tengo algo que decirte

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Capítulo 14: tengo algo que decirte

Lia entró en la habitación al ver que nadie contestaba. Quería asegurarse de que era la habitación de Allen, pero tal vez él no estaba allí. La habitación era similar a la suya, solo que sin tantas máquinas de por medio.

Las paredes eran blancas y todo estaba impregnado del característico olor a desinfectante que llenaba el hospital. Allen estaba sentado en la cama, con la cabeza entre las manos. Lia juraría haberle oído llorar.

-          ¿Estás bien?- le preguntó acercándose a él un par de pasos-. He llamado pero no respondías.

-          Estoy bien. Vete- contestó él. Con esas palabras Lia pudo confirmarlo: estaba llorando.

-          No pareces estar llorando de alegría- dijo sentándose a su lado-. Pero no tienes por qué contármelo si no quieres. Al menos no de momento.

Allen levantó la cabeza e intentó forzar una sonrisa.

-          Gracias- dijo mirándola a los ojos.

-          ¿Por qué?- preguntó ella sorprendida.

-          Por venir conmigo y por quedarte al ver que necesitaba compañía- contestó él algo avergonzado.

-          No entiendo por qué no te quieres dar cuenta de que eres importante- le dijo ella-. El hecho de que estés enfermo solo significa que eres más fuerte aún de lo que yo pensaba. Y si estoy aquí es porque creo que necesitas aprender a vivir otra vez.

-          ¿Me vas a enseñar tú?- preguntó Allen escéptico.

-          ¿No me crees capaz?- contestó ella molesta por cómo se lo había dicho.

-          Es solo que he oído que estuviste en coma bastante tiempo y que tu corazón no va a aguantar mucho más- se explicó él apartando la mirada.

-          ¿Quién lo dice?- preguntó la joven.

-          Las enfermeras hablan por los pasillos- respondió Allen-. Yo solo escucho.

-          ¿Y te lo crees?

-          Son enfermeras- dijo Allen como si la respuesta fuera obvia.

-          ¿Y entonces por qué sigues conmigo?

La pregunta pilló desprevenido al joven. Un par de días atrás se había enfadado con ella por no rechazarle, pero después de escuchar a las enfermeras había decidido ir él a buscarla. Sin embargo, no sabía por qué había ido. Simplemente quería conocerla un poco más, ¿tan raro era eso? Pero entonces, ¿por qué le echaba en cara a Lia que ella quisiera hacer lo mismo?

-          ¿Quieres salir a dar un paseo?- le dijo poniéndose de pie y sin contestar a su pregunta.

Lia suspiró resignada y le siguió hasta la puerta.

Allen la guio hasta otro jardín mucho más grande que el que habían visitado esa mañana y se sentaron juntos en un banco.

-          Este es mi jardín favorito- comentó él-. Antes los niños más pequeños salían a jugar, pero desde que a uno de ellos le dio un ataque, nadie sale para casi nada.

La pasividad con la que hablaba de esas cosas, hacía que a Lia se le pusieran los pelos de punta.

-          ¿Cuánto tiempo llevas aquí?- preguntó entonces ella.

-          Cerca de dos años- dijo Allen sin mirarla-. Al principio el lupus no era demasiado grave. Intentaron tratarlo y fue bastante bien. Pero no vieron que no era un único órgano el infectado y se propagó sin que nadie se diera cuenta. Lo detectaron a principios de este año. Intentaron detenerlo, pero ya era demasiado tarde.

Se hizo un silencio en el que Lia intentó asimilar todo lo que le estaba contando Allen.

-          Pero lo peor empezó hace poco- dijo él-. Los médicos creen que también ha llegado al cerebro. A veces sufro convulsiones y desde hace algún tiempo tengo ataques de ansiedad y depresiones. 

Lia le observaba con los ojos muy abiertos. Le asustaban esos síntomas.

-          Todos me recomiendan que trate de ser positivo para combatir la depresión y la ansiedad, pero últimamente no estoy teniendo mucha suerte- Lia se quitó una lágrima antes de que se escapara de su ojo. No quería llorar delante de él.

-          ¿Sabías que el otro día soñé contigo?- dijo ella pensando solo en cambiar de tema.

-          ¿De verdad?- preguntó él sorprendido mirándola fijamente.

-          Sí- contestó ella notando como se le subían los colores a la cara-. En el sueño no decías nada. Solo me mirabas como si sintieras lástima por mí.

Lia decidió omitir que esa noche no había podido dormir por el sueño. Ya había dicho más de lo que habría querido. Pero Allen parecía divertido. Esa chica de ojos azules hacía que todo pareciera más irreal, como si lo realmente importante fuera lo único que él no viese.

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Jejejeje en principio el capítulo no iba a acabar aquí… pero así mantengo la intriga :)) lo más emocionante está aún por ver ;) qué creéis que es eso que Allen no ve?? Yo solo os puedo decir que es lo que hace que la historia vaya hacia donde va (aunque aún no se sabe XD)

Un besito para todos y mil gracias por leer!!!!! :D :D :D

P.D: eso que dije que iba a pasar en este capítulo, es lo que he decidido dejar para el siguiente ;) así que si lo queréis saber… seguid leyendo:)

Hasta siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora