desde ahora...

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Capítulo 15: desde ahora…

Cuando llegó la hora de comer, Allen se ofreció a acompañar a Lia a su habitación. La joven estaba muy contenta de ver sonreír al chico. Tenía una sonrisa preciosa.

Al llegar a la puerta de la habitación de ella, Allen se detuvo y agachó la cabeza para no mirarla.

-          ¿Nos vemos esta tarde?- preguntó con timidez.

-          Creo que esta tarde iban a venir mis padres- contestó ella-. Pero podemos vernos mañana.

Adornó la frase con una sonrisa dulce y abrió la puerta para entrar. Cuando iba a cerrarla, Allen la paró con el pie. Lia abrió sorprendida por la reacción de él y volvió a abrir la puerta.

-          ¿Pasa algo?- preguntó molesta.

En vez de contestar, Allen se acercó a ella y le plantó un beso en la mejilla.

-          Muchas gracias por todo lo que estás haciendo por mí- dijo retirando el pie-. Nos vemos mañana.

Lia se quedó quieta en la puerta, mirándole mientras se alejaba. No podía creerse lo que acababa de pasar. Él le había dado un beso y ella había deseado que no fuera en la mejilla.

……………………………………………………………………………………………………………………………………Después de la comida, Mary y Chris, los padres de Lia, entraron en la habitación con Sophia tras ellos.

-          ¿Cómo estás, cielo?- le preguntó su madre mientras se acercaba a ella para darle un abrazo.

-          Últimamente estoy mejor- contestó ella con una sonrisa.

Sophia le dirigió una mirada severa y Lia adivinó que no le gustaba que engañase a sus padres. Pero no iba a decir nada porque ella tampoco quería preocuparles. Chris le dio un beso en la frente a modo de saludo y se sentó junto a ella.

-          Cuéntanos, ¿qué haces mientras estás aquí?- le preguntó.

-          Pues de vez en cuando me doy una vuelta por el hospital- dijo ella-. He conocido a un chico bastante majo que se ha ofrecido a hacerme compañía y me enseña las habitaciones en las que podemos entrar.

-          ¿Ya has hecho amistades?- dijo su padre advirtiéndole con la mirada.

-          Déjala, Chris- intervino su madre-. Si Sophia está en lo cierto, que me temo que lo está, Lia va a pasar bastante tiempo aquí. Porque haga algunos amigos no le va a pasar nada.

-          ¿Sophia dice que estaré aquí bastante tiempo?- dijo Lia con el ceño fruncido y mirando de forma acusatoria a su hermana, que hasta el momento había permanecido callada-. No me había dicho nada.

-          Te han hecho un hueco para dentro de dos semanas- dijo Sophia-. Ha habido ciertos problemas técnicos y hemos sufrido un retraso adicional. Mientras tanto procura no alterarte demasiado para no forzar a tu corazón.

Lia asintió algo más tranquila. Si su enfermedad fuera tan grave como todos decían, no le habrían hecho esperar dos semanas.; pero seguiría los consejos de Sophia. Confiaba en ella.

El resto de la tarde se pasó rápido. Estuvieron hablando un rato más hasta que Sophia se fue para seguir trabajando, pero los padres de Lia esperaron hasta que esta acabó de cenar para irse. Se despidieron diciendo que volverían el fin de semana porque tenían mucho trabajo acumulado, pero que la llamarían todos los días para ver cómo estaba.

Lia les dio un abrazo a cada uno y se fueron. Ella se lavó los dientes y se dio una ducha con agua templada y luego se acomodó en la cama reclinable en la que dormía todas las noches. Encendió la televisión que había en la pared de enfrente y se puso a pasar canales para ver la programación.

Entonces escuchó tres golpes en la puerta.

-          ¡Adelante!- gritó para indicar que se podía pasar.

Esperó unos segundos y, al ver que no entraba nadie, se levantó para ver si realmente habían llamado a su puerta.

Al abrir se encontró con un Allen totalmente nervioso, andando de un lado para otro enfrascado en sus pensamientos. Cuando vio a Lia, se paró de golpe.

-          ¿Ocurre algo, Allen?- preguntó ella viendo lo nervioso que estaba el joven.

Él se acercó a Lia, indeciso, y le dio un suave beso en los labios. Ella al principio no reaccionó. No se lo esperaba. Pero no tardó en devolvérselo acercándose aún más a él. Allen se separó de ella tras unos segundos y, antes de marcharse, dijo:

-          Esta mañana me quedé con las ganas y no podía dormir.

Ella solo sonrió sin dejar de mirar a esos ojos marrones que tanto le habían gustado desde el principio. Allen se marchó con una sonrisa satisfecha en el rostro y las mejillas algo más rojas de lo habitual.

Aquella noche, Lia se quedó despierta pensando en el chico por el que empezaba a sentir algo más que cariño.

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Esta vez no voy a decir nada ;-) solo decidme por votos si os ha gustado :-) me haría muy feliz saber que hay gente que quiere leer mis historias, y ya que no comentáis…  :(

Un besooo!!!!

Hasta siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora