BAD GIRL, GOOD LIPS. (Editando)

Capitulo 8.

Venganza.

Es la única palabra en la que he pensado toda la semana. Hoy por fin es viernes, podre descansar y divertirme después de una semana llena de estudios y tareas que no me dejaban ni tiempo para pensar en nada que no fuera referente a la escuela. Una semana totalmente aburrida como para describirla.

Volvamos al tema de la venganza, ¿contra quién? Contra mi querido ex, Alex. ¿Por qué? Bueno, es el maldito hijo de puta que me rompió el corazón, no está mal una pequeña venganza.

Hablando con la hermana de Alex esta semana, para llenarme de un poco de información, descubrí que Alex es un maldito adicto al sexo, bueno, no tanto así, pero si lo empieza, lo termina o se enoja. El me ha estado mandando mensajes toda la semana y yo solo lo he evitado, hasta hoy, he decidido mandarle un mensaje.

¿Nos podemos ver?

Inmediatamente el celular suena, avisándome que ya respondió.

¡Claro¡ Pensé que nunca lo preguntarías.

Sonrío maliciosamente, no es tan inteligente después de todo, es decir, cualquiera se preguntaría, ¿Por qué mi ex decide verse conmigo después de una semana ignorándome?

Llego a las cuatro a tu casa, espero estés allí.

Estoy afuera de la escuela, acabamos de terminar la jornada de clases, son las dos de la tarde y estoy esperando a mis mejores amigos que aún no llegan.

—¿En que andas chica mala? —me dice Abby, pegándome un susto.

—Me has pegado un susto. —digo riendo.

—Las chicas malas no se asustan. —interviene Scott detrás de Abby. Le saco la lengua y entro en el auto. Iremos a comer helado en McDonald, oh de solo pensar en el helado se me hace agua la boca.

Scott pone en marcha el auto y enciende la radio.

—¿Iras a la fiesta? —pregunta Scott con los ojos en la pista.

—Obvio va a ir. —Responde Abby por mi. Le señalo a Abby a Scott, haciéndole entender que esa es mi respuesta. —¡Mi amiga tendrá sexo esta noche! —exclama Abby dando palmaditas como niña chiquita.

Scott y yo soltamos una carcajada que suena en todo el auto, opacando la canción que suena en la radio.

—No tendré sexo esta noche, Abby.

Abby hace un puchero y se cruza de brazos. Estoy segura de que ella si tendrá.

—Al menos asegúrame que te vas a divertir.

—Como nunca. —le respondo dándole un abrazo.

—Llegamos señoritas. —anuncia Scott. Salimos de carro y nos sentamos en una mesa. Una mesera llega y pedimos nuestros helados.

—¿Qué harás ahora en la tarde? —me pregunta Abby. —-Necesito ir a comprar ropa para hoy.

—No puedo, me veré con alguien hoy. Por cierto necesito una llamada de emergencia.

La llamada de emergencia es algo que tengo con Abby, cuando salimos con un chico que no nos gusta, nos pedimos una llamada de emergencia, yo la llamo a ella y le digo que la necesito y ella se salva de pasar tiempo con ese chico.

—¿Con que chico feo te veras? —esta vez pregunta Scott.

—Alex.

Los dos me miran con los ojos muy abiertos y me doy cuenta que mencione al innombrable.

—Es plan venganza. —me corrijo.

Sueltan un suspiro al mismo tiempo. Los helados llegan y nos lanzamos a comerlos.