BAD GIRL, GOOD LIPS. (Editando)

Capítulo 18.

—Missy. —escucho decir muy lejos de mi. Me renuevo y lo ignoro. Estoy despierta hace media hora pero ni de broma quiero abrir los ojos. —Missy, levántate hermosa. —escucho volver a decir. Es Scott. No me levanto, me pesa mucho la vista.

—Missy. —esta vez es Abby la que me llama.

—Dejen descansar al prójimo. —respondo soñolienta.

—Hazlo Abby. —le dice Scott.

Abby cuenta hasta tres antes de ponerse a gritar como una loca. Elijo ignorarla, pero grita tan duro que es imposible. Me despierto de golpe.

—¡Santo cielo, Abby! —grito enojada. Ella coloca una sonrisa inocente y deja de gritar.

—Buenos días. —me dice. —Son las diez de la mañana y vamos a la playa. Todo fue idea de Dave, es un amor ese chico.

¿Dave?

—Hola. —saluda Dave. Volteo mi cara lentamente para encontrarme con Dave apoyado en el marco de mi puerta. Mis mejillas adoptan un color rojo de vergüenza, santo cielo.

—Hola.

Tragame tierra y escupeme lejos de aquí.

—Nosotros nos vamos, dejaremos que Missy se aliste. —anuncia Scott. —En media hora, hermosa.

—¿Hermosa? ¿En serio? —digo burlona.

Scott se encoge de hombros.

—Eres hermosa.

Seguido de esto, los tres desaparecieron de mi cuarto cerrando la puerta tras ellos. Supongo que no me dejaran responder si o no quiero ir a la playa.

Vaya que estos chicos me hacen una chica dependiente.

Aún con la pereza en mi cuerpo -y en mi alma- me levanto pesadamente de la cama y me quedo un rato esperando que mi vista deje de ser borrosa.

Que sexy se ve Dave con esa pantaloneta y las gafas de playa. Vaya chico que me he ganado.

Me levanto y me dirijo al baño para bañarme y hacer lo que normalmente hacen las personas normales en el baño.

Me desvisto y colocó la música de el pequeño radio que hay en mi baño. Me meto en la tina y me relajo un poco.

—Treasure, that is what you are... —empiezo a cantar la canción de Bruno Mars. —Honey, you are my golden star...

Unos golpes en la puerta hacen que me sobresalte y deje de cantar. Scott es el único que me interrumpe en medio de mi baño.

—¿Acaso no puedo bañarme en paz tampoco, Scott? —pregunto sonando un poco enojada. Lo único que pido es un baño donde pueda estar en paz.

—Ehh, no soy Scott. Soy Dave. —mierda. No lo puedes joder más, Missy. Primero despiertas como una loca y ahora esto. Bien hecho.

—Lo siento. —digo haciendo una mueca. —Pensé que eras Scott.

—Eso es obvio. —dice riendo. Se está burlando de mi. —Scott me mando a preguntar si querías waffles para desayunar o alguna otra cosa.

—Waffles esta bien.

—Esta bien. —escucho decir. —Por cierto, cantas muy bien.

Oh joder, se está burlando de mi. Escucho la puerta cerrarse lo que significa que ya se ha ido.

Salgo del baño y elijo algo lindo y cómodo para un día de playa. Cuando bajo las escaleras todos están sentados desayunado.

—Sientante a desayunar. —dice Scott.