Sacudió brevemente la cabeza para espantar su consternación. Toda aquella aventura los había unido de alguna forma. Aunque habían pasado muchas tragedias y tropiezos en el camino. El liberar aquel hechizo había marcado un antes y un después en la relación con su empleador. Ahora solo quedaba su camino hacia adelante.

—Bien, veamos que te estas trayendo entre manos, Rumplestiltskin. —Belle se dirigió a su armario y lo abrió de una sola intención. Brillantes telas, bordados y encajes aparecieron frente a ella en diferentes tonalidades y colores. La joven se quedó un momento, anonadada por la exorbitante variedad de atuendos. No cabía duda que su empleador le gustaba la ropa llamativa.

La joven miró hacia la ventana. Faltaba poco para el anochecer. Había estado dormida casi todo el día. Algo que no era de extrañarse después de pasar la noche anterior en vela. Esperó que su empleador no la esperara pronto. Le llevaría un rato decidir que ponerse.

Tomó el primer vestido y apreció los detalles. La tersa tela resultó suave y agradable al tacto, pero no así la sensación de desagrado que le ocasionó en una parte remota de ella. Miró con angustia el fino acabado del vestido.

—Rumplestiltskin... ¿Qué estas planendo?

**

Era ya noche cuando Belle bajó al recinto principal. Belle creyó estar en un cuento de fantasía cuando observó a su alrededor. Parecía un castillo totalmente distinto. Todo se encontraba hermosamente adornado, con candelabros, luces y adornos como si una fiesta fuera a celebrarse allí. El frufrú del hermoso vestido amarillo contra el tapete rojo acompasaba el ambiente.

Su empleador se levantó de uno de los sillones del recinto y hasta entonces la joven notó su atuendo. Rumplestiltskin vestía totalmente distinto de lo usual: un traje azul oscuro a la medida, con embrocado fino en detalles dorados le daban un aire refinado y de elegancia. Parecía un príncipe.

—¿Apuesto, cierto? —El hechicero se acomodó el cuello del traje de manera vanidosa.

A Belle le tomó un par de minutos antes de hablar, deslumbrada por todo lo que veía—¿Puedo preguntar de qué va todo esto?

—Bien. Después de recapacitar, descubrí que ha sido descortés de mi parte no haberte dado una bienvenida propia al Castillo Oscuro. He pasado por alto que una princesa debería tener un recibimiento digno de la realeza.

—Eso fue ya hace bastante tiempo. —Belle movió la cabeza— ¿Por qué hasta ahora? ¿Estamos festejando algo en particular?

—Estamos vivos. ¿No es esa una razón suficiente para festejar?

La mirada de Rumplestiltskin parecía juguetona, pero Belle notó un aire de seriedad en sus ojos que puso en alerta a la joven.

—Ciertamente, tienes razón. Pero, ¿por qué ahora? Pensé que encontrar la manera de localizar a tu hijo era prioridad, yo...

El hechicero colocó un dedo sobre los carnosos labios rojos de la doncella. —He encontrado un nuevo plan para recuperar a mi hijo. Lo cual, es suficiente motivo para celebrar. —El hechicero soltó una risilla de duende—. Oh, no os preocupéis, esta celebración no es más que un ensayo cuando Bae llegue. ¿No te parece apropiado ayudarme a preparar un buen recibimiento cuando llegue el día?

Belle miró a su empleador, sin saber qué contestar, permitiéndose bajar la guardia. Una ligera calidez se albergó en su corazón. Quizá después de tanta tragedia, todo aquello era justo lo que necesitaban. Una pequeña luz, una celebración, algo sobre qué regocijarse: la esperanza de una promesa de un mañana mejor. —Me encantaría hacerlo.

Belle le sonrío y Rumplestiltskin no pudo evitar responderle la sonrisa. El hechicero tronó los dedos y en el acto diversos instrumentos musicales empezaron a tocar al unísono y de manera coordinada. Una dulce melodía instrumental envolvió al salón.

El hechicero extendió su mano, haciendo una leve reverencia. —¿Me regalaría esta pieza, My Lady?

Belle tomó las enaguas de la falda con la mano izquierda y devolvió la reverencia, ofreciéndole la mano derecha. —Será un placer, My Lord.

Ambos caminaron hasta colocarse al centro del recinto principal. Rumplestiltskin abrió el primer compás del baile y su doncella siguió el camino de pasos que él orquestaba para ella.

—No sabía que el gran hechicero, El Oscuro, supiera bailar de manera tan parsimoniosa y perfecta.

Rumplestiltskin levantó la mano que sostenía la de ella, invitandole a dar una vuelta. —Te sorprenderías.

Ambos continuaron bailando acompasadamente, dejándose envolver por la cálida melodía y las luces del gran recinto. Por un momento, las preocupaciones y los pesares del pasado desaparecieron de su mente. Solo eran él y ella cortejándose con sus cuerpos, en harmonía, como si de dos aves libres se tratasen.

La música llegó a su clímax, solo para bajar a la última pieza de la canción. La melodía se volvió suave, permitiendo a ambos apreciar la respiración del otro. Ambos se volvieron el uno frente al otro, mientras sus cuerpos se atraían más, en una espiral gravitatoria. Ambos labios se unieron al unísono que la pieza musical terminaba, en un acto totalmente sincrónico.

Una lágrima se abrió paso y recorrió la mejilla de Rumplestiltskin, hasta bajar y perderse entre su barbilla. La tristeza y amargura del hechicero condensada en aquella gota llegó hasta el suelo, sin que su doncella se percatara de aquello.

El corazón del hechicero se agrietó por dentro, haciendo que el acto del beso doliera en sus entrañas. Lo que estaba a punto de hacer a continuación sería un punto sin retorno. Aquél bien podría ser su último beso. 

Un frío recorrió por toda su columna al recordarlo.

No habría nada que celebrar esa noche.

I'm crying

Missing my lover

I don't have the power

On my side forever

"Call your name" – Hiroyuki Sawano

Comentarios:

Sialia A. M.: Ok... ya sueltenlo ¿quién fue el que sobornó a Santa para que me amenazara de muert... que diga, para que yo me pusiera a escribir y continuar con esto después de años? No puedo creer que esta historia duró 2 años parada. Y más sorprendente es aún recibir comentarios y mensajes privados para que la continuase. Muchas gracias por su apoyo todo este tiempo chicos.

Volver a escribir esta historia me ha llenado de viejos recuerdos, emociones e ideas. Este no ha sido un año fácil para todos por la pandemia o mil otras cosas. Espero al menos esta actualización les haya alegrado el día a más de alguno y haber hecho olvidar sus preocupaciones, aun que sea por un breve momento.

Gracias por leer, espero les haya gustado el capítulo. Sientánse libres de dejar un pequeño comentario o like al capítulo. Es bonito saber que también ustedes siguen por ahí.

!Feliz Navidad, dearies!

~Sialia A. Muñoz (bluebirdofhapiness). 

Hechizo de tres noches (OUAT Rumbelle)Место, где живут истории. Откройте их для себя