ENTREGA ESPECIAL

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Calor. Mucho, mucho calor. Verano extremadamente caloroso en Santiago de Chile.

"Yiyi, la peor de todas" nace en un verano sudoroso del 2010. 

Durante días había estado rumiando un odio asqueroso hacia una ex pareja que tuve. Por estas vías tecnológicas tuve noticias de él. Estaba casado y tenía hijos. Todo lo que yo había soñado alguna vez. 

Pasé días rabiando por los rincones por culpa de este ser, que me había humillado y que sin embargo había encontrado una mujer que lo acompañara. ¿Qué tenía de malo yo? ¿Por qué él era feliz y yo aún sentía rencor por lo que me hizo? ¿Cómo un hombre que me había tratado de la forma que lo hizo, lograba ser amado por otra mujer? ¿Un hombre que humilla a una mujer, no las humillará a todas de diferentes formas nada más?

Pasé días alimentandome de comedias románticas. "Mujer Bonita", "La boda de mi mejor amigo", "Mi gran casamiento griego", "Tienes un email", "Sintonía de amor" y... "El Diario de Bridget Jones". Simplemente lo hice para ilusionarme con esas historias y para reírme un rato. Viendo "El Diario de Bridget Jones" me quedé mirando el nombre de la escritora del libro en que se había basado la película. Helen Fielding. En internet anda mucho libro mal traducido dando vueltas ¿y si encuentro el libro y lo leo?, pensé...

Busqué, busqué y busqué... hasta que di con una versión, bastante mala. Inicié la lectura del libro a eso de las 22:00. Eran las tres de la madrugada cuando me apoyé en el respaldo de mi silla y comencé a elucubrar. Pensé "me gustaría escribir algo así ¿pero cómo? ¿cómo se escribe una comedia romántica?... no, en realidad ¿qué contaría si solo veo tragedia en todo?"

Me fui a acostar. Dormi... con los ojos abiertos. Pensé y dormité. 

Por años, entretuve vía correo electrónico a mis amistades. Situaciones simples era capaz de contarlas con un humor que sacaba carcajadas. No a mí, yo las contaba en serio, con el toque negro de humor trágico. Pero para el resto, mis cercanos, amigos, compañeros de trabajo y de universidad, leer un largo texto de una aventura vivida un fin de semana lograba hacerlos comenzar el día riéndose. "Qué loca eres", me decían algunos, "Da gusto empezar el día leyendo una de tus aventuras", decían otros "Oh!" exclamaba por ahí alguien "es como caminar por el mall. Tu forma de ver una situación cotidiana, es divertidísima".

A las cinco de la madrugada me senté en la cama, riéndome. Puse los pies en el suelo y seguía riéndome. Una chicoca loca, embriagada, angustiada por encontrar puras bostas en su vida, intentaba encontrar el equilibrio costa de porrazos. 

Encendí el computador y seguí riéndome... Yiyi tenía vida en mi cabeza. Tenía hermanos, familia, amigas, trabajo, éxitos y fracasos. Yiyi quería amar, como yo lo quice. Yiyi sería humillada, pero saldría adelante. Metería la pata, pensaría estupideces, le darían ataques de pánico, pelearía por lo que cree, defendería a quienes considera débiles, atacaría a los abusivos, no se quedaría callada, no se dejaría pasar a llevar, jamás. Regalaría sonrisas varias con sus ocurrencias, miraría la vida y su entorno con mis ojos. La odiarían, la amarían, sufrirían como ella, las haría sentir. Porque todas tenemos o hemos tenido una Yiyi en nuestras vidas. 

Pero lo más importante: Yiyi, amaría y sería amada. Evolucionaría, de una pasión al verdadero amor. Ese camino evolutivo no lo haría sola. Aprendería que quién te ama de verdad, no te dice en forma cruel lo errores que estás comentiendo. Sino que, te ayuda a corregirlos y a ser más feliz. Yiyi crecería, por dentro y por fuera. Por fuera, se haría mujer, pero una mujer de verdad. Por dentro, ya no se sentiría sola y entendería lo que realmente era el amor. Tendría padres y familia especiales. Con humor especial, personas relajadas y seguras de quiénes son. Gente de clase media, felices de serlo. 

Fueron quince días en que reí y lloré mucho. Escribí doce, quince y hasta veinte horas diarias. La historia fluyó, llena de emociones. En algunos capítulos, tuve que salir del computador por el ataque de risa que me daba. Aún hoy me preguntó ¿cómo diablos se me ocurrió tanta burrada? 

