Capítulo Treintaiuno

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 05 de Junio

17:00. Este es el tercer fin de semana que paso en este departamento, y me ha tocado compartir estos dos días con Arturo Mollins. Ha sido raro… en principio creo que nos hemos sentido bastante incómodos.

Yo me he resfriado y he andado con un rollo de confort debajo del brazo. Me puse un chaleco reciclado de mi hermano mayor de cuando era un hombre alto, delgado y buen mozo. Sigue siendo buen mozo, pero está gordo, viejo y carreteado… jajaja… pero enamorado y es lo que vale… mi cuñada es buena persona y cocina espectacular, tiene una picada de comida cerca de los tribunales de justicia. Ahí mismo se conocieron.

Las chicas en la oficina me han estado reclamando porque aún no las dejo venir a visitarme. Les expliqué que todavía tengo el desastre, que incluso no tengo ni adonde comer. No sé por cuánto tiempo más podré sostener esa mentira…

Polin, también me reclama mi falta de “liberalidad” y me cobra la fiesta Gay que supuestamente le prometí. Claudio me dice que no sabe por cuánto más podrá ocultar la presencia de Arturo Mollins en mi departamento, ya que cree Polin sospecha algo y le ha estado tratando de sacar mentira verdad “suerte la mía, Gabi, de ser abogado y estar acostumbrado a confundir a la gente. Ahora sé lo que sienten los peritos forenses en el estrado…

Al parecer la estirada de Marcela Aldunate, pasa llamando a Arturo Mollins no solo para hablar del caso, sino que también para invitarlo a su casa o peor aún para hacerse la invitada a la nuestra… mm… bueno, legalmente no es “nuestra” sino 50% mía, 50% de él. Entonces, ella se estaría tratando de hacerse la invitada al 50% de su noviecito.

Como sea… he captado que Arturo Mollins se saca los pillos diciéndole que “no está dentro del acuerdo que pactamos traer gente al departamento y lo tendría que consultar con la señorita Gómez y no me parece correcto importunarla”… mm… extraño… es extraño porque no tenemos ningún acuerdo de ese tipo… mm… se me hace que la mujer le insiste tanto, y yo le caí tan mal como ella a mí, que él le dice eso para sacársela de encima por un tiempo.

El otro día lo estuve observando y creo que no anda con ella. No solo por lo que antes conté, sino por cómo le habla por teléfono.

Bueno… ¡uf!... horror… me había olvidado de algo desagradable que sucedió el  viernes. Esa noche se me ha ocurrido encender la tele a eso de las 22:00 y comenzar a hacer Zappping por los canales nacionales. Él acababa de llegar, y se estaba sirviendo un vaso de jugo cuando de pronto se me ha ocurrido ver algo de farándula, primordialmente pensando en lo que las chicas me dijeron. Seguí el consejo de Carla. Y nos hemos llevado una desagradable sorpresa… estaban dando un reportaje sobre el solterón más codiciado y en eso comienzan a aparecer fotos de Arturo Mollins. Una saliendo de una disco con una modelo, otra en la playa con otra modelo, otra él solo en traje de baño, otra vestido de smoking junto a dos mujeres una de más edad que se me hizo que era la madre y la otra que dijeron que era su hermana. Uno de los panelistas contaba que según sus fuentes, Arturo Mollins estaba saliendo con una destacada abogada que trabaja en Inmobiliaria San Blas, perteneciente a la familia de la madre de Arturo Mollins y que dentro de poco él mismo asumiría el cargo de vicepresidente de la empresa. Decían que en los últimos tiempos ha estado inubicable después de la compra de Ferreterías Meneghello y la adquisición de las nuevas maquinarias y tecnologías en su mina en el norte. ¡El tipo tiene una mina!

La mujer panelista decía que era uno de los últimos solteros deseados del país y un excelente prospecto hasta para ella misma. Y hacía un llamado a Arturo Mollins, para que se comunicara con el canal y le organizaban un tipo Reality Show para encontrarle novia. Qué horrendo.

Yiyi, La peor de todasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora