Capítulo Treinta y cuatro

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09 de Junio

13:04.

-Depende pues Yiyi… si estás pololeando y eres pendeja, yo creo que en tres meses demás te das cuenta que la relación es seria. Si andas con un tipo y te trae la hormonas locas, te podis’ pegar un cortito y paso la vieja… todo depende de la situación y de lo que esperas de la relación… ¿Por qué tanta pregunta? ¿andas en malos pasos con algún hombre, pequeñuela?

Esta fue la respuesta de Berenice, cuando a la hora de colación se me ha ocurrido preguntar cuándo es conveniente tener sexo con un hombre.

-No, no ando en malos pasos con ningún hombre… solo lo preguntaba.

-En todo caso… deberías liberarte un poco, Yiyi… - dijo Carla –. Tienes que salir más, conocer gente, tener más roce social y en una de esas conoces a un buen tipo y todo pasando después…

-Sólo lo preguntaba… de curiosa… además mi roce social es bastante bueno…

-Si, claro… - rieron todas.

No sé por qué todo mundo cree que yo vivo dentro de un caparazón todo el tiempo. Gracias a mis padres y a Polín conozco mucha gente, y antes siempre tenía un panorama social importante. Reconozco que en los últimos tiempos he andado un poco alejada de todo, pero en general mi vida social siempre ha sido bastante buena. Lo que sucede simplemente es que no me gustan las discos, como a Carla; ni los pub, como a Berenice; Ni los asados multitudinarios, como ha Cristina. Me gustan las cosas simples y con algún objetivo extra, a parte del objetivo principal que es pasarlo bien.

Mm… ahora que lo analizo, me puse mucho más hogareña después de lo que sucedió con Jeremy… ¿me habré apagado?

¡ops!... teléfono…

16:33. Era mamá para preguntarme si iré este fin de semana a visitarlos. Le dije que aún no lo sabía.

-Deberías venir, hija. Necesito que hablemos…

-¿Qué sucede? – pregunté muy preocupada.

-Mm… Se trata de tu padre…

-Qué pasa con papá, mamá – dije en estado de alarma total.

-Aún nada… ven a la casa y lo hablamos.

-Está bien… iré… ¿pero puedes adelantarme algo?

-No.

-Pero ¡mamaaaa! – chillé histérica. Mamá está acostumbrada a hacerme esto. Después resultará que no es nada serio y me hará perder un pasaje de bus.

-Se trata de la salud de tu padre. No te puedo decir más ¿Vendrás?

-Claro… ya te dije que si…

-Pues trae una botella de vino para el almuerzo.

-Mm… mamá que fresca eres.

-No soy fresca, ahora tú eres una invitada para esta casa.

-¡Mamá! – volví a chillar – me hablas como a una extraña, soy tu hija. Te recuerdo que aún tengo mi habitación en esa casa… mm… eee… ¿mamá? ¿tengo mi pieza aún verdad?

-Mm… si… pero estamos pensando en arrendarla a un estudiante universitario…

-¡Noooo!... ¡no puedes hacerme eso!

-Si, si, si… como sea… te esperamos para éste sábado. Lasaña ¿te parece bien?

-¿Cuánto me saldrá la porción de Lasaña? – dije con ironía.

Yiyi, La peor de todasWhere stories live. Discover now