Capítulo Cincuenta y cinco

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18 de Julio

8:57. Es una fea costumbre. Siempre después que tengo conversaciones como la que tuve con Arturo Mollins, me da por revisar los hechos. Ayer no fue diferente y examiné la parte en que le conté casi todo lo que me había pasado con Jeremy. Sé que jamás dije su nombre. Estoy segurísima de ello. Sin embargo, Arturo me preguntó que qué iba a pasar ahora con él porque “trabajábamos juntos”… lo sabe. No tendría por dónde haber imaginado algo así. Creo que es lo suficientemente astuto como para hacer cuadrar períodos y dar con el personaje en cuestión. Más encima yo no me di cuenta y le confirmé que trabaja acá en la oficina… mm… me pilló volando bajo, pero no sé por qué presiento que él lo sabía mucho antes de hacer la pregunta…

Mm… llegaron las chicas… me han preguntado que qué me paso en la cara. Otra vez… ¿siempre tengo tan mala cara? Solo les respondí que tuve mal fin de semana…

9:35. Le he preguntado a Benjamín si él sabía del matrimonio de Jeremy, me ha dicho que sí. Lo sabían todos. Dice que invitó a varios de la empresa, entre ellos a Cristián, a don Pelmazo, a la Cote con la hermana, a todas las jefaturas y al propio Arturo Mollins. Me contó que habían asistido todos menos Arturo. Yo sé que fue por mi culpa. Mi aspecto era horrible el viernes y me dijo que estaba preocupado. Debe haber creído que me iba a suicidar. Por eso prefirió quedarse acompañándome… mm… no debe ser entretenido vivir en un departamento donde se mató alguien. Después andaría como la llorona por las escaleras del edificio gimiendo por Jeremy… mm… que mal…

Benjamín también me ha dicho que la empresa regala tres de días libres por concepto de matrimonio. Jeremy hizo uso de parte de sus días de vacaciones y se tomó toda esta semana libre para irse de luna de miel. Mm… cuando dijo eso sentí como si alguien me hubiese pellizcado el corazón. No sé si alguien se habrá dado cuenta. Espero que no. Pero me dolió.

Intentando ver las cosas de la mejor forma posible, al menos tendré esta semana para afirmar mi músculo cardíaco. Cosa que cuando lo vuelva a ver, no me afecte tanto.

16:38. Conversando con las chicas en la hora de colación saqué el tema del matrimonio de Jeremy. Me he llevado una tranquilizadora sorpresa al saber que ninguna de las muchachas lo sabía. ¡Fiuj! No me justifica, después de todo yo hablaba todo el tiempo con él, salí con él… ¡Buf! y todas las estupideces que hice con él. Debería haberme enterado, pero al menos me reconforta el saber que no fue una información que toda la empresa manejara. Ahora sé que era de un círculo nada más.

Jejeje… cuando estábamos almorzando pasó Arturo Mollins para sacar su famosa Sprite de la máquina. Las chicas se pusieron tiesas, hasta parecían damas. Arturo las saludó con un movimiento de cabeza y casi se derritieron. Jajaja… luego tomó un trago de su bebida y se acercó a la mesa donde estábamos terminando de almorzar. Jajaja… yo no paraba de reírme por dentro al ver el rostro de las muchachas.

Les preguntó cómo estaban. Cristina dijo que cansada por el fin de semana. Arturo preguntó si alguna tenía hijos, Carla, Olguita y Cristina levantaron una mano. Cada una les dio las edades de sus retoños y de los no tan retoños. Él les dijo que debía ser difícil ser madre, hija y esposa en el caso de Cristina y madre soltera en el caso de Carla. Las chicas dijeron que si, pero que tenía sus recompensas. Carla contó que su hijo había entrado al Instituto Nacional este año y que era un gran orgullo para ella. Arturo la felicitó y le contó que él también era un Institutano. Le dijo que si tenía cualquier problema se comunicara con él y le ayudaría, tenía contactos y los institutanos tenían por misión protegerse y cuidarse. Eran como una cofradía de piratas o algo así. Lo que haya dicho les causó gracia a las chicas. Después de eso, él se disculpó y dijo que no quería importunarnos más. Se fue dejando una oleada de suspiros en su camino… jajaja…

Yiyi, La peor de todasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora