco la venda de el brazo, los parches curativos que tapan las heridas leves de mis piernas. No se me ven mucho, las medias los cubren un poco, haciendo que apenas se vea.

Me aseguro de que los cordones de mis botas estén bien amarrados, con mi mala suerte podría caerme, y no quiero mas heridas. Cuando termino de vestirme, bajo corriendo a desayunar. 

Hoy me levantado temprano, hace un lindo día, y me siento de maravilla. Mi instinto me dice que hoy será un gran día, aunque no me confío mucho de el, la mayoría de tiempo(todo el tiempo) se equivoca, pero, hoy me siento tan contenta y llena de energía, que le creeré al cien por ciento.

 —Desayuna con calma, es temprano. —dice mi mamá, colocando el plato frente a mi, y como ella dijo empiezo a desayunar con calma.

—Te veo muy radiante, Missy. —dice el Sr Taylor.

Le doy una sonrisa.

—Me siento radiante.

—¿A que se debe eso? —pregunta frunciendo el ceño.

—Presiento que será un muy buen día.

El Sr Taylor sonríe y me da palmadas en la espalda.

—Me alegra verte así.

Después de eso comimos en silencio.

Cuando termino, dejo mi plato en la cocina, me siento feliz, pero no tanto como para lavar platos. Agarro mi mochila y salgo afuera a esperar a Scott, que como era de esperarse, aun no ha llegado. 

Normal en el.

Me siento en el pequeño muro que hay afuera de mi casa, y empiezo a jugar con las pequeñas plantas que hay allí.

Creo que me siento muy feliz, solo cuando duermo con Scott. Ayer que nos quedamos dormidos, dormí como un ángel en un par de nubes extra suaves. Como en el paraíso.

Realmente espero que Scott se sienta de la misma manera. O estaría muy decepcionada.

Aunque no es por creerme mucho, pero creo causar el mismo efecto que el causa en mi. Soy su única mejor amiga después de todo. El único buen amigo que tiene Scott en el mundo soy yo, el siempre me lo dice, y yo siempre estoy feliz de saberlo.

No puedo imaginar que seria de mi vida sin el. Aunque en estos días, raros sentimiento han surgido, me siento muy bien con el, mas de lo normal, quiero que me abrace, quiero oler su aroma todo el día, quiero besarlo...

Dios.

Cabe la posibilidad de que sienta algo.

Que cosas mas estúpidas estoy diciendo.

¡Cállate, mente! ¡Es tu mejor amigo! ¡Por Dios!

El sonido de la bocina del auto de Scott, me saca de mis pensamientos, para mi suerte.

—Hola, colega. —lo saludo dándole un beso en la mejilla. 

—Hola, preciosa, ¿Cómo te sientes?