Disfruté mucho escribiendo esta novela. Cuando llegué al punto final, la pena y el orgullo personal me inundaron. 

Desde ese año, el 2010, retomé su lectura solo para pasar momentos agradables con las ocurrencias, aventuras y desventuras de mis personajes. Eso... hasta que en el 2013 me incorporé a diversos grupos literarios y descubrí la plataforma Wattpad. 

Pasé muchos meses dándome valor para probar suerte. Un bichito interior me decía que la historia era buena, entretendría, que muchas mujeres se verían en el personaje principal. En el mes de julio, me lancé. No me fue bien de primera. Intenté leer otras obras, y con cada lectura que hacía, notaba más y más que mi historia era mucho, mucho mejor. 

Honestamente, no sé en qué momento la novela agarró vuelo. Sé que comenzó el boca/oreja vía facebook, y de pronto ya comenzaba a tener miles de lecturas, varios votos y muchos comentarios. Sé que hubieron lectoras apasionadas, que entendieron que esta era una obra que no podía quedarse en el anonimato y que más y más mujeres tenían que leerla.

El blog, un blog que nadie leía, de pronto superaba las miles de visitas.

La creación de la página de Facebook nació a petición de lectoras que deseaban conocer más a Yiyi. Tampoco me di cuenta cuando Like tras like los lectores comenzaron a crecer. 

La historia cruzó fronteras. Venezuela, Colombia, Argentina, Perú, etc., etc. Todas opinaban y retaban a mi personaje. Le daban consejos y la intentaban guiar. Me impresionaba muchísimo la situación. De pronto, de mensajes enviados a Yiyi, comenzaron a llegar mensajes personales a quien había escrito la obra. Mis personajes eran buenos, pero las lectoras comenzaron a valorarme como escritora. Lo cual... me hizo sentir acongojada, honrada y humildemente feliz.

El tiempo corrió, literalmente, y hoy estoy ad portas de entregarles los últimos capítulos a todas ustedes. 

Creí necesario, para mí, tener contacto con quienes día a día se sienten comprometidas a leer mi trabajo literario. 

Cientos han manifestado el deseo de comprar este libro, aún sin él existir en forma física. Es emocionante. Como escritora, me siento inmensamente feliz de haber llegado a ustedes de la forma que lo logré. Mis espectativas se vieron superadas con creces. Mi compromiso por no defraudarlas, fue siempre tomado con una seriedad muy poco propia para quien está escribiendo una comedia romántica. 

Si estamos en la hora de compartir sentimientos o emociones... 

Mi sueño: que una editorial Chilena se interese y apueste por este trabajo. 

La realidad: no existe dicha editorial. "Yiyi, la peor de todas" intentará salir a la luz, pero para ello queda un resto de trabajo arduo aún por realizar. 

Lo que podría suceder: que el boca/oreja llegara hasta alguna editorial. 

Para finalizar esta entrega especial, solo me queda darles las gracias a todas y cada una por su fidelidad. Entrar a su imaginación, ha sido un acto indecoroso de mi parte, pero estoy clara que a esta altura del partido... ya no soy una intrusa en sus computadores, móviles, horas de trabajo u horas de sueño dedicadas a leer mi obra, sino que más bien todo lo contrario... hoy me considero una invitada a su entretención diaria. Una amiga, que trata de emocionarlas. 

Si alguien me preguntara hoy, porqué escribí esta novela mi respuesta sería "Por venganza"... ¿quién podría creer que de un bastardo de la vida real, con el cual me tope, daría paso a una obra literaria que encantaría a muchas mujeres y que lograría que me reconciliara con un sentimiento tan hermoso, como es el amor?... para todos los Jeremys que andan pululando por ahí, gracias. Para mi propio "Jeremy" un mensaje: la venganza es un plato que se sirve frío, siempre supiste que mi paciencia no tenía límites, a diez años de tu paso por mi existencia, acá estás... mostrándote como realmente eres... TU sabes quién eres...

Escuchando de fondo "You're Beautiful" de Jame Blunt, les digo a todas: Gracias, muchas gracias.. y hasta muy, muy pronto...

Un abrazo apretadísimo para todas en esta aparente distancia... más cerca que nunca las siento en mi corazón, en mi mente, en mi vida y en este teclado que me da más felicidad de la que creo merecer...

Mercedes D. Parra



Yiyi, La peor de todasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora