Día 80

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04 de Septiembre

16:09. Papá tiene bastante mejor semblante. Mamá en su enfermera oficial y la verdad, es que parece disfrutarlo. Yo me he transformado en la chica de los mandados. Mi madre me manda a la feria, al supermercado, a la farmacia, a pagar cuentas, al pan, etc., etc.

Pero pronto cesará mi función. Mamá me ha dicho que tiene confianza en que la salud de papá se re establecerá luego. Me dice ya no tiene miedo a que le suceda algo si ella está fuera. Por lo tanto, me ha dado la orden de volver a mi vida “social”.

Así que poco a poco he estado re tomando algunas cosas que tenía abandonadas por estos días. Lo primero ha sido revisar mi correo personal. Tenía miles de e-mails sin leer. De las chicas preguntándome que había pasado ese día, Benjamín y Cristian lamentando que me haya ido, Alfonso agradeciendo lo de la tertulia y de querer saber cuándo repetíamos la experiencia, Polín diciéndome que había estado cotizando un lugar en Meiggs que vendía camisetas al por mayor a precios muy buenos, y Claudia D’amico proponiéndome una junta a tomarnos un café.

De todos los correos, este fue el único que respondí. Le dije que podríamos juntarnos el martes. Creo que me hará bien…

18:38. He llamado a Polín para preguntarle si me puede recibir en su galpón. Esto hasta que encuentre trabajo y un departamento para arrendar.

- No seas lesa… te puedes quedar en mi casa todo lo que quieras, hermanita.

- Gracias. Con mamá no sabemos dónde poner los libros. Decidimos guardarlos en mi pieza, hasta que encontremos un nuevo destino. Pero no puedo seguir durmiendo en el sillón y la cama que me pasó Claudio es más incómoda aún…

- ¿Qué piensas hacer con todos esos libros?

- Mm… quizás una buena fogata… no lo sé…

- Yiyi…

- Dale Polín… pregunta… sé que estás atorado por saber…

- Si – podía imaginar a mi copuchento hermano lamiéndose los labios de la pura expectación-. Qué pasó con Arturo Mollins… todo ha estado tan revuelto últimamente…

- Bueno… - había esto bloqueando esos momentos. Los comenzaría a desempolvar, solamente por matar la curiosidad de mi hermano -, debes haberte enterado que me fue bien en la fiesta.

- Si. Marlon y Esteban se mueren… a toda su clientela le han dicho que la chica que nadie conoce, se arregló con ellos. Pero nadie les cree…

- Si, bueno. Me invitó a pasar la semana en su casa y allá estaba cuando me enteré de lo de papá…

- Pero… no pasó nada… ¿nada de nada? – había pasado tanto. Todo había sido tan hermoso, hasta que el velo de la ignorancia calló y la verdad me dio un horrible golpe en pleno rostro. Mentiras, mentiras… todo siempre eran solo mentiras.

- Polín… ese hombre destruyó todas las ilusiones que me quedaban sobre la bondad de los seres humanos. Me quitó más que un departamento y una librería familiar… no quiero volver a hablar de eso. Nunca más en mi vida.

- Está bien, Yiyi – dijo en tono reservado -. Solo quiero que sepas que la hermana me sigue preguntando por ti, tengo un excelente proyecto con ella que se materializará antes de fines de año.

- Estupendo… genial… felicidades...

- Si… cuándo te vienes para acá Yiyi…

- Fin de semana ¿está bien?

- Perfecto. Te esperaré con pizza y te haré un trago que me enseño un pinche que es Barman. Nos emborracharemos y olvidarás todo lo malo- Saldremos de esta hermanita, saldremos… como siempre...

Yiyi, La peor de todasWhere stories live. Discover now